
Cliona Ward, una residente permanente de Estados Unidos desde hace más de treinta años, fue detenida por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el Aeropuerto Internacional de San Francisco el pasado 21 de abril.
Según informó su hermana, Orla Holladay, a Newsweek, Ward había acudido al aeropuerto para entregar documentos requeridos relacionados con su historial criminal, el cual, según su familia, habría sido eliminado hace años. Sin embargo, Newsweek no ha podido confirmar si los registros federales y estatales de Ward han sido efectivamente expurgados.
La detención de Ward se produce en el contexto de una política migratoria más estricta implementada durante la administración de Donald Trump, que ha intensificado las acciones contra migrantes con antecedentes penales, incluso aquellos con documentación válida como tarjetas de residencia o visas.

Ward, quien emigró de Irlanda a Estados Unidos a los 12 años, fue detenida inicialmente por la CBP en el Aeropuerto de Seattle el 19 de marzo, mientras regresaba de un viaje en el que ayudó a su madrastra a regresar a Irlanda para estar junto a su padre, quien se encuentra gravemente enfermo.
En ese momento, su Green Card estaba vigente y no expiraba hasta 2033. Durante su detención en Seattle, Ward pasó tres días en condiciones que su hermana describió como particularmente malas, sobreviviendo con alimentos básicos como galletas y fideos instantáneos. Posteriormente, fue liberada con la condición de que presentara documentación que demostrara que su historial criminal había sido eliminado.
El historial penal de Ward incluye seis casos, entre ellos dos cargos graves relacionados con posesión de drogas y cuatro delitos menores, como no notificar un cambio de dirección al Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) dentro del plazo estipulado.
Holladay contó durante su entrevista con el medio que los delitos graves de su hermana ocurrieron en diciembre de 2007 y enero de 2008, durante un período de cinco años en el que Ward luchó contra una adicción.
La mujer explicó que su hermana ha estado completamente sobria desde hace más de 20 años y que los delitos se derivaron de su adicción, calificándola como “una persona con un pasado doloroso, pero no una criminal”. Además, destacó que Ward ha viajado libremente dentro y fuera del país desde entonces.

El lunes 21 de abril, Ward acudió al aeropuerto de San Francisco para entregar los documentos requeridos, pero fue nuevamente detenida por agentes de la CBP. Según informó su familia, pudieron hablar con ella por primera vez el miércoles 23 de abril tras su detención. Holladay señaló que las condiciones en San Francisco son significativamente mejores que las que enfrentó en Seattle, ya que tiene acceso a alimentos y agua de mejor calidad y ha podido comunicarse con su hijo.
Ward, quien asistió a escuelas públicas en los Estados Unidos y se graduó de la Universidad de California en Santa Cruz, trabaja a tiempo completo en una organización sin fines de lucro. Además, es la principal cuidadora de su hijo, un ciudadano estadounidense que padece la enfermedad de Crohn y enfrenta complicaciones de salud adicionales.
Jimmy Panetta, representante demócrata de California, calificó de “inimaginable” que “se utilice como justificación para deportar a un residente permanente legal” un incidente ocurrido hace más de dos décadas que, supuestamente, fue borrado.
“Como exfiscal especializado en pandillas, comprendo y valoro la necesidad de expulsar a los delincuentes empedernidos de nuestras comunidades, pero la detención de Cliona Ward, ahora de unos 50 años y titular de una Green Card, por delitos de hace décadas que, según se informa, han sido borrados de su historial personal es incomprensible e inaceptable”, declaró Panetta.