
Cuba afrontará este martes apagones generalizados en todo el país. Según la Unión Eléctrica (UNE), compañía estatal, más del 53% de la isla quedará sin suministro eléctrico de manera simultánea en las horas de mayor demanda.
La crisis energética, que se ha intensificado en el último año, provoca cortes de hasta 20 horas diarias en amplias regiones. En el último año, se han contabilizado cinco apagones nacionales, el más reciente en septiembre.
La UNE, dependiente del Ministerio de Energía y Minas, proyecta una capacidad máxima de generación de 1.640 megavatios (MW), frente a una demanda que alcanza los 3.350 MW. El déficit llega a 1.710 MW y la afectación estimada —la cantidad efectivamente desconectada para evitar apagones caóticos— ronda los 1.780 MW.
Actualmente, seis de las 16 unidades termoeléctricas operativas (37,5%) no funcionan por averías o mantenimientos. Estas plantas aportan aproximadamente el 40% del suministro energético.
Además, 64 centrales de generación distribuida permanecen fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil), con cerca de veinte más detenidas por escasez de lubricante. Estos motores representan otro 40% del mix energético.

Las centrales termoeléctricas, base del sistema energético de la isla, sufren obsolescencia tras décadas de explotación y baja inversión. Gran parte de los motores de generación eléctrica están inactivos por la escasez de divisas necesarias para importar insumos y repuestos.
El programa gubernamental de energía solar suma 32 parques fotovoltaicos este año, lo que aporta alivio durante el día, pero no en la noche ante la falta de baterías de almacenamiento.
Expertos atribuyen la crisis a una infrafinanciación crónica del sector, controlado en su totalidad por el Estado cubano desde 1959. Cálculos independientes estiman que el sistema eléctrico requeriría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para recuperarse, fondos con los que La Habana no cuenta.
La economía nacional se ve paralizada por los apagones. Se registró una contracción del 1,1% en 2024 y una caída acumulada del 11% en los últimos cinco años, con previsiones negativas de la CEPAL para el PIB de este año.
El descontento social crece a partir de estos cortes, que han estado presentes en protestas destacadas, como las de julio de 2021 y otras recientes en La Habana y Gibara.