
La Policía Estatal de Pensilvania acudió a una vivienda en Redstone Township, condado de Fayette, tras recibir, junto a los Servicios para Niños y Jóvenes (CYS), una denuncia sobre menores viviendo en condiciones insalubres. En el domicilio de la avenida Willis, los oficiales hallaron a cinco menores, de entre 5 y 14 años, en lo que describieron como un entorno “deplorable”.
Las autoridades informaron que los menores no disponían de camas, las ventanas estaban obstruidas con tablas y se detectaron heces en las paredes de los dormitorios, presencia de pulgas, así como escasez de ropa y alimentos. Los policías afirmaron que la puerta donde dormían estaba cerrada por fuera, con varios cerrojos y sin manija. Los niños permanecían encerrados parte del día y toda la noche, sin posibilidades de salir por sus propios medios.
El área infantil donde permanecían los menores fue calificada por policías como un “calabozo”, debido a la existencia de una cámara de video conectada directamente con la habitación del padre. “Es repugnante. Esa es la única palabra para describirlo. Es repugnante”, declaró la agente Ally Wilson. Los menores fueron extraídos de la vivienda y puestos bajo la custodia de CYS, donde continúan actualmente.

Tras diversos reportes y tras constatar la situación, las fuerzas de seguridad entregaron una orden de registro el miércoles siguiente, cuando arrestaron a James Russell Kahl, de 65 años, y a Carly Kahl, de 41 años, padres de los cinco menores. Como resultado del cateo, los uniformados recuperaron una pistola eléctrica, una réplica de arma de fuego, una cámara de vigilancia, sustancias controladas y materiales para el consumo de drogas.
Los informes policiales precisan que aparte de los tres cerrojos externos en la puerta de la habitación infantil, no existía ningún mecanismo que permitiera a los niños abrir desde dentro, lo cual, de acuerdo con los cargos, los mantenía privados de libertad parcial o totalmente durante extensos periodos. Según el fiscal de distrito del condado de Fayette, Mike Aubele, “no puedo imaginarme vivir en una casa como la que vimos”.

El expediente judicial consigna que tanto James Russell Kahl como Carly Kahl enfrentan múltiples cargos, entre ellos poner en peligro el bienestar de un menor, agresión agravada y conducta imprudente. El fiscal de distrito Aubele destacó el papel de la persona allegada que reportó el caso, así como la prontitud de CYS y la Policía Estatal de Belle Vernon durante la intervención y las investigaciones.
Las autoridades recalcaron que, tras el retiro seguro de los menores, la investigación prosiguió para asegurar la detención de los responsables y la protección continua de los menores afectados. Actualmente, los hermanos permanecen bajo el resguardo de los Servicios para Niños y Jóvenes.
El caso de Redstone Township ha generado atención en los organismos encargados de la infancia en Pensilvania, por la gravedad de las condiciones reveladas y la aparente prolongación de malos tratos en el entorno doméstico. La información oficial indica que las investigaciones continúan abiertas mientras los responsables enfrentan el proceso judicial correspondiente. Testimonios de funcionarios y los detalles aportados en los registros policiales han servido para esclarecer los hechos.