
Seth Rogen y Ben Stiller compartieron escenario en el Fine Arts Theater de Beverly Hills, donde ofrecieron una noche cargada de humor, nostalgia y una mirada aguda sobre la industria televisiva actual.
El evento fue presentado por Josh Horowitz, quien condujo la tercera edición en vivo de su podcast Happy Sad Confused en Los Ángeles. La reunión reunió a los creadores responsables de las dos series con mayor número de nominaciones a los premios Emmy este año: Severance y The Studio.
Durante el encuentro, Horowitz resaltó el impacto de Rogen y Stiller en la temporada de premios, ya que “dominan la conversación de los Emmy este año”. Severance acumula 27 nominaciones y The Studio cuenta con 23, sumando medio centenar de candidaturas y consolidándolos como figuras clave de la televisión contemporánea.

Los protagonistas repasaron la trayectoria de sus producciones y comentaron el significado de este reconocimiento. Stiller, productor ejecutivo y director de Severance, relató que el proyecto nació seis años atrás junto a Dan Erickson, y explicó la incertidumbre sobre si la audiencia conectaría o no.
“Fue extraño escuchar a la gente usar términos que solo existían en el guion, como ‘innie’ y ‘outie’. De repente, el mundo hablaba nuestro idioma”, manifestó Stiller ante el público y la audiencia de YouTube.
Rogen, en tanto, describió el desafío de crear una sátira sobre Hollywood fiel tanto al público general como a quienes integran la industria. “Mi mayor temor era que la gente del sector pensara que no habíamos capturado la esencia de lo que hacemos aquí”, admitió.
Al tiempo que agregó que la tensión de impresionar a colegas y referentes del rubro fue más intensa que en otros trabajos anteriores, y que la respuesta positiva del ambiente resultó especialmente gratificante.

Ambos recordaron cómo la influencia familiar marcó sus vocaciones. Stiller evocó la inspiración de haber crecido junto a sus padres, Jerry Stiller y Anne Meara, figuras del espectáculo. “Ver lo que hacían en el escenario era mucho más emocionante que cualquier otra cosa”, afirmó.
Rogen agradeció el apoyo incondicional de sus padres, grandes fanáticos del cine y la comedia, quienes lo animaron a presentarse en clubes desde los trece años. “Mi madre me llevaba a los clubes de comedia cada semana”, rememoró, destacando que la relación creativa con Evan Goldberg permanece activa desde la adolescencia.
La conversación, marcada por bromas y complicidad, abordó también la evolución de sus carreras y el paso de la actuación a la creación y dirección. Stiller confesó que comenzó a dirigir por la necesidad de crear sus propias oportunidades, sintiendo una atracción especial por el proceso de hacer películas. Rogen recordó su experiencia inicial como guionista en Primer Año y la decisión de asumir control completo sobre sus proyectos.

Las anécdotas sobre trabajar con leyendas del cine enriquecieron el diálogo. Rogen contó cómo fue dirigir a Martin Scorsese en The Studio, describiéndolo como “una de las cosas más intimidantes” de su carrera.
“No dormí la noche anterior. Mi madre me llamó y me dijo: ‘Debe ser terrible’. Y sí, lo era”, relató provocando risas. Stiller, por su parte, compartió recuerdos junto a Steven Spielberg y Tom Cruise, además de admitir el impacto de enfrentarse a directores como James Cameron.
Ambos reflexionaron sobre la tensión entre arte y negocio en la industria audiovisual. Stiller consideró que cada etapa obligó a decidir qué priorizar, mientras que Rogen reconoció que rara vez sintió el miedo de perder su trabajo por no priorizar el aspecto comercial. “Es más fácil inclinarse por el arte cuando no tienes ese riesgo”, destacó.

El éxito de sus series y la respuesta de la crítica y el público también tuvieron lugar en la charla. Stiller confesó que suele evitar leer reseñas, aunque no siempre lo logra, mientras que Rogen ironizó sobre la influencia de plataformas como Rotten Tomatoes en la opinión sobre su trabajo. Ambos coincidieron en que el reconocimiento es valioso, pero enfrentan una presión constante.
Sobre nuevos proyectos, Stiller confirmó el inicio próximo del rodaje de una nueva entrega de la saga Los Fockers: la familia de mi esposo, titulada Focker in Law, con la participación de Skyler Gisondo y Ariana Grande. “Cualquier oportunidad de trabajar con Robert De Niro la aprovecho”, aseguró.
Rogen compartió las dificultades para escribir cameos en la próxima temporada de The Studio, ya que cada episodio depende de la disponibilidad de celebridades concretas. “Si una persona dice que no, debemos descartar el episodio y comenzar de nuevo”, explicó.
El evento, definido por un ambiente de honestidad, humor y análisis del oficio, reafirmó el prestigio de Severance y The Studio como referentes de la televisión actual. La complicidad entre Rogen y Stiller, sumada a la conducción de Horowitz, ofreció una velada memorable, tanto para quienes presenciaron el espectáculo como para los seguidores de la transmisión en YouTube.