
El sábado 4 de octubre, un tiroteo en la ciudad de Angleton, situada en la periferia de Houston, provocó la muerte de dos menores y dejó gravemente heridos a otros dos, de acuerdo con la Oficina del Sheriff del Condado de Brazoria y reportes de la agencia AP News. El ataque involucra a cuatro niños con edades entre 4 y 13 años y es objeto de una investigación policial de alto perfil.
Según la información oficial proporcionada por la autoridad del condado, los agentes respondieron a una llamada de emergencia y hallaron a dos víctimas fatales junto a otros dos menores en estado crítico, reportó The Washington Post. Posteriormente, la portavoz del sheriff, Madison Polston, informó que los heridos se mantenían en condición estable bajo observación médica durante el sábado.
Angleton es una ciudad de aproximadamente 19.500 habitantes situada unos 72 kilómetros al sur del centro de Houston, integrando la región metropolitana de Houston–The Woodlands–Sugar Land. El incidente, que ocurrió a primeras horas de la mañana, generó un despliegue policial a gran escala, de acuerdo con los datos recopilados por AP News y The Washington Post.

El tiroteo se registró en la madrugada del sábado en una vivienda de la ciudad de Angleton, según comunicó la Oficina del Sheriff del Condado de Brazoria. Los oficiales respondieron al reporte de disparos y encontraron a cuatro menores, dos de ellos sin signos vitales. Otros dos, de 8 y 9 años, fueron trasladados en helicóptero a un centro hospitalario especializado en Houston.
Madison Polston, portavoz oficial, indicó en un correo que “afortunadamente, los dos niños heridos ya se encuentran en condición estable”, como citó AP News. El hecho fue descrito en redes sociales institucionales como una tragedia en la comunidad, según el comunicado público de la policía.
Las edades de las víctimas han sido confirmadas oficialmente, aunque los nombres no se han hecho públicos por motivos de protección de menores. Los informes recopilados por The Washington Post agregan que la policía local detuvo a una mujer sospechosa de estar involucrada, aunque aún no está determinado el vínculo exacto entre ella y los niños afectados.

Las autoridades informaron que las víctimas son cuatro menores: dos, de 13 y 4 años, fallecieron en el lugar, mientras que dos más, de 8 y 9 años, permanecen hospitalizados bajo observación médica. Los nombres de los niños y de la sospechosa no han sido divulgados oficialmente, según lo exige la ley estadounidense para menores de edad, explicó la Oficina del Sheriff del Condado de Brazoria.
De acuerdo con la información que aportó Madison Polston y que reproducen AP News y The Washington Post, la policía mantiene bajo arresto a una mujer presuntamente vinculada a los menores. Se investiga si existe un parentesco o relación directa con las víctimas.
Por el momento, las autoridades no han esclarecido las causas que desencadenaron el tiroteo. La Oficina del Sheriff recabó pruebas en la escena y mantiene una línea de investigación centrada en determinar el vínculo entre la mujer detenida y los menores. Según explicó la portavoz Polston a The Washington Post, los detectives trabajan con “toda la cautela para precisar los motivos y las circunstancias exactas del incidente”.
Las declaraciones oficiales insisten en que no existe una amenaza activa para el vecindario en general. Los investigadores no han divulgado detalles sobre el arma utilizada ni la cronología total de los hechos, pero anticiparon que habrá actualizaciones durante el fin de semana, tanto en redes sociales institucionales como en conferencias de prensa.

Según datos del Gun Violence Archive (organización independiente de trazado de violencia armada citada habitualmente en reportajes nacionales), Texas ha registrado en años recientes un promedio notable de incidentes con armas de fuego en hogares, aunque la magnitud del episodio de Angleton, con varias víctimas menores, es poco frecuente. De acuerdo con el anuario estadístico del FBI más reciente, los casos de tiroteos con múltiples menores afectados representan menos del 5% de los crímenes violentos en Texas en lo que va del año.
A nivel local, Angleton había experimentado incidentes aislados de violencia familiar, pero no se tienen registros recientes de un hecho similar en esa comunidad, según reportó la policía local a AP News.
Tras el incidente, la Oficina del Sheriff del Condado de Brazoria implementó un cordón de seguridad y reforzó el patrullaje, además de coordinar el traslado de los heridos y la detención de la principal sospechosa. “No hay amenazas adicionales para la comunidad de Angleton”, enfatizó Madison Polston en sus declaraciones para AP News.
En redes sociales y comunicados dirigidos a los residentes, la policía reafirmó su compromiso con la transparencia en la investigación y pidió colaboración ciudadana para obtener más información relevante. “Seguimos analizando evidencia y la investigación se mantiene en curso; informaremos públicamente cuando haya novedades significativas”, reiteró Polston.

El proceso legal continúa con la recopilación de pruebas y entrevistas a testigos. La mujer detenida permanece bajo custodia y se prevé que en las próximas horas la Fiscalía del Condado de Brazoria comunique si procederá a formular cargos formales, de acuerdo con la información oficial confirmada por The Washington Post.
Mientras tanto, las autoridades han ofrecido asistencia psicológica y apoyo legal a las familias involucradas. Los equipos del Hospital Infantil de Houston, donde se encuentran hospitalizados los menores heridos, confirmaron que el pronóstico permanece reservado y en seguimiento activo.
El episodio ha impulsado la revisión de protocolos de seguridad en escuelas y en coordinación con servicios sociales del condado. El Consejo Escolar de Angleton mantiene comunicación con la policía local para reforzar la vigilancia y la respuesta ante emergencias, aunque en este momento las clases continúan con normalidad, señalaron directivos a medios nacionales que cita AP News.
Además, la policía ha puesto a disposición una línea directa para recibir información de la comunidad respecto a este y otros casos similares. También recomendó a las familias fortalecer el diálogo sobre seguridad en el hogar y reportar cualquier situación de riesgo.
El incidente en Angleton genera un llamado de atención sobre la vulnerabilidad de los menores frente a la violencia armada doméstica en Texas. Aunque las autoridades insisten en que no existen amenazas inmediatas para el resto de los habitantes, la investigación en curso podría marcar precedentes sobre el abordaje institucional para estos casos. Se espera que nuevos detalles surjan en las próximas horas a medida que avance el proceso legal y los análisis forenses.