
El sonido de cristales rotos y el olor a combustible interrumpieron la tranquilidad de un vecindario de Pembroke Pines cuando, en cuestión de segundos, un grupo de residentes se convirtió en rescatistas improvisados.
Armados con un hacha, un extintor y una manguera de jardín, lograron liberar a cuatro personas atrapadas en una aeronave pequeña que se había estrellado contra un árbol, a escasos metros de sus casas.
Este episodio, que tuvo lugar cerca de las 20:00 del domingo, reavivó la preocupación de la comunidad sobre la seguridad aérea en torno al Aeropuerto North Perry, uno de los más transitados de Florida para la aviación general.

El alcalde de Pembroke Pines, Angelo Castillo, calificó la reacción de los vecinos como un acto heroico, pero expresó su creciente frustración ante la frecuencia de estos incidentes.
El accidente más reciente involucró a un Cessna T337G que, durante su aproximación al aeropuerto, perdió el control y terminó incrustado en un árbol en el barrio de Pines Village. Las autoridades confirmaron que, pese a los cortes y contusiones sufridos, los cuatro ocupantes sobrevivieron gracias a la rápida intervención de los residentes, quienes no dudaron en abandonar sus cenas para socorrer a los heridos y sofocar el fuego incipiente.
Según Castillo, en los últimos cinco años se han registrado más de 30 accidentes en el aeropuerto o sus inmediaciones, aunque las autoridades aeroportuarias disputan esa cifra. La magnitud del problema queda reflejada en la existencia de una calle local que lleva el nombre de Taylor Bishop, un niño de 4 años fallecido en 2021 junto a otras dos personas cuando un avión impactó contra una camioneta.

La inquietud de la comunidad se ha visto amplificada por testimonios como el de Giovanna Hanley, quien relató que el avión cayó cerca de la casa de su madre. Hanley destacó la valentía de su suegro, quien rompió los cristales de la aeronave para rescatar a los ocupantes, y manifestó su indignación ante la reiteración de estos sucesos, calificándolos de inaceptables.
La Administración Federal de Aviación ha iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro, según informó Paris Tyburski, portavoz del Departamento de Aviación del Condado de Broward.
Tyburski precisó que, entre 2020 y 2024, se han documentado 13 accidentes con daños sustanciales, lesiones graves o muertes, además de 20 incidentes menores que pudieron comprometer la seguridad operacional. El departamento, responsable del mantenimiento y la seguridad de las instalaciones aeroportuarias, subrayó que el cuidado de las aeronaves recae en sus propietarios u operadores.
El crecimiento urbano en torno al aeropuerto ha intensificado el debate sobre la seguridad. Castillo recordó que el terreno donde hoy opera el aeropuerto fue una granja lechera antes de la Segunda Guerra Mundial, pero actualmente, en un radio de ocho kilómetros, residen aproximadamente medio millón de personas. Ante la presión vecinal, el alcalde exige una investigación independiente sobre la seguridad aérea local y advierte que la indignación ciudadana es comprensible.

La noche del domingo 1 de junio, el helicóptero “Hawk” de la Oficina del Sheriff del Condado de Indian River localizó fuentes térmicas en el Atlántico que permitieron a los servicios de emergencia identificar la presencia de tres personas en el agua. Esta detección resultó clave para el rescate tras la caída de un avión Cessna Skyhawk, ocurrido a unos 1.6 kilómetros de la franja costera y a cerca de 6.4 kilómetros al este del Aeropuerto Regional de Vero Beach.
La operación de salvamento se produjo tras un aviso a las 8:24 p.m., como detalló la Indian River County Sheriff’s Office, momento en el que distintas agencias activaron un operativo conjunto. Unidades de la U.S. Coast Guard, el Departamento de Policía de Vero Beach, el Departamento de Seguridad Pública de Indian River Shores y el equipo aéreo y marítimo de U.S. Customs and Border Protection (CBP-AMO) participaron en la búsqueda, informó ABC News.
La respuesta rápida de los rescatistas permitió que todos los ocupantes, el piloto y dos pasajeros, fueran encontrados con vida y trasladados a la estación de la Guardia Costera en Fort Pierce. Los agentes de la CBP-AMO consiguieron evacuar primero a dos personas y poco después dieron con el tercer sobreviviente, varias horas luego del impacto del birreactor en el océano.