
La flexibilidad que ofrece el trabajo remoto ha provocado una transformación en la manera en que las personas experimentan la satisfacción profesional y el bienestar personal. Según un estudio de largo plazo realizado por la Universidad de Australia Meridional, cuyas conclusiones recoge The Guardian, trabajar desde casa genera un aumento comprobable de la felicidad y modifica la relación con la vida profesional.
El equipo científico australiano analizó durante cuatro años los efectos del teletrabajo, con datos recogidos antes y después de la expansión global de este modelo tras la pandemia de COVID-19.
The Guardian señala que el estudio “ofrece una perspectiva poco habitual, al comparar cómo afecta la flexibilidad laboral en diferentes contextos y a lo largo del tiempo”. Durante la investigación, se monitorearon indicadores de bienestar físico y mental en empleados que adoptaron el trabajo remoto de forma voluntaria y sostenida.
Entre las conclusiones clave del informe, se encuentra que la eliminación de los traslados diarios a los centros de trabajo repercute directamente en la salud. Los datos muestran que los trabajadores remotos suman aproximadamente treinta minutos adicionales de sueño por noche, ya que dejan de destinar en promedio 4,5 horas semanales al transporte. Según el informe, este cambio “reduce la fatiga y la ansiedad, y favorece una mejor percepción del estado físico general”.

La profesora Carol Maher, autora principal del estudio, explicó al medio británico que “la calidad del sueño y el control sobre los horarios mejoran el equilibrio emocional”. Los participantes reportaron tener patrones de sueño más estables, menos estrés matutino y ciclos de despertar más naturales. Estas mejoras se traducen en una mayor capacidad de concentración y regulación emocional durante la jornada laboral.
El impacto en el manejo del tiempo se refleja también en los cambios de hábitos y estilo de vida. La facultad de organizar la rutina diaria de manera autónoma permite a los empleados integrar tareas domésticas y responsabilidades personales con mayor eficiencia.
Un análisis publicado por el diario español El País agrega que quienes teletrabajan “ganan hasta diez días extra de tiempo libre al año”, de los cuales cerca de un tercio se dedica a actividades de ocio y movimiento físico, según los estudios revisados por el equipo australiano.
Lejos de promover costumbres menos saludables, la investigación identifica conductas asociadas a una mejor nutrición. Con acceso más inmediato a la cocina, muchos empleados optan por mayor consumo de frutas, verduras frescas y lácteos, en contraste con las soluciones rápidas frecuentes en las oficinas.

Además, la preparación casera de alimentos se ha vuelto habitual, lo que, desde la perspectiva de los científicos, implica “mayor atención a la calidad y planificación alimentaria”.
La investigación también destaca beneficios para la convivencia familiar. En entrevistas recogidas por The Guardian, padres y madres subrayan que logran una presencia más real durante la infancia de sus hijos, mientras que las parejas reportan un mejor balance entre la vida afectiva y las obligaciones laborales.
“El simple hecho de estar presente para momentos importantes sin sacrificar resultados en el empleo es una ventaja que apreciamos profundamente”, detalló uno de los encuestados australianos.
La productividad profesional, otra de las preocupaciones históricas del teletrabajo, presenta resultados favorables en el estudio realizado por la University of South Australia. “Los temores sobre una caída en el rendimiento no se confirman con evidencia empírica”, afirma el artículo de The Guardian.

De acuerdo con los investigadores, el desempeño suele mantenerse, e incluso mejorar, especialmente cuando “la elección de trabajar desde casa es voluntaria y respaldada por políticas de apoyo empresarial”.
Respecto a la colaboración y la cohesión de los equipos, la investigación subraya que, pese a los retos de la distancia física, los equipos logran adaptarse mediante herramientas digitales y reglas claras para la interacción virtual. Para la profesora Maher, “los equipos pueden ser igual de efectivos a distancia, siempre que exista una estrategia de comunicación adecuada”, de acuerdo con declaraciones citadas por The Guardian.
La creación de un espacio doméstico confortable y adecuado influye también de manera determinante en la productividad y el bienestar. El estudio australiano recomienda invertir en elementos como sillas ergonómicas, buena iluminación y separación de ambientes.
En sus proyecciones a futuro, la investigación detecta que los modelos híbridos y remotos seguirán consolidándose en el mercado laboral, impulsados por la demanda de autonomía y personalización. Las organizaciones exitosas, según el informe, serán aquellas capaces de “medir el rendimiento por resultados, mantener canales digitales efectivos y ofrecer apoyo a la salud integral de sus equipos”.