Hace apenas unos días, las autoridades insulares alertaron sobre la presencia de más de 40 aviones chinos de combate en el estrecho de mar que separa ambos territorios, por lo que las fuerzas armadas taiwanesas desplegaron unidades de defensa aérea y activaron el sistema de peligro.
China justificó la maniobra militar cuando la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, afirmó que respondía a la supuesta "complicidad" entre Estados Unidos y Taiwán con un "aviso" contra quienes defienden la soberanía de la isla.
El aumento de la presión militar china sobre Taiwán se produce luego de que el Departamento de Estado de EEUU eliminara de un documento oficial la frase en la que aseguraba que Washington "no apoya la independencia de Taiwán". Pekín interpretó este gesto como una señal de respaldo a la autonomía taiwanesa.
La postura china reafirma la intención de Pekín de invadir y someter a la isla, aun cuando la isla cuenta con un gobierno democrático y autónomo reconocido por sus avances económicos, políticos y en derechos humanos.
“Si tenemos en cuenta que la opinión pública internacional está ‘ocupada’ con la invasión de Rusia a Ucrania, la necesidad de rearme en Europa y la guerra de Israel contra Hamás, podríamos pensar que es el momento propicio para la invasión, pero imagino no quieran hacerlo porque la economía china no pasa por su mejor momento y una maniobra de este tipo podría conllevar a una repulsa internacional y la subsiguiente aplicación de sanciones económicas”, comentó el profesor de ciencias políticas de Fordham University Mario Tavares a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“China no es Rusia. El régimen de Pekín tiene en cuenta las más de mil millones de personas que tiene que atender y analiza con cautela cada paso que da”, añadió.
Tavares incluso opina que si China, durante el gobierno de Joe Biden en Estados Unidos, “que era más condescendiente, digamos diplomático, no invadió, no creo lo haga ahora con Donald Trump en la Casa Blanca”.
No obstante, el profesor Tavares reconoce que cualquier cosa es posible: “Si tomamos en consideración las declaraciones y conversaciones en torno a Ucrania, Gaza y otros conflictos bélicos, pudiéramos pensar que a la ocupación china de Taiwán se le permitiría un precio a conveniencia de uno u otro”.
Antecedentes
Taiwán está situada a solo 100 millas de China continental y cuenta con una robusta economía que tiene como base la democracia instaurada en los años 1980.
La República de China fue originalmente establecida en el vasto territorio asiático el 1 de enero de 1912, tras la caída de la última dinastía imperial.
No obstante, tres décadas después, la divergencia de ideas conllevó a una guerra civil y los rebeldes comunistas tomaron el poder, pero el Partido Nacionalista Chino o Kuomintang, que presidía la República de 1912; se estableció en la isla de Taiwán bajo el mando del general Chiang Kai-shek y mantuvo el nombre de República de China.
La historia cataloga al militar como un estadista de mano dura, dictador, que mantuvo la ley marcial en la isla por casi 40 años. Empero, también lo reconoce por haberle hecho frente a la amenaza constante del Gobierno de Pekín por someter el territorio taiwanés.
Las relaciones entre ambos países se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de los 1980.
Entretanto
La vida en la isla continúa con su diario quehacer. La rápida industrialización de Taiwán durante la segunda mitad del siglo XX fue denominada el Milagro de Taiwán, lo que le condujo a formar parte del selecto club Cuatro Tigres Asiáticos, junto con Hong Kong, Corea del Sur y Singapur.
Hoy en día, Taiwán cuenta con una economía dinámica, capitalista y orientada a la exportación, al mismo tiempo que hace frente a una variedad de preocupaciones, incluidas económicas y sociales, con una participación estatal cada vez menor en la inversión y el comercio exterior.
Desde la década de 1980, varias empresas tecnológicas taiwanesas expandieron su presencia por el mundo. Taiwán es hoy el mayor exportador de chips avanzados para computadoras, teléfonos celulares y otras tecnologías.
Con una población de aproximadamente 23,4 millones de habitantes, Taiwán no tiene idioma oficial designado, pero el mandarín, que muchos llaman chino, es la lengua principal.
Dentro de la vorágine que supone la amenaza de China, Taiwán prosigue su ruta de buen desarrollo y economía robusta con un producto interior bruto per cápita (PIB), que es el indicador del nivel de vida, que supera los 72.000 dólares al año, lo que le otorga el puesto número 15 en el mundo.
Entretanto, el PIB en China continental apenas supera los 28.000 dólares, lo que sitúa al país en el puesto 73, a pesar de contar con la segunda gran economía del mundo.