
Esta receta combina la tradición de la cocina lenta con una versión optimizada para que puedas disfrutarla sin pasar horas en la cocina.
Hay platos que evocan memorias profundas, de domingos en familia, de aromas que invaden toda la casa y del tintinear de la cuchara contra el plato hondo. El estofado de osobuco es uno de ellos. Originario del norte de Italia, especialmente de la región lombarda, el ossobuco alla milanese se popularizó en toda Latinoamérica gracias a su sabor intenso y su textura melosa. Esta versión rápida y fácil mantiene toda su esencia, pero adaptada para los tiempos modernos.
El osobuco proviene del jarrete de la res, cortado en ruedas gruesas que incluyen el hueso con tuétano, una verdadera joya culinaria que aporta cremosidad y sabor al guiso. Tradicionalmente se sirve con puré de papas, polenta o arroz blanco, y es ideal para los días frescos, reuniones familiares o para freezarlo y disfrutarlo entre semana.
El estofado de osobuco comienza dorando bien la carne para sellar sus jugos y luego cocinándola lentamente en una salsa espesa y sabrosa, a base de cebolla, zanahoria, ajo, tomate y vino. Esta versión simplificada usa una olla a presión o una cacerola común, pero acorta los tiempos sin sacrificar sabor. El truco está en cortar las verduras bien pequeñas y cocinar a fuego moderado para que todo se integre bien.
Aunque se trata de un corte económico, el osobuco se transforma con la cocción lenta en una carne tierna que se deshace con el tenedor. El hueso con tuétano le da ese toque especial que convierte esta preparación en un lujo casero. Un plato de estofado de osobuco no solo alimenta: acaricia el alma.
Este estofado rápido de osobuco se puede preparar en 1 hora y 30 minutos, distribuidos así:
- Preparación de ingredientes: 15 minutos
- Dorado de la carne y sofrito: 15 minutos
- Cocción en olla a presión: 45 minutos (o 1 hora en olla común)
- Reposo antes de servir: 15 minutos
- 4 ruedas de osobuco (unos 200-250 g cada una)
- 2 cebollas medianas
- 2 zanahorias
- 1 pimiento rojo
- 3 dientes de ajo
- 400 g de tomate triturado (puede ser en conserva)
- 1 vaso de vino tinto seco (150 ml)
- 1 taza de caldo de carne (o agua con cubito)
- 1 hoja de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- Harina común (para rebozar la carne, opcional)
- Aceite de oliva o girasol
- Perejil fresco para decorar
- Preparar los ingredientes: Pelar y picar finamente la cebolla, la zanahoria, el pimiento y los ajos.
- Rebozar la carne (opcional): Pasar ligeramente cada rueda de osobuco por harina, sacudiendo el exceso.
- Dorar la carne: En una olla grande con un chorrito de aceite caliente, dorar el osobuco por ambos lados hasta que quede sellado. Retirar y reservar.
- Hacer el sofrito: En la misma olla, añadir más aceite si es necesario y rehogar la cebolla, zanahoria, pimiento y ajo durante 5-7 minutos, hasta que se ablanden.
- Deglasar con vino: Añadir el vino tinto y cocinar 2-3 minutos para que se evapore el alcohol.
- Agregar tomate y caldo: Incorporar el tomate triturado, el caldo, la hoja de laurel, sal y pimienta. Mezclar bien.
- Volver a la carne: Añadir las ruedas de osobuco a la olla, sumergiéndolas bien en la salsa.
- Cocinar tapado:
- Si se usa una olla a presión: cocinar 45 minutos desde que empieza a sonar.
- En olla común: cocinar a fuego bajo 1 hora, revolviendo ocasionalmente y agregando caldo si es necesario.
- Reposar y servir: Apagar el fuego y dejar reposar 15 minutos antes de servir. Decorar con perejil picado.
Esta receta rinde 4 porciones generosas, ideales como plato principal acompañadas de arroz, puré o polenta.
Cada porción contiene aproximadamente:
- Calorías: 480
- Grasas: 28 g
- Grasas saturadas: 10 g
- Carbohidratos: 20 g
- Azúcares: 8 g
- Proteínas: 36 g
Estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
El estofado de osobuco se conserva perfectamente en la heladera por hasta 4 días, siempre en un recipiente hermético. También se puede freezar por hasta 3 meses. Para recalentarlo, es mejor hacerlo a fuego bajo, añadiendo un poco de agua o caldo para que recupere su textura jugosa.