
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a refrescos y bebidas azucaradas, al asegurar que la medida no tiene fines recaudatorios, sino de salud pública, especialmente para combatir la obesidad infantil y enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión.
Durante “la Mañanera del Pueblo”, la mandataria federal afirmó que el objetivo principal del incremento es reducir el consumo de estos productos en la población mexicana.
“El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos. El nivel de diabetes, hipertensión, obesidad de los niños y niñas en México ha aumentado”, señaló.
Sheinbaum explicó que el diagnóstico sobre el impacto del consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas se ha obtenido gracias al programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, implementado en escuelas primarias del país, donde se mide talla, peso y condición física de los menores.
“Se ha visto que ha aumentado el problema de obesidad y diabetes y que está asociado al consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas”, advirtió.

La presidenta planteó que el aumento al impuesto podría modificar los hábitos de compra de las familias mexicanas.
“Si se destina 100 pesos a comprar bebidas azucaradas en un mes, vas a comprar menos refresco”, afirmó.
Además, anunció que el gobierno federal impulsará una campaña informativa a nivel nacional para sensibilizar a la población sobre los riesgos del alto consumo de azúcar en la dieta diaria.
“Se hará una campaña de información de la Secretaría de Salud del efecto que tiene el consumo de las bebidas azucaradas y comida chatarra”, dijo.
Sheinbaum agregó que incluso las empresas refresqueras han aceptado reformular sus productos para reducir el contenido calórico y mantenerse competitivas ante la disminución en ventas.
“Si este aumento tiene el efecto que las refresqueras reduzcan el 30 por ciento a la fórmula de la Coca Cola o de otras bebidas azucaradas, es doblemente bueno”, destacó.
Cabe recordar que a partir de 2026, las bebidas azucaradas mantendrán un IEPS de 3,08 pesos por litro, mientras que las bebidas sin azúcar o de bajo contenido calórico estarán sujetas a un gravamen de 1,50 pesos por litro.
El anuncio ha generado reacciones divididas entre consumidores y la industria de bebidas, que advierten posibles afectaciones económicas. Sin embargo, el gobierno federal sostiene que el costo de las enfermedades relacionadas con la mala alimentación es mucho mayor para el sistema de salud público.