
Una mujer de Texas, de 71 años y previamente sana, falleció tras contraer una infección cerebral rara y casi siempre mortal conocida como meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), causada por la Naegleria fowleri, también llamada “ameba devoradora de cerebros”.
Según un informe publicado el 29 de mayo en el Morbidity and Mortality Weekly Report y la información publicada por People, la infección se produjo después de que la mujer utilizara un dispositivo de irrigación nasal con agua del grifo proveniente del sistema de agua de una casa rodante en un campamento de Texas.
La víctima murió ocho días después de que aparecieran los primeros síntomas.

El informe detalla que los síntomas comenzaron cuatro días después del uso del dispositivo nasal. Entre las manifestaciones iniciales se encontraban fiebre, dolor de cabeza y alteración del estado mental. A pesar de recibir atención médica, la mujer desarrolló convulsiones y falleció poco después.
Investigadores del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas confirmaron la presencia de Naegleria fowleri en el líquido cefalorraquídeo de la paciente tras realizar análisis de laboratorio.

La Naegleria fowleri es un organismo unicelular que habita principalmente en aguas dulces y cálidas, como lagos, ríos y aguas termales, así como en piscinas mal mantenidas o con niveles insuficientes de cloro.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), esta ameba puede causar infecciones cerebrales cuando el agua contaminada entra al cuerpo a través de la nariz. Aunque las infecciones son extremadamente raras, tienen una tasa de mortalidad alarmantemente alta: de las 164 personas infectadas en Estados Unidos entre 1962 y 2023, solo cuatro personas han sobrevivido.

Los síntomas de la infección suelen aparecer entre uno y nueve días después de la exposición nasal. En una primera etapa, los afectados experimentan dolores de cabeza intensos, fiebre, náuseas y vómitos.
En etapas más avanzadas, los síntomas incluyen rigidez de nuca, convulsiones, alteración del estado mental, alucinaciones y, en muchos casos, coma. La mayoría de las personas infectadas fallecen en un plazo de 18 días tras la aparición de los síntomas.

En este caso, los funcionarios de salud identificaron el uso de agua del grifo en la irrigación nasal como la vía de exposición más probable.
Los CDC han reiterado que este tipo de dispositivos deben utilizarse exclusivamente con agua etiquetada como “destilada” o “estéril”. Si se emplea agua del grifo, esta debe ser hervida durante al menos un minuto y enfriada antes de su uso. Además, se advierte que el agua filtrada con dispositivos como Brita no es suficiente, ya que no garantiza la esterilización necesaria para evitar infecciones.
El informe subraya la importancia de seguir las instrucciones de uso de los dispositivos de irrigación nasal y de garantizar la calidad del agua en sistemas municipales y vehículos recreativos. “Este caso refuerza el potencial de graves riesgos para la salud asociados con el uso inadecuado de los dispositivos de irrigación nasal, así como la importancia de mantener la calidad del agua”, señala el documento.
El Dr. Travis Stork, médico de urgencias y miembro del Equipo de Salud de People, enfatizó en declaraciones previas que, aunque las infecciones por Naegleria fowleri son poco comunes, no son imposibles. “El agua debe estar esterilizada. ¡Siga siempre las instrucciones!”, recomendó. Este caso pone de relieve la necesidad de extremar las precauciones al utilizar dispositivos que impliquen el contacto del agua con las fosas nasales, especialmente en contextos donde la calidad del agua puede no estar garantizada.