(Imagen Ilustrativa Infobae)Sentir un cansancio extremo, incluso cuando parece normal, puede ser más que solo estrés: podría indicar anemia o hipotiroidismo. En el Perú, muchas personas atribuyen su fatiga al agotamiento por la situación política, económica o social del país, algo que el Ministerio de Salud (Minsa) reconoce como un problema creciente. Además, según reportes de salud pública, los casos de ansiedad y estrés severo han aumentado notablemente, lo que puede agravar la sensación de agotamiento.
Sin embargo, cuando el cansancio es tan intenso que interfiere con tus actividades diarias, dormir más no basta. En estos casos, podría haber causas médicas subyacentes, como la anemia o el hipotiroidismo, que merecen una evaluación más profunda.
La anemia ocurre cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno, lo que provoca fatiga persistente. En el Perú, la anemia sigue siendo un desafío para la salud pública, algo que el Minsa monitorea de cerca.
El cansancio asociado a la anemia suele ir acompañado de otros signos: debilidad, palidez de piel o mucosas, mareos, dificultad para respirar con poco esfuerzo o palpitaciones. En la anemia por enfermedades crónicas (como infecciones o enfermedades autoinmunes), los síntomas pueden desarrollarse de forma gradual porque el cuerpo se adapta lentamente.
La anemia ocurre cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno (Freepik)Si tienes estos síntomas, el médico puede pedir un hemograma completo (para medir la hemoglobina) y otros estudios como ferritina o perfil de hierro. Según expertos, si tus niveles están por debajo del rango normal, podrían indicar anemia y requerir una investigación para identificar su causa.
El hipotiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides produce muy poca hormona tiroidea, esencial para regular el metabolismo y los niveles de energía. Una de las señales más frecuentes es el agotamiento constante.
Además de la fatiga, otros síntomas pueden incluir: sensación de lentitud mental, debilidad muscular, intolerancia al frío, aumento de peso, piel seca, cabello frágil y lento tránsito intestinal. Muchas personas con hipotiroidismo reportan que duermen más, pero aun así se sienten sin energía.
Para diagnosticarlo, se realizan análisis de sangre como la hormona estimulante de tiroides (TSH) y las hormonas tiroideas (por ejemplo, T4 libre). Si tus niveles están fuera de los rangos normales, tu médico podría recetar reemplazo hormonal para normalizar tu energía.
El hipotiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides produce muy poca hormona tiroidea (Imagen Ilustrativa Infobae)El cansancio extremo no siempre se debe solo a anemia o tiroides baja. Otras condiciones médicas pueden provocar fatiga profunda. Algunas incluyen:
- Insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison): produce una disminución en hormonas como el cortisol, lo que genera cansancio, pérdida de peso, debilidad y mareos.
- Enfermedad renal crónica: cuando los riñones no funcionan bien, disminuye la producción de eritropoyetina, hormona que estimula la creación de glóbulos rojos, lo que puede causar anemia renal y fatiga.
- Enfermedades inflamatorias o crónicas: algunas enfermedades como artritis reumatoide o infecciones prolongadas generan inflamación que altera el uso del hierro y la producción de glóbulos rojos, provocando anemia y debilidad.
- Fatiga por medicamentos, mala calidad de sueño, depresión o estrés prolongado: según fuentes médicas, el agotamiento también puede estar relacionado con factores del estilo de vida, además de condiciones médicas.
- No lo ignores: aunque muchos atribuyen la fatiga a estrés o estar muy ocupados, si persiste más de unas semanas y afecta tu vida diaria, vale la pena evaluar con un médico.
- Hazte análisis de sangre: solicita un hemograma completo, perfil de hierro, ferritina, TSH y hormonas tiroideas si los síntomas encajan.
- Registra tus síntomas: anota cuándo te sientes más cansada, qué tan intenso es el agotamiento, si viene con otros síntomas (mareos, palidez, aumento de peso, cambios de ánimo). Esto ayuda al médico a orientar el diagnóstico.
- Cuida tu estilo de vida: asegúrate de dormir lo suficiente, comer bien (incluyendo fuentes de hierro si te preocupa la anemia), manejar el estrés y hacer ejercicio moderado. Estos hábitos pueden ayudar, pero no sustituyen una evaluación médica si algo no va bien.
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