Redes de tráfico internacional reclutan a adolescentes para robar autos de alta gama en EEUU y sacarlos del país

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Adolescentes lideran el 49 %Adolescentes lideran el 49 % de los carjackings en Washington, D.C., según la Policía Metropolitana. (Pxhere)

Una red de crimen organizado que involucra a adolescentes y adultos jóvenes ha incrementado el robo de vehículos de alta gama en Estados Unidos, especialmente en zonas urbanas densas, con el objetivo de exportarlos principalmente hacia África Occidental. Este fenómeno ha sido documentado por agencias federales, cuerpos policiales y organizaciones internacionales.

De acuerdo con el National Insurance Crime Bureau (NICB), en 2023 se reportaron 1.020.729 robos de vehículos en el país. Aunque esta cifra representa una disminución del 17 % en comparación con 2022, los niveles se mantienen por encima de los registrados antes de la pandemia. En particular, los robos violentos —carjackings— han tenido un repunte sostenido en varias ciudades.

Washington, D.C. lideró la tasa nacional de robos de vehículos por cada 100.000 habitantes durante 2023, con 1.149,71 casos. Según el informe del NICB, este número cuadruplica el promedio nacional y convierte a la capital en una de las zonas con mayor incidencia delictiva en esta categoría.

La Policía Metropolitana de Washington (MPD) informó que el 49 % de los carjackings registrados en la ciudad durante 2025 fueron cometidos por menores de edad. De ellos, el 78 % reside en la propia área metropolitana, lo que sugiere un patrón de reclutamiento local por parte de redes criminales.

En respuesta a la creciente actividad delictiva, la fiscalía federal acusó a Cedae Hardy, de 18 años, de coordinar al menos seis carjackings entre diciembre de 2022 y junio de 2023. Hardy habría actuado junto a otros adolescentes, y fue detenido tras un operativo encubierto en el que ofreció un Mercedes-Benz SL550 robado a un agente de policía por 1.200 dólares. La operación ocurrió apenas 22 minutos después del asalto a mano armada del que fue sustraído el vehículo, de acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU.

Además de este caso, Hardy está implicado en una conspiración más amplia que incluye al menos 33 carjackings cometidos en el área de Washington y Maryland. Uno de los robos terminó con una víctima fatal, mientras que en otro, el vehículo de la víctima fue incendiado tras el crimen.

En 2023, EE.UU. reportó másEn 2023, EE.UU. reportó más de un millón de robos de vehículos, destaca el NICB. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una investigación conjunta de agencias federales y estatales, conocida como Operation Jacked, reveló el funcionamiento de una red dedicada al tráfico de vehículos robados desde el noreste de Estados Unidos hacia África Occidental. La operación fue liderada por la Fiscalía General de Nueva Jersey y agentes de Homeland Security Investigations (HSI).

Durante la operación, las autoridades recuperaron 160 vehículos robados, valorados en más de ocho millones de dólares. Los vehículos eran almacenados temporalmente en garajes privados, patios o bodegas para evitar sistemas de rastreo, antes de ser trasladados a los puertos de Nueva York y Nueva Jersey. Muchos de los envíos eran camuflados con documentos de embarque falsificados y enviados en contenedores hacia África.

Los modelos más buscados por las bandas criminales son SUV de lujo y vehículos de alta gama, que son robados principalmente en estaciones de servicio, autolavados, estacionamientos de hoteles y zonas aeroportuarias. El acceso a los vehículos se facilita mediante la obtención de los dispositivos electrónicos de encendido (key fob) que elevan el valor de reventa.

Una vez fuera de EE.UU., los vehículos robados se vuelven difíciles de rastrear. Interpol ha reportado un incremento en los operativos para localizar autos sustraídos en América del Norte y Europa, y ha logrado recuperar más de un centenar en puertos de África Occidental en el último año.

Según un informe del Global Initiative Against Transnational Organized Crime publicado en 2022, existen centros de “lavado de vehículos” en países como Níger, donde se puede modificar el número de identificación del vehículo (VIN) o comprar placas y títulos de propiedad falsos. En la ciudad de Birnin Konni, una placa cuesta en promedio 16 dólares y un título falso se adquiere por apenas 2,5 dólares.

Los vehículos son introducidos en redes comerciales informales donde participan comerciantes, mecánicos y personas vinculadas con el sector automotriz. El informe también señala que algunas autoridades locales podrían beneficiarse de estas operaciones de forma indirecta.

Washington, D.C., cuadruplica el promedioWashington, D.C., cuadruplica el promedio nacional de robos de autos por cada 100.000 habitantes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El NICB ha documentado el uso creciente de herramientas electrónicas como el dispositivo Flipper Zero, capaz de interceptar y replicar la señal de los llaveros electrónicos de los autos. Los delincuentes también utilizan rastreadores GPS para seguir a sus objetivos y seleccionar el momento más oportuno para ejecutar el robo.

En muchos casos, los autos robados son utilizados brevemente para cometer otros delitos antes de ser vendidos o exportados. Esto dificulta el rastreo, ya que los vehículos pueden cambiar de ubicación varias veces en un corto período de tiempo.

El abogado Andrew Stoltmann, citado por Fox News, afirmó que el negocio de autos robados opera como un mecanismo de arbitraje criminal: los vehículos son vendidos en el extranjero con márgenes de ganancia mayores que en EE.UU., debido a la demanda y la falta de controles eficientes en los países receptores, de acuerdo con Fox News.

Interpol ha reforzado los controles fronterizos en puertos africanos, y las autoridades estadounidenses han incrementado la cooperación interagencial para desmantelar redes criminales dedicadas al robo y exportación de vehículos. Sin embargo, los funcionarios reconocen que la trazabilidad de estos automóviles disminuye significativamente una vez que abandonan el país.

El NICB recomienda a los conductores estacionar sus vehículos en zonas iluminadas, no dejarlos encendidos sin supervisión y reportar inmediatamente cualquier robo a la policía. Las aseguradoras y los fabricantes de autos también han empezado a desarrollar nuevas tecnologías de rastreo para reducir el riesgo de este tipo de delitos.

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