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hace 3 horas
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La residencia, restaurada y ubicada frente a Biscayne Bay, se convierte en la vivienda más cara listada en Miami Beach, destacando por su diseño discreto y su lote único, según brokers del sector inmobiliario (Bespoke Real Estate.)La entrada de 5940 North Bay Road se presenta como un umbral hacia otra dimensión: un sendero cuidado cruza jardines geométricos y palmeras hasta una residencia blanca que transmite el espíritu de una leyenda restaurada. Biscayne Bay, al fondo, refleja la silueta de la ciudad y revela la esencia del enclave: todo aquí remite al privilegio de vivir junto al agua. Esta mansión protagoniza una transacción singular, al ofrecerse en el mercado por USD 169 millones —la cifra más alta jamás solicitada por una vivienda en Miami Beach— tan solo seis semanas después de su compra por USD 105 millones, como informó el nypost y confirmó Bespoke Real Estate.
La mansión de 5940 North Bay Road sale al mercado por USD 169 millones, el precio más alto en la historia de Miami Beach.(Bespoke Real Estate.)En el segmento de propiedades trofeo, Bespoke Real Estate marca la pauta. Junto a Nelson Gonzalez, de Berkshire Hathaway HomeServices, gestiona la co-exclusiva, consolidando la reputación de una avenida conocida como el Park Avenue de Miami Beach. North Bay Road se transforma así en el epicentro de operaciones cronometradas, reservadas para inversores de alto perfil.
La casa, erigida en 1936 sobre 0,93 hectáreas y con 88,4 metros de costa —menos de 200 residencias en el corredor alcanzan casi USD 2.000 millones en valor, señalan los brokers—, destaca por una elegancia sutil ajena a la ostentación. Presenta dos alas principales, techos bajos, ventanales enmarcados en madera clara y trazos depurados. Cada ambiente busca la claridad: el salón principal se percibe fluido, la barra de entretenimiento se integra y la visión del agua elimina la frontera entre interior y exterior.
En la zona norte y sur, los espacios dialogan: entre la vegetación, la cancha de tenis aparece en azul a un costado del pabellón; el muelle privado se interna en la bahía con un diseño sobrio, opuesto al brillo de las nuevas torres de cristal. El área de la piscina evoca más un refugio spa que un espacio festivo: tumbonas blancas, líneas rectas y palmeras alineadas. La definición resulta inequívoca: discreción y control.
—Este estate de USD 169 millones representa un hito para el mercado —afirmó Zachary Vichinsky, de Bespoke—. Subraya el apetito internacional por residencias únicas junto al agua en Miami Beach.
La propiedad, adquirida hace seis semanas por USD 105 millones, se ofrece ahora como la vivienda más cara de la ciudad. (Bespoke Real Estate.)El interior responde al mismo código: la sala familiar y el salón de billar se integran, sin competir. El comedor conecta con una galería acristalada y la barra actúa como eje del área social. El dormitorio principal, ubicado en el piso superior, ofrece puertas francesas hacia una terraza con vista a la bahía y el perfil urbano. La paleta de colores se centra en tierras y blancos; las formas privilegian la geometría y serenidad.
El conjunto dispone de nueve dormitorios, quince baños completos y cuatro tocadores, repartidos entre la residencia principal y dos estructuras anexas: casa de piscina y guest house. El sector deportivo incluye cancha de raquetbol interior, una rareza en el segmento de real estate de lujo. Cada componente suma funcionalidad, sin buscar el exhibicionismo.
Esta operación sigue a otra relevante en el área: el lote de 18 La Gorce, vendido por USD 122,1 millones, donde Bespoke Real Estate representó a Anand Khubani. Aquella transacción agrupaba varias residencias sobre 2,87 acres, pero la característica en 5940 North Bay Road es el lote único, sin ensamblajes, como explicó Michael Cantwell, de Bespoke. “El valor reside en la unidad y en una dirección con sello propio”, precisó.
El inmueble cuenta con nueve dormitorios, quince baños completos, cuatro tocadores y espacios deportivos únicos como cancha de raquetbol interior. (Bespoke Real Estate.)En el exterior, el césped recortado y las losas claras refuerzan una estética medida. Muelle y piscina comparten reflejos. En el interior, la luz natural recorre los espacios comunes sin obstáculos, generando una atmósfera de retiro permanente. El sonido del agua y el murmullo lejano de la ciudad transmiten un lujo sin excesos y con plena seguridad en sí mismo.
La demanda por este inmueble responde a más que una especulación: la victoria de la escasez, el culto a lo irrepetible y la certeza de que aún existen lugares capaces de convertir el precio en una declaración de poder.
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