Apenas una semana después del cierre del gobierno, los principales líderes republicanos al parecer perdieron el rumbo en el Senado.
El presidente Donald Trump, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder de la mayoría del Senado, John Thune, se han esforzado por mantener un frente unido contra el Partido Demócrata, ocultado apenas el aumento de las tensiones sobre la estrategia que han crecido como una bola de nieve detrás del telón desde que las agencias cerraron la semana pasada.
Un ejemplo de ello es cuando Trump confundió el mensaje de los líderes del Congreso cuando dijo a los medios de comunicación en el Despacho Oval que le “gustaría ver un acuerdo para una excelente atención médica” y que estaba “hablando con los demócratas sobre ello”.
En pocas horas el mandatario republicano se retractó de sus palabras con lo siguiente: “Estoy dispuesto a colaborar con los demócratas en sus fallidas políticas sanitarias, o en cualquier otra cosa, pero primero deben permitir que nuestro gobierno vuelva a abrir”, escribió en Truth Social tras sus comentarios iniciales.
Asimismo, Johnson indicó el martes que “habló extensamente con el presidente ayer” sobre la necesidad de reabrir las agencias en primer lugar, mientras que Thune apuntó a la prensa que ha habido “conversaciones en curso” sobre la estrategia entre los principales republicanos.
Un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, para declarar sobre las circunstancias detrás de lo que dijo Trump, señaló que la publicación en Truth Social fue “emitida para dejar en claro que la posición [de la administración] no ha cambiado” y no se hizo a instancias de los dos líderes republicanos.
Sin embargo, las tensiones siguieron en aumento el martes luego de que un memorando de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca sugiriera preguntas sobre una ley federal que garantiza el pago atrasado de los empleados federales suspendidos, una ley que Johnson y Thune votaron en 2019.
Estos episodios están entre los muchos en los que la Casa Blanca y los republicanos del Congreso han opuesto en lo que respecta a la estrategia y por lo visto no se han comunicado con anterioridad sus movimientos clave. Muchos de estos casos se han vinculado con tácticas agresivas del director de presupuesto de la Casa Blanca, Russ Vought, aparentemente dirigidas a acorralar a los demócratas, amenazando el gasto de los estados liderados por sus rivales y la fuerza laboral federal.
Las medidas en cuestión no solo han logrado hasta el momento mover a los demócratas de sus posiciones, sino que han dejado a Johnson y Thune sin respuesta mientras se enfrentan a los cuestionamientos sobre la estrategia de su partido para poner fin al cierre.
Tanto el líder de la Cámara como el líder del Senado tuvieron dificultades para conciliar su respaldo a los empleados federales con la nueva postura del gobierno republicano, que cuestiona los pagos atrasados de los empleados suspendidos. Thune buscó enfocar la atención en los demócratas, a la vez que expresaba su frustración con la Casa Blanca de Trump, informó Político.
“Para evitar que un empleado federal no cobre, basta con abrir el gobierno”, declaró Thune a la prensa el martes. “No sé qué estatuto están usando. Entiendo que sí, que cobrarían. Lo averiguaré. No lo había oído hasta ahora. Pero, repito, es una propuesta muy directa, y ustedes siguen insistiendo en esa narrativa que tienen en la Casa Blanca y aquí con los demócratas”.
Por su parte, Johnson indicó que apoyaba los pagos atrasados y celebró a los “estadounidenses extraordinarios que sirven al gobierno federal”.
“Sirven con valentía y trabajan arduamente, y prestan servicio en diversas agencias, realizando una labor realmente importante”, apuntó. “Les aseguro que el presidente también lo cree”.
Así, dos horas después, Trump envió un mensaje distinto: “Diría que depende de quién estemos hablando”, dijo a la prensa cuando se le preguntó sobre la garantía de los salarios atrasados. “En general, vamos a cuidar de nuestra gente, pero hay quienes no merecen que se les cuide”.
Abigail Jackson, vocera de la Casa Blanca, señaló en un comunicado que el presidente y los republicanos del Congreso “están todos en completa sintonía y han sido coherentes” al decir que la administración debe reabrir antes de se pueda discutir la atención médica o cualquier tema relacionado con la política.
“La Administración no negociará mientras el pueblo estadounidense esté secuestrado por los demócratas”, agregó la representante.
En lo que se refiere a los republicanos del Congreso, la política de cierres gubernamentales es sencillo: aislar a los demócratas del Senado que están bloqueando un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes para reabrir el gobierno y achacarles la culpa de las consecuencias del cierre de agencias.
“Si eres republicano, primero tienes que lograr que los demócratas cedan”, indicó una persona cercana a la Casa Blanca, a quien también se le concedió el anonimato para describir conversaciones estratégicas.
No obstante, ni Trump ni Vought han seguido esa estrategia, supuestamente preocupados por castigar a sus adversarios políticos y ejecutar una agenda ideológica dirigida a la fuerza laboral y los programas federales.
Gran parte de las tensiones estrategias han enfrentado a Johnson y Thune contra la Casa Blanca, pero no todas.
Ambos líderes aparecieron juntos en una rueda de prensa el martes, donde se les presionó sobre la probabilidad de una legislación independiente que garantice el pago a los militares o a los controladores de tráfico aéreo.
“Ciertamente, estoy abierto a eso”, manifestó Johnson, antes de que Thune, aparentemente cauteloso de quitarle presión a los demócratas, vertiera agua fría sobre la idea.
“No necesitas eso”, intervino. “La manera más sencilla de acabar con esto no es intentar eximir a este o aquel grupo. Es abrir el gobierno”.
A diferencia de las divisiones entre los republicanos, los demócratas han tenido éxito hasta ahora en su esfuerzo por poner el foco en la atención médica, en especial en los subsidios a los seguros de la Ley de Atención Médica Asequible que perderá vigencia a finales de 2025. Están presionando a los republicanos para que participen ahora, mientras que Johnson y Thune insisten en que el problema en que el problema puede abordarse después de la reapertura del gobierno.
El funcionario en condición de anonimato dijo que los republicanos continúan confiados en que finalmente prevalecerán, repitiendo que los demócratas “no tiene una alternativa viable” a la medida temporal de la Cámara y que “es el partido que está pidiendo cosas al que se le va a echar la culpa”.
Ambos líderes saben que el tema une a los demócratas, pero divide a sus miembros, y están tratando de contener las tensiones internas, pero no han tenido mucho éxito. Gran parte de los conservadores de línea dura se han opuesto a cualquier extensión, mientras los integrantes de distritos clave han esbozado propuestas para que las primas no se disparen.
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