Dávila acaba de inscribir su movimiento ‘Valientes’ para recolectar firmas y oficializar su aspiración, y definió la situación nacional como una “tragedia” desde que Gustavo Petro llegó al poder.
A su juicio, la sentencia contra Uribe corona una estrategia impulsada por lo que define como “la extrema izquierda que hoy nos mal gobierna”, para borrar a sus adversarios. Por ello, pidió a la comunidad internacional vigilar de cerca lo que ocurre en Colombia, pues advirtió que la democracia y el Estado de derecho enfrentan un riesgo grave.
Dávila relacionó el reciente atentado contra el senador Miguel Uribe con esa ofensiva dirigida hacia la oposición. Confesó temor por la seguridad de su familia, aunque prometió no dejarse intimidar y continuar la campaña para “rescatar a Colombia”.
Sobre Venezuela, la periodista y exdirectora de la revista Semana aseguró que su eventual gobierno no será “socio de un narcodictador” como Nicolás Maduro. En tanto, rechazó la creación de una zona binacional en la frontera que comparten Colombia y Venezuela, al verla como una amenaza a la soberanía y la seguridad.
“Este gobierno está poniendo en riesgo la seguridad nacional cuando Maduro es el jefe del ELN [Ejército de Liberación Nacional (guerrilla)]en esa zona del país y el dueño del negocio de la cocaína en toda esa zona del Catatumbo”, sostuvo.
En materia de narcotráfico, la precandidata presidencial propuso un “Plan Colombia 2.0”, basado en extradición exprés para los capos y fumigación de cultivos ilícitos, acompañado de alternativas productivas para los campesinos que sustituyan la coca.
- ¿Qué impresión le deja la condena que se ha proferido en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez?
Después de la condena en primera instancia contra el expresidente Álvaro Uribe, lo que queda claro es que se materializó, sin lugar a duda, un plan criminal en su contra, una venganza. ¿Y por qué hablo de un plan o de una venganza criminal? Porque fue él quien luchó contra el terrorismo y contra el narcotráfico. Fue él el que liberó al país cuando estaba secuestrado por las FARC, el ELN y los paramilitares. Los criminales estaban prácticamente en cada rincón de Colombia. También luchó decididamente contra el narcotráfico y el terrorismo. Y, adicionalmente, luchó o enfrentó con determinación a esa extrema izquierda que hoy nos mal gobierna y que ve materializada una venganza en este proceso judicial. Así que es una alerta muy grave, que el mundo nos mire, que sepa lo que nos está pasando. Álvaro Uribe está hoy condenado en primera instancia. Nosotros tuvimos al presidente Ernesto Samper, que se eligió con la plata del cartel de Cali, impunidad. El presidente Juan Manuel Santos, que se reeligió con la plata de Odebrecht, impunidad. Pero Uribe, condenado.
- Quienes tienen las manos manchadas de sangre en Colombia, antiguos guerrilleros, hoy están libres, impunes, con curules en el Congreso. Mientras tanto, vemos que un expresidente, que los combatió frontalmente, va a perder su libertad. ¿Qué lectura tiene de esto?
Por eso es tan importante que la comunidad internacional esté alerta, y por eso le pido de manera muy respetuosa, pero muy firme, al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y a toda la comunidad internacional, que, por favor, vigilen lo que está pasando en Colombia. Nuestra democracia, el Estado de derecho, están en riesgo en nuestro país. No puede ser que quien sirve a Colombia esté condenado a la muerte física o moral. Eso es imposible que pase en un país como el nuestro, en una democracia. Y aquí hay una estrategia de eliminación colectiva. Primero, dispararon contra Miguel Uribe, quien está todavía en una clínica luchando por su vida. Ahora condenan en primera instancia al expresidente Álvaro Uribe. ¿Qué es lo que pretenden? Pretenden eliminar a millones que creemos en la seguridad, en la confianza inversionista, que creemos en que tenemos que rescatar a Colombia, que creemos en la Constitución, en la ley, que creemos que este país todavía tiene una esperanza. El mensaje es muy malo para la sociedad, porque un país sin justicia no tiene futuro. Y mucho menos cuando la justicia está en manos de alguien radical. A Uribe lo pusieron a que una persona radical [jueza] lo sentenciara y lo condenada. Él se ha sometido, él ha dado ejemplo. A él la historia le va a reconocer que no se fugó, que no se asiló, que estuvo allí en el estrado respondiendo, contrario a lo que hace la izquierda o el sector de los tibios, que se vuelan, que se van alegando persecución. Aquí ha habido una persecución contra Uribe porque se politizó un proceso judicial donde no hay una prueba directa en contra de él.
