Con el cielo de Mendoza cayendo lento sobre las montañas, la gastronomía argentina tuvo un merecido momento de reconocimiento. Es que la Guía Michelin celebró por segunda vez su ceremonia de premiación en el país.
La cita fue este lunes en una bodega, convertida por una noche en el escenario central de la alta cocina. A la ceremonia asistieron los cocineros galardonados, junto a referentes de la escena culinaria nacional. Todos aguardaban la selección oficial de la guía para Buenos Aires y Mendoza. Aquí, un repaso por una jornada entrañable.
Tres restaurantes recibieron su primera estrella Michelin, que significa “una cocina de alta calidad por la que vale la pena detenerse”: Angélica Cocina Maestra, de los chefs Josefina Diana y Juan Manuel Feijoo, en Mendoza; Riccitelli Bistró, del chef Juan Ventureyra, en Mendoza; y Crizia, de Gabriel Oggero, en Buenos Aires.
Así fueron descritos estos lugares por los inspectores de la guía. Crizia: “Merece la pena reservar mesa solo para disfrutar del local, con un ambiente sofisticado, íntimo y chic que no deja a nadie indiferente. La profesionalidad es evidente en todos los ámbitos; sin embargo, se destaca que, el chef-propietario, Gabriel Oggero, mima las materias primas con las que trabaja al contactar, personalmente, a pequeños productores y pescadores que le proporcionan los mejores productos de temporada. En la carta tienen platos para todos los gustos, pero su menú por pasos Puro Mar… ¡es una auténtica oda a los sabores marinos, cuyos inspiradores compromisos ya fueron recompensados con una Estrella Verde Michelin!”.

En el apartado mendocino de Angélica Cocina Maestra se refirieron al tándem “formado por Josefina Diana y Juan Manuel Feijoo. Estos dos jóvenes chefs construyen la propuesta, en constante evolución y de marcado tinte creativo, pensando en los vinos de la propia finca, muy heterogéneos al ser de diferentes variedades y parcelas”.
Sobre Riccitelli Bistró, también en Mendoza, plantearon que el chef Juan Ventureyra, “sin renunciar nunca a los aportes proteínicos, apuesta por una cocina vegetal de proximidad que defiende el concepto ‘de la tierra a la mea’, potenciando con detalle el ADN mendocino y recuperando numerosas variedades endémicas”.
De este modo, estos tres sitios se sumaron a los seis que mantuvieron su estrella Michelin de la edición anterior (2024): Don Julio y Trescha, ambos en Buenos Aires; y Azafrán, Brindillas, Casa Vigil y Zonda Cocina de Paisaje, en Mendoza.
Argentina tiene, en total, nueve restaurantes con una estrella Michelin.
Por su parte, Aramburu, el restaurante del chef Gonzalo Aramburu, en Buenos Aires, continuó su camino de éxito al mantener sus dos estrellas Michelin obtenidas en la edición anterior. Es el único que, hasta el momento, tiene este reconocimiento que refleja “una excelente cocina por la que vale la pena desviarse”.
“Los inspectores que han revisitado su casa, en el elegante barrio de Recoleta (conocido popularmente como “la París argentina”), han constatado que el nivel se mantiene y sigue ofreciendo una propuesta virtuosa en el apartado técnico. Por otra parte, las materias primas que utilizan son realmente sensacionales y las presentaciones suelen fascinar por su originalidad”, destacaron sobre Aramburu en la Guía.
Asimismo, la Estrella Verde Michelin, que reconoce a aquellos lugares que se destacan por su compromiso con la sostenibilidad, tanto en la selección de productos como en la gestión de su impacto ambiental, fue otorgada a Alcanfor (Buenos Aires), dirigido por Julián Galende; Osadía de Crear (Mendoza), de Flavia Amad; y Angélica Cocina Maestra (Mendoza).
El reconocimiento a la excelencia a buen precio llegó con los premios Bib Gourmand. Este galardón se entregó a Ácido, de Nicolás Tykocki; Ajo Negro, de Emanuel Álvarez y Emiliano Nahuel; y Mn Santa Inés, de Jazmín Marturet. Estos restaurantes fueron destacados por ofrecer platos de alta calidad a precios accesibles.
En cuanto a las recomendaciones de la Guía Michelin, se incluyó a 16 restaurantes entre Buenos Aires y Mendoza, que demostraron una excelente propuesta gastronómica para los inspectores. Entre los de Mendoza están Anna Bistró, Assemblage, Brutal, La Vid Bodega Norton, Los Bocheros y Martino Wines, mientras que de Buenos Aires fueron incluidos lugares como Alcanfor, Evelia, Fico, Han, Horta, La Cabaña, Michel Rolland Grill & Wine, Osaka Concepción, Raíx y Ultramarinos.

Durante la ceremonia también se premió a Nicolás Tykocki, chef de Ácido, con el Premio Michelin al Joven Chef. El Premio Michelin Sommelier 2025 fue otorgado a Elena Fernanda Cabrera y Leonel Ismael Castro Ortiz, sommeliers del restaurante Trescha, en Buenos Aires.
Así las cosas, entre los reconocidos en 2024 y 2025, la Guía Michelin totaliza actualmente en Buenos Aires y Mendoza un restaurante con dos estrellas Michelin; nueve con una estrella (de los cuales tres son nuevos ingresos); diez sitios Bib Gourmand (con tres incorporaciones recientes); y 60 recomendados por la calidad de su cocina, 16 de ellos nuevos en la lista.
Detrás de cada distinción hubo meses de evaluaciones anónimas. Los inspectores de la guía, fieles a su metodología, juzgaron cinco criterios: la calidad de los productos, la maestría en las técnicas, la armonía de los sabores, la personalidad del chef en los platos y la regularidad en el tiempo. Pero esta noche no era sobre técnica. Era sobre emoción. Y eso se notó en cada aplauso que resonó en la bodega Susana Balbo, sede del encuentro.
Aquí y en todos los sitios en los que trabajan, los inspectores no buscan mesas con vistas ni manteles de lino. Su única preocupación —sigilosa, meticulosa, casi obsesiva— es el plato. Pagan su cuenta, no anuncian su visita y siguen un protocolo riguroso que se ve reflejado en el resultado final.