Se hizo un tatuaje en memoria de su hermano y casi le cuesta la vida

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Quiniece Washburn gasto 350 dólaresQuiniece Washburn gasto 350 dólares en un tatuaje que terminó llevándola al hospital (Créditos: Facebook/Honey Marie)

A raíz de un homenaje personal, Quiniece Washburn, de 36 años, experimentó una grave emergencia médica tras realizarse un tatuaje en memoria de su hermano fallecido.

La mujer, residente y madre de dos hijos, decidió tatuarse el rostro de su hermano en la pantorrilla izquierda, con la intención de mantenerlo simbólicamente cerca después de que él muriera por una sobredosis. De acuerdo con su relato al Daily Mail, ambos compartían un vínculo estrecho, y sentía que el tatuaje sería una forma de mantenerlo a su lado.

Washburn pagó 350 dólares por el tatuaje, pero durante la sesión ya sintió molestias, como una sensación de ardor y dolor al ser limpiada la zona, aunque observó que el tatuador desempaquetó agujas nuevas delante de ella. Sin embargo, tras dejar el estudio, el tatuaje empezó a filtrar tinta y poco después comenzó a supurar una mezcla de tinta, sangre y pus amarillo, acompañada de dolor intenso.

Quiniece Washburn quería rendir homenajeQuiniece Washburn quería rendir homenaje a su hermano fallecido con un tatuaje. Sin embargo, desde que el tatuador estaba haciendo su trabajo sintió diversas molestias que predijeron un desastroso resultado (Créditos: Facebook/Honey Marie)

Washburn explicó que la gravedad del dolor la obligó a cojear e incluso a arrastrar la pierna al caminar; la situación fue particularmente angustiante por tratarse de la imagen de su hermano. La reacción adversa se intensificó rápidamente, forzando a Washburn a buscar atención médica en un hospital. Allí recibió tratamiento antibiótico, regresando alrededor de diez veces para recibir medicación intravenosa antes de ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) por una infección grave.

Los médicos diagnosticaron a Washburn con celulitis bacteriana, una complicación potencialmente severa que causa fiebre elevada, escalofríos, entumecimiento y dolor significativo, además de otros síntomas. El tratamiento inmediato resulta esencial para evitar que la infección avance y cause problemas mayores; los especialistas suelen utilizar antibióticos orales, inyecciones o terapia intravenosa en casos severos, y en situaciones más complicadas puede requerirse cirugía para drenar pus o eliminar tejido muerto.

El tatuaje de Quiniece comenzóEl tatuaje de Quiniece comenzó a superar y el dolor era tan insoportable que tuvo que ser hospitalizada (Créditos: Kennedy News & Media)

Durante su estancia hospitalaria, Washburn llegó a registrar con una fotografía un momento en que “se veía material verde infectado saliendo” de la zona afectada. Aunque el origen preciso de la infección no quedó completamente determinado, Washburn indicó que el hospital no encontró evidencias directas de productos contaminados. “Vi cómo sacaba las agujas nuevas, pero si la pistola no se limpia bien, eso también puede causar una infección, ya que podrían quedar fluidos de otra persona”, explicó Washburn.

Se sabe que las infecciones bacterianas más frecuentes relacionadas con tatuajes corresponden a los géneros Staphylococcus y Streptococcus, capaces de provocar desde fascitis necrosante hasta síndrome de shock tóxico. Aunque la mujer había investigado al tatuador y apreciaba su trabajo previo, nunca se había tatuado anteriormente con él. Durante la sesión, el proceso de limpiar el diseño con papel para retirar el exceso de tinta, sangre y plasma resultó particularmente doloroso y, tras finalizar, Washburn notó un flujo anormal de plasma en el área tatuada.

Quiniece Washburn quedó con unQuiniece Washburn quedó con un tatuaje "completamente arruinado" debido a una celulitis bacteriana (Créditos: Facebook/Honey Marie)

Con el paso de los días, la piel hinchada empezó a secretar líquidos debajo de la superficie, formándose ampollas que distorsionaron el retrato de su hermano. “Podía apoyar una toalla de papel blanca sobre el tatuaje y toda la imagen se quedaba en el papel”, describió Washburn.

El tratamiento intensivo duró alrededor de dos semanas, incluyendo antibióticos orales y vía intravenosa. El resultado, según narró Washburn, fue un tatuaje “prácticamente arruinado”, con gran cantidad de tejido cicatricial, apariencia agrietada y oscurecida, y con el rostro completamente irreconocible. Los médicos le recomendaron no intervenir nuevamente en la zona durante al menos un año, por lo que ha decidido dejar la piel tal como está.

Posteriormente, el tatuador le devolvió el dinero pagado y le otorgó un monto adicional de 200 dólares. Washburn, a partir de su experiencia, aconsejó vigilar de cerca al tatuador durante todo el proceso y asegurarse de que las condiciones higiénicas sean estrictas: “Le diría a la gente que observe a su tatuador y se asegure de que todo esté limpio”.

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