
Un sismo de magnitud 4.9 se registró la noche de este domingo en la zona central de Chile. Según el Centro Sismológico Nacional (CSN), el epicentro del temblor se ubicó a 14 kilómetros al sureste de Salamanca, en la región de Coquimbo.
El movimiento telúrico, a una profundidad de 97,75 kilómetros, fue percibido en las regiones de Valparaíso y O’Higgins, generando preocupación entre la población, aunque hasta el momento no se han reportado daños graves.
Inicialmente, el CSN había informado que el sismo tenía una magnitud de 5,0, pero más tarde actualizó la cifra a 4,9. Con esta corrección, el temblor pasó de ser clasificado como de “mediana” a “ligera” magnitud.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) descartaron cualquier alerta de tsunami, señalando que las características del sismo no eran suficientes para generar un fenómeno de ese tipo en las costas chilenas.
El pasado viernes, un sismo de 7.5 de magnitud sacudió en la ciudad de Puerto Williams.
El epicentro del temblor se ubicó a 218.0 kilómetros al Sur de la localidad, en -56.86 grados de latitud y -68.268 grados de longitud y tuvo una profundidad de 21.0 kilómetros.
Desde 1570, han sucedido alrededor de cien de terremotos de gran fuerza en Chile, de los cuáles casi una treintena fueron de magnitud superior a 8.
De acuerdo con el Departamento de Gestión de Riesgos en Emergencias y Desastres, en promedio, ocurre un terremoto de magnitud por encima de 8 cada década.
La tarde del 22 de mayo de 1960 ocurrió el sismo más fuerte del que se tenga registro, con magnitud 9.5, tuvo como epicentro la ciudad de Traiguén, en la provincia de Malleco. Sin embargo, es conocido como el “sismo de Valdivia” porque fue donde más daños hubo.

El movimiento telúrico provocó, además, un tsunami con olas de hasta 10 metros de altura que arrasó con buena parte del sur del país. El maremoto se resintió más allá de Chile, llegando hasta Asia. En Japón, por ejemplo, fue golpeado con olas de seis metros de altura, dejando a su paso varios muertos e importantes afectaciones.
Chile está ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas de mayor actividad sísmica del mundo. Esto hace que los temblores sean fenómenos recurrentes en el territorio, con una frecuencia que varía desde pequeños movimientos imperceptibles hasta terremotos de gran magnitud.
La infraestructura y los sistemas de alerta sísmica en el país están diseñados para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad de la población, pero la constante actividad sísmica es un recordatorio de la vulnerabilidad geológica de la región.