
La experiencia de caminar cada mañana entre arcos encantadores, rodeado de jardines cuidados al detalle, con la posibilidad de disfrutar eventos exclusivos y traslados VIP a los parques temáticos más famosos del mundo, es ahora una realidad para quienes pueden pagar millones. Golden Oak, una comunidad residencial ubicada dentro del complejo de Walt Disney World Resort, ofrece la posibilidad de comprar una vivienda permanente en lo que se conoce como “el lugar más feliz de la Tierra”.
Con precios que comienzan en los pocos millones y alcanzan cifras de hasta 13 millones de dólares, este rincón de Disney fue diseñado para un grupo exclusivo de compradores. Uno de los listados actuales en Realtor.com, una mansión de más de 7,000 pies cuadrados ubicada en 10138 Enchanted Oak Drive, destaca por sus cinco dormitorios, cocina de verano, piscina con spa y vistas a áreas de conservación. Su valor: 13 millones de dólares, con una cuota mensual de 2,830 dólares en tarifas de asociación de propietarios (HOA).
La comunidad se autodefine como un resort residencial donde las familias viven “en el abrazo del lujo, la privacidad y la magia de Disney”. Esta frase no es solo marketing: los residentes acceden a eventos especiales, traslados internos, servicios personalizados y hasta horas mágicas extendidas en los parques, todo incluido en el paquete de membresía del Club Life.

La historia de Golden Oak se remonta a hace 15 años, cuando Disney comenzó a planificar una comunidad residencial destinada al público de alto poder adquisitivo. Según explicó Alan Chang, experto nacional en títulos y cierres de propiedades, “definitivamente no es para el estadounidense promedio, ya que estas propiedades comienzan en los millones bajos y solo suben desde allí”.
Los beneficios para los residentes incluyen acceso al club privado Summerhouse y una gama de servicios premium: conserjería, organización de eventos temáticos, experiencias personalizadas dentro de los parques y transporte especializado a los destinos de Disney. A pocos pasos, también se encuentra el Four Seasons Resort Orlando, con un campo de golf de 18 hoyos, spa, restaurantes de lujo y salas de reuniones.
El diseño arquitectónico de las casas, como la ubicada en Enchanted Oak Drive, incluye grandes ventanales con luz natural, techos con vigas expuestas y materiales de alta gama. Los espacios exteriores están pensados para el esparcimiento familiar con detalles como balcones privados, porches, cocheras múltiples y piscinas climatizadas.
Si bien para algunos fanáticos de Disney esta posibilidad representa una especie de “Santo Grial”, como señaló Alex Beene, instructor de alfabetización financiera en la Universidad de Tennessee en Martin, para la gran mayoría de los compradores potenciales esta idea no pasa de ser una fantasía. “Incluso si pudieras permitirte el precio de la propiedad, también deberías pagar decenas de miles de dólares al año en tarifas de HOA y membresía por el privilegio de vivir en el ‘Lugar más feliz del mundo’”, explicó Beene a Newsweek.
El mismo Chang añadió que “solo las cuotas de membresía y los pagos asociados podrían superar lo que muchos estadounidenses pagan por una hipoteca completa”. Por ello, describió la compra de este tipo de viviendas como una manera de “deshacerse rápidamente de un excedente de fondos” para quienes ya tienen resueltos todos los aspectos económicos de su vida.

La idea de residir dentro de Disney World representa algo más que una inversión inmobiliaria; para quienes acceden a esta posibilidad, implica un estatus. La cercanía diaria con los parques, las experiencias curadas por la propia marca Disney y el entorno hipercontrolado generan una sensación de pertenencia única que no se encuentra en ninguna otra comunidad residencial del país.
Sin embargo, esto también ha generado críticas por reforzar una forma de segregación basada en el acceso económico. Mientras millones de personas sueñan con una visita ocasional a Disney, un puñado tiene la capacidad de convertirlo en su domicilio permanente. En un contexto de crisis de vivienda y disparidad económica creciente en Estados Unidos, esta realidad contrasta de forma evidente con la situación del ciudadano promedio.

A pesar de que el mercado de la vivienda en Florida experimenta una corrección tras el auge provocado por la pandemia de COVID-19, las propiedades en Golden Oak mantienen su valor. Esto se debe a su exclusividad y al perfil de sus compradores: inversionistas internacionales, celebridades, empresarios y fanáticos de Disney con recursos casi ilimitados.
Como concluyó Beene, “claramente, estas propiedades son solo para los ultra ricos con un amor real por los parques de Disney, pero ese grupo selecto puede, sin duda, mantener altos los precios y la reputación de esta comunidad”.
En este enclave residencial de lujo, la magia no es gratuita. Pero, para quienes pueden pagarla, vivir en Disney World ya no es solo un sueño de infancia: es una postal costosa, pero posible.