
Una mujer de Minnesota acusa a un cirujano y al sistema hospitalario Allina Health de haberle extirpado por error un riñón sano durante una cirugía programada para remover su bazo.
Según documentos presentados ante el tribunal, la paciente, Wendy Rappaport , inició una demanda por mala praxis médica y agresión médica tras el incidente ocurrido en marzo de 2022 en el hospital Abbott Northwestern .
De acuerdo con la demanda presentada por Rappaport, su ingreso al hospital tuvo lugar después de que un médico le recomendara una cirugía para retirar el bazo debido a su estado de salud.
Sin embargo, durante la intervención quirúrgica, realizada mediante una laparotomía abierta, el cirujano extirpó su riñón izquierdo en lugar del órgano afectado.
Según el texto judicial, una nota postoperatoria del médico reflejaba que el bazo había sido extraído íntegramente, pero un escáner realizado después del procedimiento demostró que el tejido del bazo permanecía intacto mientras que el riñón había sido removido.
“Un escaneo previo al procedimiento mostró riñones normales, sin masas sospechosas, cálculos ni hidronefrosis”, señala la demanda, subrayando que Rappaport nunca autorizó la extirpación de su riñón izquierdo.

Tras esta cirugía dañada, permaneció hospitalizada hasta el 25 de mayo de 2022 debido a complicaciones derivadas de la operación. Actualmente, su estado de salud requiere de tratamiento continuo, incluyendo diálisis.
El texto legal acusa tanto al cirujano como al sistema de salud Allina Health de incumplir con su deber de cuidado y provocar a Rappaport daños permanentes e irreversibles. Además, el sistema hospitalario enfrenta también cargos por responsabilidad sobre las acciones del personal médico involucrado en la intervención.
En esta línea, un médico de Iowa City , que presentó una declaración jurada a favor del demandante, afirmó que “no identificar el riñón izquierdo durante el procedimiento fue un error médico” y que este tipo de evento “no ocurre en ausencia de negligencia”.
En representación del sistema hospitalario, Allina Health indicó en un comunicado que revisaron el caso junto a expertos médicos y que las acusaciones no reflejan toda la realidad de la situación.
“Aunque no discutimos detalles del cuidado de los pacientes debido a leyes de privacidad, las declaraciones presentadas no capturan completamente la condición del paciente ni el tratamiento médico de emergencia que se le proveyó. Planeamos defender vigorosamente en tribunal el cuidado brindado”, afirmó la organización.

Por su parte, los abogados de Rappaport, del equipo legal Schmidt y Salita Law , subrayaron en un comunicado que la negligencia del médico causó daños severos y permanentes a su cliente.
“Los demandados debían retirar un bazo enfermo, pero removieron el órgano incorrecto. Como resultado, la señora Rappaport no solo perdió su riñón izquierdo, sino que ahora enfrenta un deterioro permanente de la función renal y requiere tratamientos específicos para mantener dicha función. Antes de esta extracción innecesaria, esa no era la situación de la señora Rappaport”.
Rappaport busca una compensación económica mínima de 50.000 dólares , además de la restitución de futuros daños derivados del error médico.
Según la demanda, la extirpación equivocada tendrá un impacto profundo y duradero en su calidad de vida y estado de salud. “Esta intervención no solo fue innecesaria, sino que imposibilitará que la señora Rappaport recupere su salud anterior”, sostuvieron sus representantes legales.
En tanto, el caso continúa generando interés por las implicaciones legales y médicas de un incidente que, según alegan los documentos presentados, evidencia un grave incumplimiento de los estándares de cuidado médico necesarios en procedimientos quirúrgicos de esta magnitud.