Una “segunda Selectividad” para ser maestro: los del futuro deberán superar una nueva prueba de acceso para estudiar Magisterio

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La carrera de Magisterio tendráLa carrera de Magisterio tendrá una prueba de acceso propia (Álvaro Ballesteros / Europa Press)

El debate sobre cómo formar a los maestros del futuro ha vuelto a poner sobre la mesa las diferencias entre pedagogos y docentes. Mientras los primeros apuestan por una educación más emocional y diversa, los profesores reclaman un refuerzo urgente en los contenidos académicos, alertando de las carencias que observan en materias importantes como Matemáticas, Lengua o Ciencias.

La discusión surge a raíz del último borrador del Libro Blanco de la Educación Primaria, un documento elaborado por la Conferencia de Decanos que marcará la base del nuevo modelo universitario para los grados de Magisterio. Este texto, que aún debe debatirse con los sindicatos y el Ministerio de Educación, se llevará a votación en las próximas semanas en Canarias.

Uno de los puntos en los que sí están de acuerdo entre los expertos es la necesidad de implantar una prueba de acceso propia para estudiar Magisterio. Esta medida pretende asegurar que quienes acceden al grado tengan la vocación, las habilidades y la madurez necesarias para dedicarse a la profesión.

Docentes (Imagen Ilustrativa Infobae)Docentes (Imagen Ilustrativa Infobae)

El modelo sería como una segunda Selectividad, tal y como ocurre actualmente con los alumnos de INEF que desean ser profesores de Educación Física. Se trataría de un examen de aptitud personal con el que evaluar la aptitud del estudiante, complementando la nota de corte universitaria.

Este sistema, conocido como PAP (Pruebas de Aptitud Personal), ya se aplica en Cataluña y Baleares, y se plantea extenderlo al resto de España. Con ello, los expertos buscan elevar el nivel de exigencia de la profesión , situándola al nivel de otras carreras como Medicina o Psicología.

Otro de los grandes cambios que recoge el Libro Blanco es la propuesta de estructurar los estudios en cuatro años de grado y uno de máster, un formato que se asemeja al modelo europeo. Sin embargo, no todos coinciden en cómo debería organizarse el posgrado.

Existen tres opciones sobre la mesa: Opción A: mantener el actual grado habilitante, seguido o no de un máster no habilitante, opción B: un grado habilitante al que suceda un máster de especialidad. Opción C: un máster habilitante únicamente para determinadas funciones o puestos específicos dentro del sistema educativo (por ejemplo, la dirección de centros).

El informe también revela un desequilibrio entre el número de graduados y las plazas disponibles en la enseñanza pública. Cada año se gradúan en torno a 28.000 maestros de Primaria, pero la oferta de empleo apenas supera las 6.200 plazas en las convocatorias de 2025, según datos del propio Ministerio.

Esto genera una fuerte competencia entre los recién titulados y una creciente precariedad entre los sustitutos, que encadenan sustituciones durante años antes de conseguir una plaza fija. Además, en comunidades como Canarias, Cataluña, Murcia y el País Vasco no se han convocado oposiciones este año, lo que ha incrementado la presión sobre el resto de regiones.

El Libro Blanco se someterá a debate en los próximos meses y podría modificar de forma profunda la formación de los docentes en España. Mientras tanto, el consenso parece claro en un punto: es necesario honrar la profesión y atraer a los mejores perfiles a las aulas.

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