- ¿Podría la condena al expresidente Álvaro Uribe convertirse en combustible, en gasolina para el motor de una izquierda que busca consolidarse en el poder en Colombia?
Pues es que se quieren quedar con el país. Se quieren apoderar de Colombia. Y todo es tan claro que ya esa izquierda que nos mal gobierna está pensando en un candidato presidencial que es una de las personas que lideró todo este proceso durante más de una década contra el expresidente Uribe. Tan pronto se conoció el fallo, están hablando de esa candidatura presidencial. ¿Qué más prueba quiere la comunidad internacional y el país de lo politizado que ha estado este proceso? Uribe, como cualquier ciudadano colombiano, merece tener todas las garantías. No tiene derecho a tener más garantías en el sistema judicial, pero tampoco menos. Y les digo con sinceridad que esta es una tragedia para Colombia. Es un momento de tener claridad moral, es un momento de entender lo que ha significado Álvaro Uribe. A él lo pueden condenar a cadena perpetua, que no existe en Colombia, pero nadie va a poder borrar la historia ni tampoco lo que hizo por Colombia. Uribe rescató a Colombia, volvió viable lo que era inviable. Colombia ya era un país inviable en el 2002. Rescató la economía, rescató la seguridad, volvió a generar confianza en un país donde estábamos en manos del hampa. Tristemente, 23 años después, estamos en muchas cosas peor. Y verlo hoy condenado es la paradoja más triste para esta democracia.
- A menos de un año para las elecciones presidenciales, ¿qué precedente sienta esta condena contra el expresidente Uribe? ¿Cómo garantizar que esos comicios sean libres y sin persecución para los candidatos opositores?
El presidente dijo que desconfía del sistema electoral y de las elecciones del 2026. Aquí nosotros desconfiamos de él. Y el hecho de que él diga que ‘desconfía’ nos hace pensar quién sabe qué plan tiene en su cabeza. La comunidad internacional tiene que estar alerta para evitar que en Colombia se cometa un atropello contra la Constitución por parte de este gobierno y para exigir y garantizar que haya esas elecciones libres y democráticas. La verdad es que Petro quisiera quedarse en el poder. No se lo podemos ni se lo vamos a permitir. Esta condena en primera instancia contra el expresidente Uribe llega en el contexto de una zona binacional, que pone en riesgo la soberanía y la seguridad de Colombia. A esto hay que sumarle una simbología, que no es cosa menor: el fallo se leyó el día del cumpleaños de Hugo Chávez, el mismo día también que se cumplió un año del robo de las elecciones por parte del narcodictador Nicolás Maduro. Además, apenas unos días atrás, Diosdado Cabello, lugarteniente de Maduro, buscado por narcotráfico por los Estados Unidos y cuya cabeza tiene precio, dijo que los dos iban a celebrar la condena. Él sabía que iban a condenar a Uribe. Pues se le cumplió. No actúan solos, actúan juntos y aquí hay un gran plan en medio de toda esta circunstancia tan dolorosa para Colombia.
- Usted menciona otro tema muy controvertido y es el establecimiento de una zona binacional en la frontera que comparten Colombia y Venezuela, teniendo como contexto una amistad entre Petro y Chávez que muchas veces ha negado el presidente colombiano, y su cercanía con la dictadura de Maduro.
Es que los hechos hablan por sí solos. El mismo Maduro ha dicho que Petro es su consejero. Eso no lo puede negar nadie, está grabado en video. Y ahora se han devuelto favores. Colombia se prestó para no hacer una exigencia sobre los resultados electorales en Venezuela. Maduro ya cumplió un año usurpando el poder después de que las elecciones fueron ganadas por la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González. Esa zona binacional lo que termina dejando en evidencia es que este gobierno está poniendo en riesgo la seguridad nacional cuando Maduro es el jefe del ELN en esa zona del país y el dueño del negocio de la cocaína en toda esa zona del Catatumbo. ¿Qué estarán negociando? ¿Para qué? ¿Qué pretende en realidad el gobierno que tiene hoy Colombia y más de cara a las elecciones del 26? Son preguntas que tenemos que hacernos de manera muy seria y estar alerta porque no podemos quedarnos quietos cuando este gobierno se asocia de una manera tan sospechosa, en un momento tan crítico, con el narcodictador Maduro. Nada bueno tiene que haber ahí.