El pasado 2 de octubre, Wan-Ting Lai, una chef de sushi de 36 años, fue apuñalada en el pecho y desde atrás, mientras caminaba hacia su trabajo en pleno centro de Melbourne. Lauren Darul, identificada como la presunta autora, la atacó sin previo aviso en la intersección de Little Bourke Street y Spencer Street, para luego huir.
Darul, de 32 años, fue detenida poco después y enfrenta cargos por causar lesiones intencionalmente y cometer un delito grave, estando bajo libertad bajo fianza, según informaron Daily Mail y Sky News. Este episodio reavivó con fuerza el debate sobre la seguridad ciudadana y la eficacia de las políticas de prevención en la capital de Victoria. Dos semanas después, Lai continúa recuperándose en su casa, dependiente de analgésicos y afrontando secuelas físicas y emocionales.
Las cámaras de seguridad registraron el momento en que Darul se acercó por detrás, sacó un cuchillo y apuñaló a Lai en el pecho para luego huir. La herida provocó un hemotórax que requirió cirugía de drenaje torácico y debridamiento en el Royal Melbourne Hospital.
La joven permaneció hospitalizada durante tres días, sin poder moverse con normalidad ni alimentarse salvo líquidos, soportando dolor intenso a cada movimiento. “Todavía dependo de los analgésicos para sobrellevar el dolor y sigo recuperándome tanto física como mentalmente”, expresó Lai a Daily Mail.
El proceso de recuperación fue especialmente arduo y está marcado por la ansiedad. Lai reveló que regresar a casa no le brindó tranquilidad, ahora le resulta difícil salir sola y su entorno dejó de ser un refugio seguro. “Mi entorno habitual ya no me da la comodidad que solía tener”, escribió en Threads, según ambas fuentes.
Relató que caminar por el barrio le provoca nerviosismo y el simple sonido de pasos a sus espaldas la llena de temor. Con apoyo familiar, intentó regresar al lugar del ataque, pero la ansiedad resultó abrumadora. “Dos voces en mi cabeza alternan: el miedo y la esperanza de avanzar con valentía”, compartió Lai.
Las consecuencias emocionales agravan la incertidumbre laboral y financiera. Lai, cuyo empleo exige estar de pie durante largas horas, manifestó preocupación por su futuro: “Es aterrador no tener ingresos, pero solo puedo recuperarme poco a poco”, según consignó Daily Mail.
La respuesta ciudadana fue determinante en los minutos posteriores. Una mujer cruzó la calle para ayudar a Lai y detener la hemorragia; una pareja asiática y otros peatones sumaron esfuerzos y avisaron a emergencias.
Lai agradeció profundamente la solidaridad y el apoyo inmediato: “Estoy profundamente agradecida a quienes me tendieron la mano y por el apoyo de mis colegas y amigos”, afirmó en declaraciones a Daily Mail y Sky News. También recibió muestras de cariño durante el tiempo en el hospital, como flores enviadas por su jefe y compañeros de trabajo.
Tras el ataque, la policía informó a Lai que la presunta agresora residía en un refugio municipal para personas sin hogar, administrado por la organización Make Room y respaldado por el ayuntamiento, según Daily Mail.
Tras la agresión, la administración del edificio solicitó a la policía que Darul no pudiera regresar y se incrementó la presencia policial en el área.
El ayuntamiento de Melbourne mantuvo encuentros con Make Room, aunque la organización no se considera responsable por los actos de sus residentes fuera del refugio. Las autoridades evalúan eventuales ayudas para Lai, tanto compensaciones económicas como apoyo en su rehabilitación e incluso tratamiento psicológico.
El alcalde de Melbourne, Nick Reece, reconoció en una entrevista con la radio 3AW que supo del ataque antes de que se hiciera público: “Sabía que ese incidente había ocurrido”, declaró Reece, citado por Daily Mail.

Por su parte, la Premier de Victoria, Jacinta Allan, admitió errores en la reforma de las leyes de fianza, pero defendió la seguridad del centro tras la difusión de las imágenes del ataque y otros episodios recientes de violencia. Allan evitó responder con claridad si consideraba que el centro de Melbourne seguía siendo seguro, informó Sky News.
El caso de Wan-Ting Lai intesificó el debate sobre la efectividad de las políticas de libertad bajo fianza y la seguridad en los espacios públicos de Melbourne. La víctima expresó su deseo de que el sistema judicial priorice el bienestar de la comunidad.
“Todavía me estoy recuperando física y emocionalmente, y realmente espero que el sistema de justicia priorice la seguridad comunitaria”, manifestó Lai a Daily Mail. En Threads, confió en que iniciar una nueva vida le ayude a encontrar estabilidad emocional: “Está por comenzar una nueva vida, espero que todo salga bien y que el corazón pueda ir recuperando la calma”, citó Sky News.
En un contexto de preocupación ciudadana por la seguridad urbana, Lai exhortó a la población a mantenerse alerta y cuidarse mutuamente, recordando que la vida puede cambiar de repente: el apoyo mutuo es esencial para construir entornos más seguros.