Un niño y su abuela fueron arrestados por el asesinato de un menor de ocho años

Un niño de 13 años y su abuela fueron arrestados por el asesinato de un menor de ocho años de edad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El 15 de julio, las autoridades de Decatur County, Georgia, arrestaron a un joven de 13 años y a su abuela Knisha Ann Perkins, de 49 años, en relación con el homicidio de Kylen Powell, de 8 años, ocurrido cuatro días antes, según WALB-TV. El adolescente enfrentó cargos de asesinato grave y asalto agravado tras el incidente en el domicilio de su abuela, ubicado en la cuadra 3000 de Vada Road, informó la misma fuente.

La investigación reveló que el joven, primo de la víctima, utilizó una pistola semiautomática calibre 9mm para disparar al menor aproximadamente a las 23:00 horas del 11 de julio, mientras ambos se encontraban en la residencia de Perkins, detalló WALB-TV. El informe inicial del Decatur County Sheriff’s Office señaló que, al llegar al lugar, los agentes hallaron al niño sin signos vitales en la sala.

Las autoridades confirmaron que, al momento del hecho, no había adultos en la vivienda, donde también estaba un menor de un año, que resultó ileso, según declaraciones del subdirector forense DeWitt Phillip citadas por WALB-TV. El arma involucrada no fue encontrada cerca del sitio donde Powell murió, según los reportes policiales.

El menor fue acusado de asalto agravado y homicidio. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Knisha Ann Perkins fue acusada de tres cargos de crueldad hacia menores en segundo grado y de posesión de arma de fuego siendo persona previamente condenada, de acuerdo con el informe. Su detención y la del joven ocurrieron en domicilios distintos de Decatur County. El adolescente fue presentado ante las autoridades como presunto responsable de asesinato grave y asalto agravado.

La investigación conjunta entre el Georgia Bureau of Investigation (GBI) y la oficina del sheriff local incluyó recopilación de evidencia y el envío del cuerpo de Kylen Powell al laboratorio forense del GBI para la autopsia. Las autoridades detallaron que la principal hipótesis describe que el joven disparó el arma dentro de la residencia, aunque aún no se precisó el modo en que obtuvo acceso a la pistola calibre 9mm.

El subdirector forense DeWitt Phillip expresó para WALB-TV que, “los niños las alcanzan y no piensan”, enfatizando la necesidad de asegurar las armas cuando hay infantes en el domicilio. Phillip subrayó la dificultad de enfrentar este tipo de casos tanto para las familias como para los funcionarios que los investigan. Las autoridades informaron que la investigación continua y solicitaron la colaboración ciudadana para aportar información a través del teléfono del GBI Thomasville Office o mediante la aplicación “See Something, Send Something”.

De resultar culpables, ambos podrían pasar décadas en prisión. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En Georgia, los delitos de asesinato y asalto agravado están regulados por el Código Penal de Georgia. Según el artículo O.C.G.A. § 16-5-1, el delito de asesinato se castiga con cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, cadena perpetua con opción de libertad condicional o pena de muerte.

Sin embargo, para menores de edad, la pena de muerte está excluida, y tanto la cadena perpetua como las sentencias equivalentes se aplican conforme a las restricciones legales específicas para procesados juveniles. Respecto a la crueldad contra menores en segundo grado, de acuerdo con el artículo O.C.G.A. § 16-5-70(c), este delito es considerado felonía y puede sancionarse con una pena de entre 1 y 10 años de prisión.

La posesión de un arma de fuego por un condenado está tipificada en O.C.G.A. § 16-11-131, y establece para el adulto declarado culpable una posible condena de 1 a 10 años de prisión. La acusación de asalto agravado bajo O.C.G.A. § 16-5-21 puede conllevar una sanción de 1 a 20 años de prisión.

Por lo tanto, en el caso de los hechos ocurridos en Bainbridge, la señora Perkins podría enfrentar hasta 10 años de prisión por cada cargo de crueldad hacia menores y hasta 10 años adicionales por posesión de arma, mientras que el menor de 13 años, dependiendo del procesamiento judicial como adulto o juvenil y del criterio del tribunal, podría enfrentar una sentencia máxima de cadena perpetua.