
El fútbol brasileño atraviesa horas de preocupación por la situación de Lúcio, emblemático defensor de la época dorada de la selección que se coronó en el Mundial 2002, hasta ahora su última Copa del Mundo y la quinta de su historia. El ex jugador de 47 años fue internado en un hospital de Brasilia y en las últimas horas se aclaró cuál es su cuadro en un comunicado a través de redes sociales.
El ganador de dos Copas Confederaciones y un Mundial de Clubes entre sus etapas a nivel clubes y selección fue ingresado en el nosocomio con “quemaduras” y se encuentra “estable, consciente y bajo el cuidado de un equipo multidisciplinario, recibiendo seguimiento médico especializado para el tratamiento de quemaduras”, detalló el establecimiento médico en un mensaje divulgado por el portal de ese país Globo Esporte.
La internación ocurrió este jueves y, en las últimas horas del viernes, la familia de Lucimar Ferreira, mejor conocido como Lúcio, utilizó las redes sociales del histórico futbolista para llevar tranquilidad a sus más de 300.000 seguidores: “Nota aclaratoria. Por respeto a los amigos, a la afición y a la prensa, informamos que el ex jugador Lúcio sufrió recientemente un accidente doméstico, que le provocó quemaduras en el cuerpo”.
“Se encuentra estable, consciente y recibiendo toda la atención médica necesaria. Las lesiones están siendo tratadas con atención especializada y su condición clínica evoluciona positivamente”, profundizaron.

Más adelante, se refirieron a las muestras de afecto al ex defensor: “Estamos inmensamente agradecidos por el cariño, las oraciones y los mensajes de apoyo que hemos recibido en este momento tan delicado. Solitamos respeto a la privacidad de nuestra familia e informaremos cualquier novedad relevante a través de los canales oficiales. Con fe, fuerza y el apoyo de Dios se recuperará pronto”.
Lúcio nació en Planaltina, cerca de Brasilia, y jugó durante mucho tiempo en Europa, en el Bayer Leverkusen (2001-2004), el Bayern Múnich (2004-2009) y el Inter de Milán (2009-2012), con el que ganó en 2010 el triplete de la Liga de Campeones, la Serie A y la Coppa Italia bajo las órdenes de José Mourinho.
Con el Bayer Leverkusen marcó un gol en la final de la Liga de Campeones de 2002, frente al Real Madrid, que terminó imponiéndose gracias a una volea inolvidable de Zinedine Zidane. Con el Bayern Múnich ganó después tres veces la Bundesliga (2005, 2006 y 2008).
Además, fue una de las piezas más importantes del Scratch con 105 presencias, siendo el sexto futbolista con mayor cantidad de partidos en la historia de Brasil, por detrás de Cafú (143), Neymar (128), Roberto Carlos (127), Dani Alves (126) y Thiago Silva (113).
Durante su paso por la Verdeamarela convirtió cuatro goles y dos asistencias, pero cinco de esas contribuciones sucedieron en sendos amistosos. La restante ocurrió en la final de la Copa Confederaciones 2009, que terminó en triunfo sobre Estados Unidos en el Ellis Park de Johannesburgo, Sudáfrica.

*Con información de AFP