Rosalía deslumbra con Lux, un álbum que mezcla 13 idiomas y navega entre la dualidad de la luz, el amor y la espiritualidad

hace 8 horas 2
Rosalía: "Berghain", con las presentaciones de Björk y Ives Tumor

Después de tres años de espera, Rosalía está lista para iniciar su nueva era. La cantante ha terminado su viaje de introspección y cuenta los días para presentar Lux, su cuarto álbum de estudio. Los nervios y las ansias han invadido a los fanáticos, más aún después de la presentación de Berghain. En ese contexto de expectativa mundial, Infobae tuvo acceso a una escucha exclusiva del material que la española lanzará el 7 de noviembre. Se trata de una obra de una hora de duración, distribuida en cuatro movimientos, integrada por 18 canciones. Una experiencia sonora que conecta con lo más intrínseco del ser humano: las constantes luchas internas de la luz y oscuridad, el amor y hasta el anhelo por acercarse a Dios.

Mediante este disco, la artista busca conectar con todo el mundo y romper barreras culturales e idiomáticas. Fue así como la joven ha logrado expresarse en 13 idiomas -español, catalán, inglés, latín, siciliano, portugués, francés, ucraniano, árabe, mandarín, alemán, lo que convierte al disco en un proyecto multilingüe sin precedentes en su carrera- y ahondar en el misticismo femenino.

A pura estridencia, pero con la sensibilidad del piano, este viaje comienza con Sexo, Violencia y Llantas. Rosalía expresa su amor a Dios y compara el mundo terrenal con el plano divino. Sin embargo, aborda un costado más personal en Reliquia, donde relata sus pérdidas, lanzando metáforas y hablando de su paso por diferentes ciudades del mundo. Así, canta: “Seré tu reliquia”, “No soy una santa, pero estoy blessed”, “Mi corazón nunca ha sido mío”, “El cielo nació en Buenos Aires”, “Perdí mi tiempo en L.A”. En esta última frase, la joven hace referencia a su relación con Rauw Alejandro, con quien vivió diferentes etapas de su relación en esta ciudad.

Tanto en Divinize, Porcelana y Mio Cristo, la joven demuestra su talento vocal y su habilidad para adaptarse a idiomas como el catalán, inglés, latín e italiano. Así, poco a poco, la tensión llega a su punto más alto en el segundo movimiento. Surgido de la influencia de la santa alemana Hildegarda de Bingen y del club homónimo de música tecno en Berlín, Berghain evidencia la amplitud de referencias que nutren el álbum. Una de las frases que llamó la atención de los fans fue “Solo soy un terrón de azúcar”. Si bien podría referirse a la dulzura de la española o funcionar como metáfora del café de Rosalía, también funciona como guiño a la colaboradora de la cantante en este tema, Björk. La islandesa inició su carrera junto a la banda The Sugarcubes.

Tras la oscuridad del comienzo, en este movimiento, Rosalía afronta una etapa de transformación e introspección en esta historia. En ese sentido, La Perla marca un punto de inflexión: la letra habla de una “decepción local”, “un terrorista emocional”, “tiene el podio de la gran decepción”, “campo de minas para mi sensibilidad”. Sin nombrarlo, Rosalía pareciera describir sus sensaciones tras su ruptura con Rauw Alejandro. Como si fuera poco, el título La perla podría hacer referencia a la letra del tema ‘Promesa’, canción que la pareja había lanzado en conjunto: “Una promesa nunca es pa’ mirar atrás. Si preguntaras, yo te la volvería a jurar. Como una perla, que volvió al fondo del mar. Si te perdiera, sé que te volvería a encontrar”.

