La noche en la que Lanús selló su clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana 2025 ante Central Córdoba de Santiago del Estero quedará en la memoria no solo por la dramática definición y el festejo local, sino también porque trajo consigo la primera aplicación de la regla “Julián Álvarez” en una tanda de penales en esta competencia. La escena, protagonizada por Jonathan Galván durante la serie definitoria, marcó un precedente para el fútbol sudamericano al implementar por primera vez el cambio reglamentario surgido tras una polémica global originada en la Champions League y que había despertado debates en todos los continentes.
El partido se desarrolló en el estadio Ciudad de Lanús - Néstor Díaz Pérez y tuvo todos los condimentos propios de una serie cerrada. Lanús necesitaba revertir el 0-1 sufrido en Santiago del Estero, y lo consiguió agónicamente con un gol en los minutos finales, lo que llevó la definición a los penales. Allí, a la tensión habitual de este tipo de instancias se sumó un episodio inédito: Galván convirtió en su primer intento desde el punto penal, pero el remate debió repetirse por el accionar conjunto del árbitro Cristian Garay, el VAR y la nueva normativa implantada este mismo año.
La jugada se desarrolló bajo la mirada de los casi 40.000 espectadores que colmaron el estadio. Galván avanzó para ejecutar el penal que podía darle vida a su equipo. Remató y la pelota ingresó en el arco. Sin embargo, su gesto técnico tuvo una particularidad: se resbaló en el momento clave y, tras el impacto con el pie derecho, su pierna izquierda entró en contacto con el balón, modificando involuntariamente la dirección y el efecto de la pelota. Garay, atento, no dudó en pedir la verificación del VAR. Las imágenes confirmaron el doble toque. Conforme a la nueva reglamentación, el penal debía repetirse, pese a que la pelota había terminado en gol.
Este protocolo representa una de las novedades en materia de arbitraje y remite directamente a lo sucedido con Julián Álvarez meses atrás. En una definición trascendental entre el Atlético Madrid y el Real Madrid en Champions League, el delantero ejecutó un penal clave que terminó en gol, pero una torpeza en el apoyo generó que impactara la pelota con ambos pies. Aquella vez, el árbitro anuló el tanto y otorgó tiro libre indirecto al equipo rival. La decisión motivó una intensa polémica internacional y derivó en una revisión integral de la reglamentación en cuanto a los penales ejecutados con doble toque involuntario.
Desde ese momento, las autoridades de la International Football Association Board (IFAB) modificaron el protocolo: si al patear un penal el ejecutor toca el balón con ambos pies de forma accidental, la jugada no se anula, sino que debe repetirse la ejecución. El cambio buscó generar mayor equidad en este tipo de acciones, considerando que el fenómeno suele producirse por una pérdida de estabilidad o un resbalón fortuito y resulta imposible para el futbolista sacar ventaja intencional.
La definición entre Lanús y Central Córdoba se resolvió finalmente con éxito para el equipo de Mauricio Pellegrino, que se impuso 4-2 desde los doce pasos y se instaló por una vez más en los cuartos de final continentales. En el desarrollo hubo mucho para analizar. El elenco local buscó el empate desde el primer minuto, arremetió a un rival cerrado atrás y recién encontró el gol decisivo en el epílogo. Dylan Aquino conectó un centro desde la derecha y el disparo se desvió en Yuri Casermeiro, introduciendo la pelota en el arco defendido por Alan Aguerre a los 90 minutos exactos.
En el tramo regular del partido, Lanús tuvo la iniciativa y las posibilidades más claras, pero Aguerre se erigió como figura del equipo santiagueño. En la serie desde los doce pasos, la seguridad de los ejecutantes granates fue fundamental: convirtieron Walter Bou, Carlos Izquierdoz, Sasha Marcich y Marcelino Moreno. Por parte de la visita, además de los penales convertidos por Galván y Matías Vera, Gastón Verón desvió su remate, mientras que Nahuel Losada le atajó el tiro a Braian Cufré.
Con este resultado, el Granate se metió entre los ocho mejores de la competencia internacional y en cuartos de final deberá medirse ante Fluminense de Brasil, que viene de dejar en el camino a América de Cali de Colombia. El primer juego será en Lanús, mientras que todo se definirá en Río de Janeiro.