El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que es un gran seguidor del deporte, lo que ha llevado a que el mandatario esté involucrado en varios casos deportivos desde su regreso al poder. Una liga que no se ha escapado de las peticiones del gobernante es la MLB, que ya había recibido la sugerencia desde la Casa Blanca de que la suspensión hacia Pete Rose debía ser levantada.
Ahora, Trump también señaló a través de sus redes sociales que el exlanzador Roger Clemens, uno de los más dominantes de su época y de la historia de las Grandes Ligas, debería ser inmortalizado en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Nunca ha existido duda de que los números de Clemens sean dignos del "Templo de los Inmortales", pero las vinculaciones del derecho con las sustancias prohibidas han impedido que reciba los votos suficientes por parte de los encargados como para ser electo.
"Roger Clemens fue, fácilmente, uno de los pocos mejores lanzadores en la historia", escribió Trump. "Ganó 354 juegos, siete premios Cy Young (un récord por mucho) y lanzó en seis Series Mundiales, ganando dos de ellas".
El oriundo de Ohio disputó 24 temporadas en el máximo escenario y defendió los colores de los Yanquis de Nueva York, Medias Rojas de Boston, Azulejos de Toronto y Astros de Houston.
"Es segundo después de Nolan Ryan en más ponches propinados y debería estar en el Salón de la Fama del Béisbol, ¡AHORA!", continuó Trump. "La gente piensa que consumió drogas, pero nada se demostró. Nunca arrojó un resultado positivo y Roger, desde el comienzo, lo negó por completo. Era igual de grandioso desde antes que se le realizaran esos cargos errados".
Cierre en NY
La última temporada de Clemens en la gran carpa fue en 2007, cuando regresó a los Yanquis para realizar sus últimas 18 apariciones en la ronda regular. El 11 veces All-Star finalizó ese torneo con una efectividad de 4.18.
"Ese rumor ha estado allí por años y no ha existido ninguna evidencia en lo absoluto de que fuera un drogadicto", sentenció el mandatario estadounidense.