Rosalía publica 'Berghain' con BjörkRosalía publica 'Berghain' con Björk e Yves Tumor (SONY MUSIC SPAIN)

Esta furia y desilusión se intensifican en De Madrugá, donde la cantante expresa: “Para desquitarme tengo derecho”, “me pesan las cadenas”, “todos los luceros del cielo se reflejan en mi pecho”. Sin embargo, todo cambia al iniciar el tercer movimiento. Con un sonido bailable, percusión y más ritmo, Dios es un stalker abre paso a una etapa de aceptación, cambio, calma y reflexión. Rosalía recibe la luz para aceptarse y valorarse más que nunca. “Puedo decir que estoy en paz”, “Nunca seré tu mitad”, “seré mía”, “mi corazón nunca tuvo tus iniciales”, reza la canción Focu ‘ranni.

Llegando al final del álbum, la española pondera el feminismo en Novia robot y reafirma: “Te liberé, me liberé”, “él lo que quiere es poder, pero no entiende que lo tenemos”, “me pongo guapa para Dios”. En esa lucha de amor, luces y sombras, el disco finaliza con la cantante observando su muerte. Mientras se acerca al plano divino, la artista vuelve a dirigirse por última vez a su antiguo vínculo en Magnolias y le pide: “Tírame magnolias”, “bailando con amor sobre mi cadáver”, “Dios desciendo y yo asciendo”, “yo que vengo de las estrellas, hoy me convierto en polvo”.

El álbum fue grabado con la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Daniel Bjarnason y cuenta con voces femeninas como Bjork, Carminho, Estrella Morente, Silvia Pérez Cruz, la Escolanía de Montserrat, el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, Yahritza e Ives Tumor.

Fotografía de Rosalía en laFotografía de Rosalía en la portada del álbum de 'LUX'. (Noah Dillon)

Días atrás, la imagen de Rosalía vestida de blanco, con un velo que evocaba la silueta de una monja y la palabra Lux iluminando una de las pantallas más emblemáticas de Times Square, marcó el anuncio internacional de su cuarto álbum de estudio.

Lux se presenta como una obra que desafía los límites convencionales del pop internacional. El álbum fusiona flamenco, ópera y pop, y cuenta con la participación de la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección de la arreglista Caroline Shaw, ganadora del Premio Pulitzer.

El proceso creativo detrás de Lux se extendió durante tres años, un periodo en el que Rosalía se sumergió en el aprendizaje de nuevos idiomas y en la experimentación musical. En declaraciones recogidas por The New York Times, la artista confesó: “Han sido tres años trabajando en un proyecto completamente diferente a lo que había hecho antes. Daba un poco de miedo”. En su intervención en Popcast, Rosalía explicó que dedicó más de dos años a perfeccionar la escritura y la interpretación en lenguas ajenas, apoyándose en traductores profesionales y profesores de fonética. “Se trata mucho de intentar comprender cómo funcionan otros idiomas”, afirmó en el programa, donde también relató su método de trabajo: “Es mucha intuición y tratar de decir: voy a escribir y veamos cómo suena esto en otro idioma”.

La dimensión literaria y espiritual de Lux ocupa un lugar central en la propuesta. Rosalía se inspiró en textos de autoras como Simone Weil y Chris Kraus, así como en la obra de monjas poetisas y en hagiografías de santas. La artista reconoció que la espiritualidad siempre ha formado parte de su vida, aunque nunca antes la había abordado de manera consciente en su música: “Esa sensación espiritual siempre ha estado ahí, solo que nunca la había racionalizado ni intentado intelectualizar”, relató en la entrevista con el medio estadounidense.

En sus declaraciones a Popcast, Rosalía describió el álbum como un “rompecabezas” y un “laberinto”, resultado de la combinación de tradiciones operísticas y clásicas con la energía del pop contemporáneo.

El sonido del álbum, producido por la cantante junto a Noah Goldstein y Dylan Wiggins, se distingue por su potencia y su capacidad para desafiar las expectativas, mientras explora territorios sonoros etéreos y audaces, consolidando una nueva etapa en la trayectoria de la artista.

Leer artículo completo