
Lacey Shadrick, una mujer de 42 años residente en Sumter, Carolina del Sur, fue sometida a una amputación parcial del pie tras sufrir un cuadro de sepsis provocado por una uña encarnada. El caso fue reportado por The Sun y detalla cómo una lesión en apariencia menor se convirtió en una emergencia médica que derivó en dos intervenciones quirúrgicas.
De acuerdo con The Sun, la paciente detectó una ampolla con pus en su dedo gordo en septiembre de 2024, durante una visita a un familiar hospitalizado. A pesar de buscar atención médica y recibir un diagnóstico inicial de infección de tejidos blandos, la condición empeoró rápidamente. En cuestión de días, la infección se extendió, desencadenando un cuadro séptico que puso en peligro su vida.
El primer procedimiento médico incluyó la amputación del dedo afectado. Sin embargo, meses más tarde, una resonancia magnética reveló osteomielitis, una infección ósea grave. Ante este hallazgo, los médicos realizaron una segunda cirugía: una amputación transmetatarsiana que implicó la remoción completa de los dedos del pie izquierdo y parte de la región metatarsiana, según indicó el medio británico.
Una amputación transmetatarsiana es un procedimiento quirúrgico que consiste en la remoción de todos los dedos del pie y una sección del hueso metatarsiano. Esta técnica se aplica en casos donde la infección o el daño tisular hace inviable la conservación de la extremidad afectada. En el caso de Shadrick, la decisión fue tomada luego de que los exámenes confirmaran la propagación de la infección hacia el hueso, de acuerdo con The Sun.
El procedimiento fue realizado en abril de 2025, varios meses después de la primera amputación parcial efectuada en octubre de 2024. Según la misma fuente, los especialistas consideraron que, sin esta intervención, la paciente corría riesgo de desarrollar una infección sistémica potencialmente letal.

Shadrick vive con diabetes tipo 2, una condición que compromete la circulación sanguínea, debilita la respuesta inmunológica y dificulta la cicatrización de heridas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), las personas con diabetes enfrentan un mayor riesgo de sufrir infecciones graves a partir de heridas menores, en especial en extremidades inferiores.
Las complicaciones derivadas de la diabetes pueden incluir gangrena, úlceras y osteomielitis. Los CDC indican que el pie diabético representa una de las principales causas de amputaciones no traumáticas en Estados Unidos. En este contexto, las recomendaciones incluyen revisiones periódicas, uso de calzado adecuado y atención médica inmediata ante signos de infección como enrojecimiento, secreción o dolor persistente.
Tras las intervenciones quirúrgicas, Lacey Shadrick enfrenta también una situación económica precaria. Según relató a The Sun, no cuenta con seguro médico, lo que le impide acceder a una prótesis que le permitiría recuperar parte de su movilidad. El dispositivo ortopédico tiene un costo estimado de 1.700 dólares, una cifra que la paciente no puede cubrir por sus propios medios.
Shadrick permanece en silla de ruedas desde la amputación, bajo instrucciones médicas de no apoyar peso en el pie afectado por al menos seis semanas. Esta restricción le impide realizar actividades cotidianas y desplazarse sin asistencia. Hasta el momento, no ha sido elegible para recibir ayuda federal o estatal para costear la prótesis, indica el mismo reporte.

De acuerdo con las guías clínicas de los CDC, los síntomas que pueden indicar una infección grave en el pie incluyen fiebre, enrojecimiento persistente, hinchazón, secreción purulenta y dolor localizado que no cede. En el caso de Shadrick, la infección comenzó con una ampolla visible y secreción en el dedo gordo, que más tarde se agravó hasta derivar en sepsis.
La paciente declaró al medio que nunca pensó que una uña encarnada pudiera ocasionar una emergencia médica. “Siempre cuidé mis uñas en casa. Nunca imaginé que algo tan pequeño pudiera escalar hasta este punto”, señaló en la entrevista. También expresó su preocupación por la falta de información entre pacientes diabéticos sobre el cuidado preventivo del pie.
Según un informe publicado por la Kaiser Family Foundation en 2023, más de 27 millones de personas en Estados Unidos carecían de seguro médico. Entre quienes viven con enfermedades crónicas como la diabetes, esta falta de cobertura limita el acceso a tratamientos preventivos y cirugías oportunas, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves.
La American Diabetes Association señala que en EE.UU. se realizan anualmente más de 100.000 amputaciones en personas con diabetes, la mayoría de ellas en extremidades inferiores. El caso de Shadrick se inscribe dentro de esta tendencia y ha sido difundido por The Sun debido a sus implicancias médicas y sociales.

El caso tuvo lugar en Sumter, una ciudad ubicada en el estado de Carolina del Sur, al sureste de Estados Unidos. La historia fue publicada por The Sun y ha circulado ampliamente en redes sociales y plataformas digitales. Hasta el momento, el Departamento de Salud y Control Ambiental de Carolina del Sur (SCDHEC) no ha emitido comunicados oficiales sobre el incidente.
Shadrick continúa en proceso de rehabilitación sin acceso a seguro médico. De acuerdo con el artículo original, ha buscado apoyo comunitario para cubrir sus gastos, aunque no cuenta aún con una solución definitiva para adquirir la prótesis necesaria.