Pedro Almodóvar continúa consolidando su lugar como uno de los nombres más destacados del cine internacional. Su última producción, La habitación de al lado, estrenada recientemente en la plataforma de streaming Movistar Plus+, reúne a dos figuras del cine anglosajón: Tilda Swinton y Julianne Moore.
En el film, las actrices interpretan a dos amigas que se reencuentran tras un largo distanciamiento marcado por la pérdida.
Aunque el largometraje generó elogios por su sensibilidad narrativa y el sólido trabajo interpretativo, lo que más sorprendió a las actrices durante el proceso fue el ritmo de trabajo impuesto por el propio director.
En una entrevista con el medio Deadline, Swinton y Moore compartieron sus impresiones sobre la forma de dirigir de Almodóvar, subrayando su claridad artística y rapidez a la hora de rodar.
La experiencia, aunque desafiante, dejó en ambas actrices una profunda admiración por el enfoque cinematográfico del cineasta español, cuya precisión en el set contrasta con la minuciosidad que suele caracterizar a muchos directores de prestigio.
Pedro Almodóvar lleva más de treinta años ocupando un lugar protagónico en la escena cinematográfica global. Con títulos como Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre y Dolor y gloria, su filmografía ha capturado la atención de crítica, festivales y público en todo el mundo.
Su trayectoria fue reconocida con premios internacionales como el Oscar, el Globo de Oro, el César, el David de Donatello y el León de Oro en el Festival de Venecia.

En La habitación de al lado, Almodóvar adapta la novela homónima de Sigrid Nunez, llevándola al cine con un enfoque íntimo y emocional.
La historia gira en torno a Ingrid y Martha, interpretadas por Tilda Swinton y Julianne Moore, dos mujeres separadas por las circunstancias de la vida y reunidas en un contexto de duelo. Ambas actrices fueron nominadas al Premio Goya a Mejor Actriz por sus interpretaciones.
Durante la entrevista con Deadline, Tilda Swinton explicó cómo el ritmo de trabajo de Almodóvar superó sus expectativas.
“Pedro trabaja increíblemente rápido. Y eso es un reto, porque cuando hicimos La voz humana, ya pensaba que trabajaba rápido, porque en realidad rodamos sólo nueve días, en plena etapa del COVID“, explicó Swinton.
Además agregó que, “Antes de grabar un largometraje, pensé que iríamos un poco más despacio, podríamos hacer más de dos tomas. Pero no, con Julianne teníamos que suplicarle para rodar una tercera vez cada secuencia”.
El nivel de exigencia no radicaba en largas jornadas ni múltiples repeticiones, sino en la rapidez con la que se resolvían escenas de alta carga emocional.
Swinton detalló que incluso monólogos de cinco minutos se filmaban en un par de tomas, lo cual resultaba desconcertante para ella y su compañera.

Aunque ambas actrices se sintieron sorprendidas, interpretaron esta metodología como una manifestación de confianza absoluta por parte de Almodóvar en sus capacidades interpretativas.
Mientras Julianne Moore asentía durante el relato de Swinton, quedó claro que el trabajo con Almodóvar implicaba un compromiso total desde la primera toma.
“Es una hazaña de fe en nosotras. Pensábamos, ‘¿no quieres ver qué más puedo hacer con esto? ¿Tienes claro que quieres seguir adelante?‘. Y terminamos las grabaciones increíblemente rápido”, explicó Swinton.
Moore también destacó la manera en que el estilo visual del director impregna todos los aspectos de sus obras: “Nos quedó claro que, en términos de lenguaje, de nuestro peinado, de nuestro vestuario... todo es muy personal para él.
Pedro Almodóvar no solo se destacó por su labor como director. En diversas entrevistas recordó cómo surgió su interés por las historias y la literatura. “Mi primera vocación fue la de narrador”, afirmó en una entrevista con la revista Elle.
También compartió que su primer acercamiento a los libros se dio gracias a sus hermanas, quienes los compraban en Galerías Preciados.
Su vínculo con la lectura fue clave en la construcción de su universo creativo. La arquitectura emocional que define su cine tiene raíces en las obras de otros: autores como Tennessee Williams, a quien conoció a través del cine, o Jean Genet, a través del teatro, influyeron directamente en su mirada narrativa.
Las historias de estos creadores sirvieron como referencia e inspiración para forjar una voz cinematográfica propia, tanto en lo estético como en lo temático.
Almodóvar señaló a la revista Elle la importancia de la lectura no solo como estímulo artístico, sino como herramienta para comprender el mundo contemporáneo.
Según explicó, no se trata únicamente de literatura, sino de todo lo que se lee. “Ahora, que tenemos acceso a más información que nunca, estamos menos informados. Uno debe tener también conciencia de qué es lo que dicen otros que no piensan como tú, porque te ayuda a entender la realidad en su conjunto”, reflexionó.
Para Almodóvar, la lectura es una forma de compañía inquebrantable: “Siempre vamos a tener libros que leer”.