¡Te engañaron! 10 trucos de cocina que realmente no funcionan

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En la cocina, como en la vida, hay consejos que se repiten tanto que uno termina creyéndolos sin cuestionarlos. Pero no todo lo que te han dicho funciona como parece. Muchos de esos supuestos “trucos infalibles” no solo son inútiles, sino que además pueden hacerte gastar más tiempo, ingredientes o energía.

Aquí te contamos sobre algunos consejos de cocina que es mejor dejar en el pasado.

10 trucos de cocina que realmente no funcionan

1. Ponerle aceite al agua de la pasta

Muchos lo hacen creyendo que evitarán que se pegue, pero el aceite no se mezcla con el agua y no tiene efecto alguno sobre los espaguetis. Lo único que realmente importa es usar suficiente agua, una olla del tamaño adecuado y mover la pasta de vez en cuando. Así de simple.

2. Precalentar el horno desde el principio

La mayoría de las recetas te dicen que enciendas el horno de inmediato. Sin embargo, si vas a tardar 30 o 40 minutos picando, salteando o preparando salsas, tendrás el horno encendido sin necesidad, derrochando gas o electricidad.

Mejor ajusta el momento según lo que te tome preparar todo y precaliéntalo unos 5 o 10 minutos antes de hornear.

3. Sofreír el ajo primero

Es verdad que muchas recetas empiezan con el ajo, pero saltearlo sin tener los demás ingredientes listos puede hacer que se queme y arruine el sabor del plato. Si vas a comenzar con ajo, asegúrate de tener todo a la mano y agrégalo solo por uno o dos minutos antes de añadir lo demás.

4. No lavar las sartenes de teflón con jabón

Durante años se dijo que lavar con jabón arruinaba las sartenes de teflón. Eso tenía algo de sentido… hace 20 años. Hoy en día, los detergentes son mucho más suaves, y mientras uses una esponja no abrasiva, no hay problema en lavarlas bien. Esa servilleta con sal gruesa ya no es necesaria.

5. No cocinar con aceite de oliva

Algunos creen que el aceite de oliva no se debe calentar porque se echa a perder. Pero sí se puede cocinar con él, siempre y cuando no lo lleves a temperaturas muy altas. Para freír o cocinar a fuego fuerte, puedes optar por otros aceites. Pero para salteados suaves o cocciones medias, el de oliva es perfecto.

6. Evitar la sal por completo al cocinar

Reducir el consumo de sal es importante, sí. Pero el problema real está en los alimentos procesados, no en la sal que usas en casa. Si cocinas tú mismo, una pizca de sal no solo es segura, sino que mejora mucho el sabor.

Solo ten en cuenta cuánto sodio ya hay en tus ingredientes o en las salsas que uses.

7. Hornear es una ciencia exacta

Aunque medir bien los ingredientes es clave, también hay espacio para la creatividad. Muchos grandes reposteros han logrado postres perfectos con ajustes personales. Lo ideal es seguir la receta al pie de la letra las primeras veces, y cuando ya le tomes confianza, adaptar a tu gusto.

8. Cualquier olla sirve para hacer pasta

Sí, cualquier olla puede servir… pero no todas son ideales. Si usas una demasiado pequeña, la pasta puede cocerse de forma desigual o pegarse. Lo mejor es elegir una olla amplia, donde el agua circule y cubra por completo la pasta. Así lograrás una cocción pareja y sin complicaciones.

9. El truco del hueso para evitar que se oxide el aguacate

Dejar el hueso dentro del guacamole puede retrasar un poco la oxidación, pero no evitarla del todo. Lo mismo pasa con el limón o con guardarlo en agua. La clave está en limitar el contacto con el aire, pero al final, tarde o temprano se va a poner oscuro. Si no quieres alterar el sabor con limón, simplemente guarda bien tapado y consume pronto.

10. La sal rosa del Himalaya es más saludable

Este mito es más cuestión de marketing que de ciencia. Todas las sales, rosas, negras o blancas, están compuestas por lo mismo: cloruro de sodio. Algunas pueden tener trazas de minerales, pero no en cantidades significativas para tu salud. Puedes seguir usando la sal de siempre sin culpa.

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