Sintió la mordida, perdió el habla y sufrió insuficiencia renal: la lucha de un joven tras una picadura de araña

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La salud de un adolescenteLa salud de un adolescente se vio gravemente comprometida tras un incidente con un arácnido en Iowa. (Crédito: GoFundMe; Imagen Ilustrativa Infobae)

Un adolescente de Iowa experimentó un fallo multiorgánico tras la mordedura de una araña el pasado 18 de junio, un incidente que conmocionó a su familia y a la comunidad local. Según información publicada por Independent, Noah Johnson, de 16 años, es un estudiante de secundaria que destacaba en el béisbol y se ejercitaba levantando pesas durante tres horas diarias antes de sufrir el incidente. Su rutina activa y su salud se vieron bruscamente interrumpidas a raíz de la herida ocasionada mientras desempeñaba un trabajo de temporada al aire libre.

La mordedura se produjo en junio, mientras Johnson trabajaba para una compañía constructora de cercas en la localidad de Slater, Iowa. El joven notó que “algo” se movía sobre su piel, pero no se alarmó de inmediato. Sin embargo, al día siguiente, la herida se volvió dolorosa y en pocos días el área afectada triplicó su tamaño. “Lo que comenzó como una pequeña lesión rápidamente se tornó grave”, relató su madre, Brandy Johnson, a People.

Ante la creciente inflamación y la presencia de fiebre alta de 39,4℃ (103℉), Brandy Johnson llevó a su hijo al servicio de emergencias. Los médicos administraron antibióticos y permitieron que regresara a casa. Sin embargo, la fiebre persistió y el adolescente perdió la movilidad, lo que obligó a ingresar de urgencia al hospital para una intervención quirúrgica.

Los piquetes de araña puedenLos piquetes de araña pueden provocar reacciones graves si no se atienden rápidamente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El personal médico del Mary Greeley Medical Center determinó la necesidad de practicarle una cirugía para extirpar tejido infectado, dada la gravedad de la situación. A la mañana siguiente, la situación de Johnson empeoró cuando sus riñones dejaron de funcionar adecuadamente, lo que requirió su traslado inmediato a la unidad pediátrica de cuidados intensivos del Blank Children’s Hospital, en Des Moines. Durante su estancia en la UCI, el adolescente permaneció dos semanas postrado en cama, sometido a diálisis y bajo vigilancia permanente.

De acuerdo con la información brindada por Independent, Johnson sufrió una pérdida de peso de aproximadamente 15,8 kilos (35 libras) durante este periodo crítico. En ocasiones, el joven no podía articular palabra ni comunicarse con su familia debido al deterioro de su salud. La persistencia de la fiebre y el avance de la infección generaron gran preocupación en el equipo de médicos y en la familia, que observó cómo la fortaleza física habitual del joven se desvanecía en cuestión de días.

La madre del adolescente describió los momentos más difíciles señalando que su hijo, en varios episodios, manifestó su miedo y angustia. “Pensó que iba a morir”, narró Brandy Johnson a People. Fue necesario esperar hasta el 16 de julio para que Johnson recuperara fuerzas y pudiera hablar nuevamente con su madre después de jornadas en las que ni siquiera podía pronunciar palabra.

En la segunda mitad de julio, y una vez que los riñones de Johnson comenzaron a funcionar de nuevo, el estado general del adolescente mejoró gradualmente. Su traslado fuera de la UCI marcó el inicio de una recuperación progresiva, aunque deberá continuar con los cuidados especiales y reposo domiciliario. Las autoridades hospitalarias permitieron que Johnson saliera al exterior en silla de ruedas para recibir algo de luz solar, un gesto simbólico que la familia interpretó como un signo positivo hacia su rehabilitación.

Independent informó que el regreso a casa fue anunciado oficialmente a través de una campaña de recaudación de fondos lanzada por madres de amigos del adolescente, quienes organizaron iniciativas solidarias con el objetivo de colaborar con los gastos derivados de su prolongada estancia en el hospital. La página de recaudación, bajo la plataforma GoFundMe, logró superar su meta de 15.000 dólares, reflejando una amplia respuesta comunitaria.

El apoyo recibido procedente de familiares, amigos y vecinos de la comunidad resultó decisivo para enfrentar tanto el impacto emocional como las necesidades económicas de la familia Johnson durante esas semanas de incertidumbre. Brandy Johnson recurrió a la plataforma para compartir actualizaciones sobre la evolución de su hijo, señalando: “Después de unas semanas difíciles y emotivas, estamos más que agradecidos de comunicar que Noah está finalmente en casa”. La madre añadió que “una vez sus riñones comenzaron a funcionar, todo empezó a mejorar”.

La rápida evolución de unaLa rápida evolución de una infección llevó a una serie de intervenciones médicas en un hospital pediátrico. (Crédito: Google Earth)

Además del desafío médico y físico, la experiencia afectó profundamente la perspectiva de la familia sobre la vida y las prioridades cotidianas. Brandy compartió en la campaña GoFundMe una reflexión sobre cómo este episodio cambió sus valores: “Cuando alguien a quien amas —especialmente un hijo— se enferma gravemente, todo cambia en un instante. El mundo que conocías hace un momento desaparece”, expresó, evidenciando el proceso de adaptación y superación al que se vieron forzados.

La familia destacó la relevancia del acompañamiento y la solidaridad en su entorno, que no solo ofrecieron ayuda económica, sino también contención emocional. El regreso de Noah a sus actividades habituales aún requiere un periodo de adaptación y control médico, pero tanto los informes médicos como las declaraciones de su madre señalan una mejoría constante desde que los riñones del adolescente recuperaron su función.

Lo ocurrido con Johnson subraya cómo un accidente aparentemente menor, como una mordedura de araña, puede desencadenar consecuencias graves en la salud, incluso en personas jóvenes y sin patologías previas. Ni la familia, ni los médicos y ni los medios mencionaron la especie exacta de la araña. La rápida evolución de la infección y la repercusión sistémica del caso captaron la atención de la opinión pública, en especial en el ámbito de la salud pediátrica.

La experiencia de la familia Johnson plantea escenarios de alerta sobre los riesgos asociados a heridas aparentemente banales y subraya la importancia de buscar asistencia médica inmediata ante cualquier complicación. La pronta intervención quirúrgica, el acceso a cuidados intensivos y la respuesta comunitaria fueron factores decisivos para la recuperación del joven.

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