
Al menos 21 personas resultaron heridas en el transcurso de una nueva ola de ataques aéreos rusos lanzados durante la noche en distintos puntos de Ucrania, informaron este miércoles las autoridades regionales.
La ofensiva coincide con un incremento en la intensidad de los bombardeos por parte de Moscú, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para alcanzar un alto el fuego mediante contactos directos con Kiev y el Kremlin.
El ataque más grave se produjo en la región industrial de Dnipropetrovsk, donde 15 civiles sufrieron heridas, según detalló el gobernador Sergiy Lysak. Las víctimas, de entre 18 y 87 años, incluyen personas con lesiones de diversa gravedad; ocho de ellas permanecen hospitalizadas. Lysak publicó imágenes que muestran varios edificios residenciales severamente dañados.

En la región oriental de Donetsk, una ofensiva con drones en la ciudad de Kramatorsk, cerca del frente de batalla, dejó heridas a una niña de 11 años, su madre y su abuela, según el gobernador regional.
En la región de Zaporitzhia, zona que Rusia asegura haber anexado en 2022, un hombre de 60 años resultó herido. En la frontera oriental, en la región de Kharkiv, dos personas —un hombre de 65 años y una mujer de 50— fueron alcanzadas por un ataque que golpeó instalaciones civiles.
Por su parte, la fuerza aérea ucraniana reportó que el ejército ruso lanzó 55 drones de ataque, de los cuales 32 fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea desplegados en el país.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, confirmó por primera vez la presencia de tropas ucranianas en territorio ruso, específicamente en las regiones de Bélgorod y Kursk, donde Kiev desarrolla desde agosto de 2024 una ofensiva terrestre con el objetivo de establecer una zona de amortiguación frente a la frontera común.

“El comandante en jefe (de las Fuerzas Armadas), Oleksander Sirski, me ha informado sobre la situación en el frente, incluyendo nuestra presencia en las regiones de Kursk y Bélgorod. Seguimos llevando a cabo operaciones activas en las zonas fronterizas en territorio enemigo, y es absolutamente justo: la guerra debe volver a su origen”, declaró Zelensky en su mensaje vespertino.
El mandatario explicó que estas operaciones buscan “proteger al máximo nuestra tierra y comunidades en Sumi y Kharkiv de los ocupantes rusos”.
Zelensky indicó que las fuerzas ucranianas operan “a lo largo de la línea fronteriza, en la llamada ‘zona gris’ y directamente en territorio enemigo”. Afirmó que la presión militar en Kursk contribuyó a liberar recursos en otras zonas críticas del frente, como Donetsk, y agradeció a las unidades por “infligir bajas al invasor y defender” posiciones ucranianas.

Según el Gobierno de Kiev, la ofensiva permitió el control de hasta un centenar de localidades y varias decenas de kilómetros cuadrados en Kursk. Moscú, por su parte, reconoció combates activos en algunas áreas y sostuvo que varias unidades ucranianas fueron expulsadas o capturadas como prisioneros de guerra.
(Con información de EFE y AFP)