Este martes 22 de julio de 2025 falleció John Michael “Ozzy” Osbourne, legendario vocalista de Black Sabbath y uno de los íconos más influyentes en la historia del heavy metal. El llamado “Príncipe de las Tinieblas” murió a los 76 años, “rodeado de amor”, según confirmó su familia en un emotivo comunicado.
El final de una era
La partida de Ozzy marca el cierre de un capítulo fundamental en la historia de la música. Apenas unas semanas atrás, ofreció lo que sería su último concierto, reuniéndose con los miembros originales de Black Sabbath en Villa Park, Birmingham, la ciudad donde nació artística y espiritualmente. Nadie imaginó que esa sería su despedida definitiva.
Durante años, luchó contra diversos problemas de salud, incluida la enfermedad de Parkinson, diagnosticada hace algún tiempo. A pesar de todo, su pasión por la música no se extinguió: se mantuvo activo hasta el final, reafirmando su estatus como leyenda viva del rock.
Un legado indestructible
Desde finales de los años 60, cuando formó Black Sabbath junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, Ozzy redefinió el panorama musical. No solo ayudó a crear el sonido que dio origen al heavy metal, sino que estableció las bases de un género que influenciaría a millones de músicos alrededor del mundo.
Canciones como “Paranoid”, “Iron Man”, “War Pigs” o “Sweet Leaf” trascendieron generaciones y fronteras. Con su timbre inconfundible, Ozzy le dio a ese sonido pesado y oscuro una personalidad única, imposible de imitar.

El vuelo en solitario
Tras su salida de Black Sabbath en 1979, Ozzy demostró que su talento no dependía de ninguna banda. Como solista, alcanzó nuevas alturas con álbumes como Blizzard of Ozz y Diary of a Madman. Temas como “Crazy Train”, “Mr. Crowley” y “Shot in the Dark” se convirtieron en himnos del metal de los años 80.
Más allá de la música, su carisma y excentricidad lo convirtieron en un fenómeno cultural. Con el reality The Osbournes, mostró una faceta íntima y familiar que lo acercó a nuevas audiencias y lo consolidó como figura transversal de la cultura pop.

Más allá de la controversia
Ozzy fue tan venerado como criticado. Sus legendarias actuaciones —incluyendo morder murciélagos o palomas en el escenario— lo convirtieron en una figura polémica, pero inolvidable. Detrás del personaje provocador, sin embargo, había un músico genuino, un compositor talentoso y un artista que nunca perdió la conexión con su público.
Sus batallas contra las adicciones fueron públicas y dolorosas, pero también reflejo de su humanidad. Nunca ocultó sus demonios: los convirtió en parte de su arte y de su leyenda.

Un adiós que duele
El comunicado firmado por Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis Osbourne pidió privacidad en estos momentos difíciles. Pero la pérdida de Ozzy va mucho más allá del ámbito familiar: impacta a una comunidad global que encontró en su música una banda sonora de vida.
Las redes sociales se han llenado de tributos. Desde veteranos del metal hasta jóvenes artistas emergentes, todos reconocen la huella imborrable que dejó en la historia de la música.
El futuro sin su voz
La muerte de Ozzy llega en un momento particular para la industria musical. Mientras el rock tradicional lucha por mantenerse relevante en la era del streaming y los géneros híbridos, la partida del “Príncipe de las Tinieblas” marca simbólicamente el fin de una generación que definió no solo un sonido, sino una actitud ante la vida.
Su influencia trasciende las métricas de Spotify o las listas de Billboard. Bandas como Metallica, Iron Maiden, Slipknot y Ghost han reconocido públicamente su deuda con el legado de Ozzy. Incluso artistas fuera del metal, desde hip-hop hasta pop alternativo, han sampeleado o referenciado su trabajo, demostrando que su impacto alcanza territorios musicales insospechados.

Los expertos de la industria ya especulan sobre el futuro de Black Sabbath tras esta pérdida. Tony Iommi, el único miembro original que permanecía activo, deberá decidir si continúa el nombre o si prefiere que la banda descanse junto a su vocalista más icónico. Las posibles reediciones, documentales póstumos y tributos prometen mantener vivo el debate sobre su legado durante años.
Su muerte cierra definitivamente el capítulo de los pioneros del heavy metal, dejando a la industria musical un poco más huérfana de personalidades genuinas. El Birmingham que lo vio nacer artísticamente ahora lo despide como una leyenda mundial.
John Michael Osbourne (1948-2025): De las fábricas de Birmingham a los escenarios del mundo. El viaje ha terminado, pero el eco permanece.
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