La meta era muy sencilla, solo gastar 10 mil pesos - crédito @soyeldane1 / TikTokLa búsqueda de comida económica en Medellín llevó al creador de contenido @soyeldane1 a recorrer dos zonas emblemáticas de la ciudad: un barrio popular y el sector del Poblado, conocido por su alto nivel de gentrificación y precios elevados.
Su objetivo era claro: descubrir qué se podía comprar con un presupuesto de 10.000 pesos colombianos en cada lugar, y comparar la experiencia.
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El recorrido comenzó en un barrio de clase trabajadora, Manrique, donde la expectativa era encontrar opciones accesibles y auténticas. Allí, el influencer optó por una arepa de queso, que costó 6.000 pesos.
Al recibir el plato, destacó la generosidad del relleno y la calidad del producto: “Esto es puro queso. Parce, nada más ustedes tiran y bum”, dijo @soyeldane1 en su video de TikTok, mientras mostraba la textura y el sabor de la arepa.
La satisfacción fue evidente, calificando el platillo con un “diez de diez y por el precio le doy un veinte de diez”. Con 4.000 pesos restantes, decidió probar un perro caliente, preparado al gusto del cliente y también a un precio asequible.
“Hermosos, solamente cuatro luquitas. Como arepa y perrito. Uno siente, que la materia prima es como barateli, se siente. Pero esto por cuatro luquitas calma el hambre de una manera increíble”, relató, subrayando la relación entre precio y saciedad.
El siguiente destino fue el Poblado, un sector reconocido por su transformación urbana y el encarecimiento de la vida cotidiana. Allí, la búsqueda de opciones dentro del presupuesto resultó mucho más compleja.
Conseguir la comida en el barrio popular fue una tarea fácil - crédito @soyeldane1 / TikTokLos primeros intentos incluyeron consultar el precio de chuzos, que costaban 12.000 pesos, y perros calientes, que alcanzaban los 14.000. Incluso una rosa en una máquina dispensadora tenía un precio de 20.000 pesos, lo que evidenció la diferencia de costos entre ambos sectores.
Tras varios intentos recorriendo las calles del Poblado, el creador de contenido localizó un puesto de tacos donde pudo adquirir uno al pastor por 6.600 pesos.
Aunque valoró la cantidad de carne y el relleno, criticó la calidad de la tortilla: “La tortilla está horrible. Tiene buena porción de carne, buena porción así como de relleno, pero es que la tortilla está como... Es como cuando usted tiene una arepa así fría, como que usted le siente así como que se desmorona”. La calificación final fue de seis sobre diez, reflejando una experiencia menos satisfactoria que en el barrio popular.
Con 3.400 pesos aún disponibles, la búsqueda continuó, pero las opciones eran limitadas. Las empanadas de pollo en un puesto callejero costaban 4.500 pesos, superando el presupuesto restante.
La comida en el Poblado, no fue lo que esperaban - crédito @soyeldane1 / TikTokFinalmente, tras una larga caminata, encontró un perro vegetariano por 3.500 pesos, aunque esto implicó exceder el presupuesto inicial en 100 pesos. El resultado no fue el esperado: “Este es bastante pobrecillo, pero bueno. Le doy un cinco de diez”, además, que era vegetariano, dado que no tenía salchicha, por lo que el costo fue solo del pan, la papa y las salsas.
Al concluir la experiencia, el influencer reflexionó sobre la brecha de precios y calidad entre ambos sectores. Aunque esperaba que la diferencia fuera aún mayor, reconoció que la comida callejera en Provenza sigue siendo más costosa y menos satisfactoria en comparación con la de los barrios tradicionales.
“La calidad en Manrique fue superior, pero nada, obviamente hay diferencia de estratos”, afirmó, invitando a sus seguidores a sugerir nuevas comparativas entre restaurantes de diferentes zonas de Medellín.
La travesía de @soyeldane1 evidenció que, pese a la gentrificación y el aumento de precios en sectores como Provenza, aún es posible encontrar opciones asequibles, aunque la calidad y la cantidad no siempre se equiparan a las de los barrios populares.
hace 3 horas
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