Receta de panqueques salados con queso crema, rápida y fácil

La receta de panqueques salados con queso crema ofrece una opción rápida y versátil para cualquier comida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando se habla de panqueques, la mayoría piensa en opciones dulces, pero los panqueques salados con queso crema son una preparación rápida, sabrosa y sorprendentemente versátil. Esta receta permite transformar unos pocos ingredientes básicos en un plato que puede funcionar como entrada, almuerzo ligero o incluso cena rápida. Ideal para días atareados, es una opción práctica que también admite múltiples variantes.

El origen de los panqueques salados se remonta a las crêpes de la cocina francesa, aunque en América Latina se popularizaron con rellenos de jamón, verduras o quesos. En esta versión, el relleno es simple pero delicioso: solo queso crema, que aporta cremosidad y equilibrio. Se pueden servir calientes o fríos, solos o con una guarnición de ensalada fresca, lo que los convierte en un plato adaptable para todas las estaciones del año.

Los panqueques salados con queso crema se preparan con una masa liviana de harina, leche y huevo, cocida en sartén y luego rellena con queso crema. El resultado es un bocado suave, cremoso y sabroso, perfecto tanto para una comida informal como para una presentación más cuidada.

Es una receta que permite jugar con variantes: al queso crema se le pueden añadir hierbas frescas como ciboulette, albahaca o perejil, o incluso pequeños trozos de jamón, pollo cocido o vegetales salteados. También se adapta bien a versiones más saludables si se utiliza queso crema bajo en grasa y se acompaña de verduras al vapor.

La receta requiere un total de 40 minutos, distribuidos de la siguiente manera:

• Mezcla de ingredientes: 10 minutos.
• Reposo de la masa: 10 minutos.
• Cocción de los panqueques: 15 minutos.
• Armado y relleno: 5 minutos.

• 1 taza de harina (aproximadamente 130 g).
• 2 huevos.
• 1 taza de leche (250 ml).
• 1 cucharada de manteca derretida o aceite vegetal.
• 1 pizca de sal.
• 200 g de queso crema.
• (Opcional) Hierbas frescas picadas (como ciboulette o perejil).
• (Opcional) Pimienta negra recién molida, al gusto.

La preparación de panqueques salados con queso crema requiere solo 40 minutos y utiliza ingredientes básicos de cocina (Imagen Ilustrativa Infobae)

1. En un recipiente grande, se deben batir los huevos junto con la leche hasta integrar bien.
2. Luego, se incorpora la harina tamizada junto con la sal, mezclando hasta que no queden grumos.
3. Se añade la manteca derretida (o el aceite vegetal) y se mezcla nuevamente.
4. La preparación se deja reposar durante 10 minutos para que la harina se hidrate.
5. Mientras tanto, se calienta una sartén antiadherente a fuego medio y se engrasa ligeramente.
6. Se vierte una pequeña cantidad de mezcla (alrededor de 1/4 de taza) en la sartén caliente, girando para distribuir en forma pareja.
7. Se cocina 1 a 2 minutos por un lado hasta que los bordes se levanten, luego se da vuelta y se cocina 1 minuto más.
8. Se repite este proceso con toda la masa hasta obtener entre 6 y 8 panqueques.
9. Una vez listos, se rellenan con una porción generosa de queso crema y, si se desea, con hierbas frescas o pimienta negra.
10. Se enrollan o doblan a gusto y se sirven al momento, o se reservan en frío para consumir más tarde.

La receta rinde entre 6 y 8 panqueques, ideales para compartir en porciones de 2 a 3 personas (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con las cantidades indicadas, esta receta rinde entre 6 y 8 panqueques, lo que equivale a 2 o 3 porciones completas, según el tamaño de la ración.

Cada porción, compuesta por 2 panqueques con queso crema, aporta aproximadamente:

• Calorías: 320 kcal
• Grasas: 18 g
• Grasas saturadas: 9 g
• Carbohidratos: 28 g
• Azúcares: 3 g
• Proteínas: 10 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Los panqueques, tanto solos como ya rellenos, se pueden conservar en la heladera por un máximo de 3 días, siempre que estén bien tapados o envueltos para evitar que se resequen o absorban olores. Para servirlos, se pueden consumir fríos o recalentarlos brevemente en sartén o microondas.