El ministro español de Agricultura, Luis Planas, aseguró este lunes que siempre existe “margen para negociar” con Estados Unidos sobre los aranceles que ese país ya aplica o ha anunciado que impondrá a importaciones de la Unión Europea (UE), pero subrayó que no “bajo presión y, desde luego, no bajo ningún tipo de amenaza”.
“Creemos que existe siempre margen para negociar si se quiere negociar, pero, evidentemente, no bajo presión y, desde luego, no bajo ningún tipo de amenaza”, declaró el político a su llegada a la reunión de titulares de Agricultura y Pesca de los Veintisiete que se celebra hoy en Bruselas.
Planas afirmó que se está siguiendo “con responsabilidad todo lo que está ocurriendo en el otro lado del Atlántico, con responsabilidad y, en algunos casos, con preocupación”.
“Pero, por otra parte, lo que es evidente es que nosotros estamos siempre dispuestos a hablar, a negociar, especialmente con Estados Unidos, pero al mismo tiempo tenemos que defender nuestros intereses”, expuso.
La Comisión Europea informó la semana pasada de que ha decidido posponer la aplicación de las primeras contramedidas en respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones europeas de aluminio y acero, a fin de dar más margen a la negociación con Washington para lograr una solución.
De ese modo, las contramedidas de la UE anunciadas el pasado 12 de marzo entrarán en vigor a mediados de abril.
La Comisión había anunciado entonces una respuesta a los aranceles de EE. UU. en dos tiempos, con unas medidas que iban a entrar en vigor el 1 de abril y, otras, a mediados de ese mes.
La respuesta de la UE consiste, en primer lugar, en permitir que expire la suspensión de las contramedidas vigentes de 2018 y 2020 contra EE.UU.
La fecha para ello era el 1 de abril, pero tras el anuncio de la semana pasada, se retrasará a mediados de ese mes, coincidiendo con la aplicación de la segunda fase de medidas.
Estas primeras contramedidas van dirigidas a una serie de productos estadounidenses que responden al perjuicio económico causado a exportaciones de acero y aluminio de la UE por valor de más de $8,600 millones de dólares.
En segundo lugar, en respuesta a los nuevos aranceles estadounidenses que afectan a más de $19,000 millones de dólares de exportaciones de la UE, la Comisión propuso un paquete de nuevas contramedidas sobre las exportaciones estadounidenses que debe entrar en vigor a mediados de abril, previa consulta a los Estados miembros y las partes interesadas.
En ese contexto, la Conferencia Española de Consejeros Reguladores Vitivinícolas (Cecrv) y la European Federation of Origin Wines (EFOW) pidieron el pasado jueves a la Comisión Europea que excluya el vino y el ‘bourbon’ de represalias comerciales contra Estados Unidos.
Planas dijo que con el retraso de las contramedidas por valor de $8,600 millones de dólares anunciados por el Ejecutivo comunitario se dio “una señal”.
“Pero, al mismo tiempo, también debe quedar claro, en relación con los anuncios efectuados de posibles nuevos aranceles el próximo día 2 de abril, que estaremos muy atentos en la defensa muy firme de nuestros intereses. Es la posición de España. Evidentemente estamos serenos al respecto”, transmitió.
Trump subrayó el viernes pasado que mantiene su intención de imponer aranceles recíprocos a partir del 2 de abril sin excepciones, pero consideró que puede haber cierta flexibilidad al respecto.
Planas también recordó que la semana pasada, junto con el ministro español de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo, mantuvo una reunión con la Federación Española del Vino y con la Federación de Industrias Agroalimentarias.
Aseguró que en materia comercial se tienen dos objetivos, en referencia a “mantener los mercados existentes” y a “ampliarlos”.
“Creo que Mercosur y también el acuerdo que está negociándose con la India son dos grandes oportunidades de ampliar y diversificar nuestras ventas comerciales a países terceros”, apuntó.
Sobre Mercosur, recalcó que hay “una gran oportunidad, incluso ahora reforzada por el contexto actual”.
“Vamos a pedir que se acelere todo el procedimiento para su ratificación. Es una demanda política porque evidentemente la Comisión tenía sus tiempos y muy probablemente presente a final de esta presidencia (semestral del Consejo de la UE) o muy probablemente al principio de la próxima la propuesta en relación con este tema”, indicó.
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