
La muerte de Malaya Grace Hammond, de 17 años, ha sido uno de los rostros más visibles de la tragedia provocada por las inundaciones en Texas durante la primera semana de julio, situación que ya suma al menos 121 personas muertas y más de 160 desaparecidas. La joven perdió la vida el 5 de julio al intentar salvar a su familia tras un accidente vehicular causado por las crecidas repentinas que afectaron la región central del estado.
La secuencia de los hechos comenzó cuando la familia de Malaya Hammond, en ruta hacia un campamento cristiano en Misuri, transitaba en la oscuridad y bajo fuertes lluvias por el puente sobre Cow Creek, en Burnet County. De acuerdo con el relato de su padre, Matthew Hammond, a ABC News, la minivan familiar cayó al cauce después de que la estructura se encontrara sumergida por el torrente inesperado.
“Intenté detenerme, pero no pude”, explicó Hammond, quien logró abrir su ventana y salir del vehículo junto a su esposa, mientras Malaya abría la puerta trasera para que escaparan sus dos hermanos y una amiga que los acompañaba. Tras la salida del vehículo y ante la fuerza de la corriente, Malaya fue la última en abandonar la minivan y quedó atrapada por las aguas rápidas, siendo vista por última vez mientras flotaba de espaldas en el río, según relató su padre.

En los instantes previos a su desaparición por la fuerte corriente, la joven, que era salvavidas e instructora de natación, mantuvo la calma y entonó el himno “Rise and Shine Give God the Glory”, que planeaba enseñar ese verano. “Esa fue la última vez que la vi”, expresó Matthew Hammond a ABC News. Después de tres días de labores de rescate, el cuerpo de Malaya fue localizado y recuperado por los equipos de emergencia.
Su escuela confirmó el deceso y organizó una campaña de apoyo a la familia; además, se registró una recaudación de más de 149.000 dólares a través de GoFundMe. Familiares y amigos de Malaya Hammond han destacado su vocación de servicio y liderazgo entre sus hermanos menores, señalando que “era un ejemplo para sus hermanos”. Hammond trabajaba como barista en un café local y era reconocida por sus dotes artísticas, desde la pintura hasta el canto y la danza.
Su padre, Matthew, la describió como una persona dotada de tranquilidad y proclive a buscar la armonía en su entorno, subrayando que “su capacidad para armonizar igualaba su habilidad para armonizar con los demás”. La comunidad escolar y sus allegados manifestaron su pesar con mensajes de homenaje, citando textos bíblicos y recordando su fe cristiana.
La propia escuela expresó: “Nos duele compartir la noticia del fallecimiento de Malaya Hammond”, acompañando el mensaje con palabras de aliento religioso. La pérdida de la joven motivó también muestras de apoyo económico para sufragar los costos del funeral y respaldar a sus familiares directos, resaltando el impacto colectivo que ha generado su historia.

Las lluvias intensas y el desbordamiento de cuerpos de agua han provocado daños masivos en distintas zonas de Texas. Tras las fuertes tormentas el fin de semana feriado del 4 de julio, el río Guadalupe aumentó de dos a ocho metros en menos de 45 minutos, causando graves inundaciones repentinas que no dieron oportunidad de evacuar.
Entre las víctimas figuran menores como Renee Smajstrla, de 8 años, niñas como Sarah Marsh y las gemelas Hanna y Rebecca Lawrence, así como monitores y directivos de campamentos, incluyendo a Chloe Childress y Dick Eastland, director de Camp Mystic en Hunt. Una parte importante de las víctimas se encontraba participando en actividades de campamento o recreo cuando se registró la súbita crecida de los ríos.
Instituciones escolares y religiosas han emitido comunicados en memoria de los fallecidos y permanecen activas las labores de búsqueda de desaparecidos. Las autoridades estatales han cifrado en más de 12.000 los edificios y viviendas dañados, incluyendo estructuras de importancia como el puente sobre RM 1431 en Cow Creek, actualmente destruido y fuera de servicio, según el Departamento de Transporte de Texas.