Revelan últimas palabras entre los pilotos del helicóptero militar que colisionó con un avión comercial

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Las autoridades revelaron la últimaLas autoridades revelaron la última conversación entre los pilotos del helicóptero que colisionó con un avión comercial. (REUTERS/Eduardo Munoz)

El 29 de enero de 2025, a las 20:48, un helicóptero Sikorsky UH-60L Black Hawk del Ejército de Estados Unidos y el vuelo 5342 de PSA Airlines (operando para American Airlines) colisionaron en el espacio aéreo próximo al aeropuerto nacional Ronald Reagan en Washington D. C., provocando la muerte de 67 personas.

Así lo registró el informe de la National Transportation Safety Board (NTSB), que divulgó las transcripciones combinadas de grabadoras de voces de cabina y comunicaciones de control de tráfico aéreo, mostrando cada uno de los intercambios y advertencias en los minutos previos al accidente fatal, según consta en el reporte DCA25MA108.

Las comunicaciones comenzaron a documentarse desde las 20:30, cuando el helicóptero PAT-25 solicitó el procedimiento de retorno hacia Davison mediante rutas específicas asignadas por controladores. El vuelo JIA5342 (Bluestreak 5342), un jet regional CRJ700, contactó con la torre a las 20:43, cinco minutos antes del choque.

Los restos de las aeronavesLos restos de las aeronaves permanecieron días en el río Potomac. (U.S Coast Guard/Petty Officer 1st Class Brandon Giles/Handout via REUTERS)

Los registros muestran que la torre pidió a la tripulación del avión que cambiara de pista y confirmara números de aproximación antes de autorizar el aterrizaje por la pista 33, indicando condiciones meteorológicas con rachas de viento y la presencia de tráfico adicional en la zona.

Poco antes del impacto, las grabaciones revelan que tanto la torre local como los tripulantes discutían repetidamente referencias de altitud y trayectoria. La alerta de tráfico de la torre para PAT-25 se produjo a las 20:46, cuando se informó: “PAT dos cinco, tráfico justo al sur del Puente Wilson es un C-R-J a mil doscientos pies para la pista tres tres”.

El instructor en el Black Hawk respondió solicitando separación visual y reportando tener el tráfico a la vista, autorización que recibió del controlador (“Separación aprobada”, 20:46:10). Las unidades seguían a diferentes frecuencias, limitando la percepción cruzada de instrucciones entre las tripulaciones.

Los miembros de la NTSBLos miembros de la NTSB mantienen una audiencia desde el 30 de julio por el accidente. (REUTERS/Umit Bektas)

Durante la aproximación final, las conversaciones internas entre la tripulación del helicóptero reflejaban preocupación por la altitud: “Estás a trescientos pies. Baja por mí”, solicitó el instructor a la piloto que estaba bajo evaluación. Minutos antes, el Black Hawk había oscilado entre 300 y 200 pies (91 y 61 metros), superando el nivel máximo permitido para la ruta cerca del aeropuerto.

La tripulación mencionó la intención de descender, aunque persistían discrepancias respecto a la altitud real, lo que consta tanto en los audios internos del helicóptero como en las instrucciones recibidas del ATC. A las 20:47, la torre emitió nuevamente una advertencia de conflicto al helicóptero con indicaciones de: “PAT dos cinco, ¿tiene a la C-R-J a la vista?”, con sonidos de alerta de colisión audibles en las grabaciones de la torre y cabina.

El instructor respondió: “PAT dos cinco tiene el tráfico a la vista, solicita separación visual”, petición que fue concedida nuevamente (“Separación visual aprobada”). Pocos segundos después, el instructor orientó: “Muy bien, haga un pequeño giro a la izquierda por mí, señora, creo que por eso lo está pidiendo”, y la piloto confirmó: “Claro”. Posteriormente indicó: “Estamos un poco hacia el medio”, y ella replicó: “Bien, está bien”.

El helicóptero militar que colisionóEl helicóptero militar que colisionó era tripulado por tres pilotos experimentados. (REUTERS/Al Drago)

En ese momento crucial, el altímetro del Black Hawk marcaba aproximadamente 270 pies (82 metros), mientras el CRJ700 descendía a unos 320 pies (98 metros). Prácticamente en la misma altitud, se produjo el impacto a las 20:48. Las grabadoras de la cabina del Bluestreak 5342 captaron la exclamación sonora de uno de los pilotos segundos antes del choque: “ohhhh, ohhhh”, seguido inmediatamente por sonidos consistentes con el impacto y señales automáticas de emergencia.

El informe técnico de la NTSB subraya que las frecuencias de comunicación distintas impidieron que los tripulantes del avión y del helicóptero escucharan las transmisiones cruzadas, quedando ambos dependientes exclusivamente de las instrucciones comunes de la torre de control de Washington.

Las transmisiones simultáneas y sonidos ambientales dificultaron la recepción clara de mensajes en varias ocasiones, factor señalado en la metodología de transcripción del informe. Los controladores emitieron alertas de tráfico que sonaban en la torre y las advertencias automáticas TCAS en el avión anunciaban la cercanía de otra aeronave.

Tras el incidente del 29Tras el incidente del 29 de enero, se ampliaron las restricciones de los helicópteros en el aeropuerto Reagan. (REUTERS/Eduardo Munoz/File Photo)

El reporte detalla que la secuencia de descendentes alertas de proximidad y la solicitud de separación visual estaban ajustadas a los protocolos en vigor para operaciones mixtas de helicópteros y aviones en espacio aéreo controlado.

El clima reportado presentaba vientos de entre 16 a 17 nudos, rachas de hasta 25 nudos, pero la visibilidad era adecuada. El proceso de coordinación entre tripulaciones y controlador, así como la asignación de rutas y altitudes, quedó registrado de manera puntual y cronológica, mostrando todas las comunicaciones y reacciones hasta la secuencia de impacto.

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