La Ruta Provincial 220 permanece cerrada parcialmente por las nevadas que afectan la zona durante el otoño y el inviernoVialidad Mendoza inició esta semana el operativo para rehabilitar la Ruta Provincial 220, un tramo estratégico que serpentea la montaña mendocina en el distrito de El Sosneado, departamento de San Rafael, y que cada año se vuelve intransitable por efecto de las nevadas. El objetivo: devolverle la transitabilidad completa a este camino de ripio que bordea el río Atuel y conecta con sitios de alto valor turístico, productivo e histórico, entre ellos el acceso al cerro donde, en 1972, ocurrió la “Tragedia de los Andes”, cuando se estrelló el avión que transportaba al equipo de rugbiers uruguayos,
La traza se encuentra actualmente habilitada para todo tipo de vehículos únicamente desde su empalme con la Ruta Provincial 101, a poco más de un kilómetro de la Ruta Nacional 40, hasta el arroyo Blanco. Más allá de ese punto, el camino permanece cerrado como cada otoño-invierno, debido a las condiciones climáticas que afectan la zona de montaña. Por eso, en esta época del año, la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) despliega personal y maquinaria para acondicionar el trayecto completo.
Según explicó Carlos Sánchez, jefe de Zona Sur de la DPV, las tareas incluyen el perfilado del camino, la colocación de materiales áridos, el tratamiento de afloramientos rocosos y la utilización de equipos pesados como motoniveladoras, camiones regadores, palas cargadoras y volcadores. “Hemos comenzado con las tareas de mantenimiento y conservación”, detalló el funcionario. “También estamos trabajando sobre los afloramientos rocosos que aparecen en la ruta, sobre los que se está aportando material fino”, agregó.
Pero este camino no solo tiene importancia desde lo vial. También se trata de una vía utilizada por los productores caprinos de la zona y por turistas que cada año recorren este paraje de la precordillera. “Este es un camino turístico muy importante para San Rafael, pero también para la ciudad de Malargüe, que está distante a solo 50 kilómetros”, subrayó Sánchez.
A través de este camino se accede al Valle de las Lágrimas donde están los restos del avión que cayó en 1972 con 45 personas a bordoEl recorrido incluye puntos que atraen por su valor paisajístico, histórico y termal. Uno de ellos es el Hotel Termas El Sosneado, cuyas ruinas permanecen a la vera del Atuel. Construido en 1938, este establecimiento cerró sus puertas en 1953 y hoy es un sitio frecuentado por aventureros que llegan en vehículos 4x4. A pesar del paso del tiempo, la pileta termal al aire libre, con aguas sulfurosas, sigue siendo un atractivo. La parada en el antiguo hotel suele ser el preludio de un tramo más exigente: el que conduce hacia el sitio del accidente aéreo de 1972.
A unos 21 kilómetros de ese punto, en el Valle de las Lágrimas, se encuentran los restos del avión que cayó en la cordillera con 45 personas a bordo. El hecho, que conmocionó a Uruguay y al continente, es recordado por la expedición de supervivencia que protagonizaron los rugbiers tras varios días aislados entre la nieve. Hoy, los restos del fuselaje siguen allí, a unos 3.600 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del límite con Chile. El sitio se transformó en un memorial al que se accede exclusivamente mediante expediciones organizadas por compañías privadas, que ofrecen caminatas de varios días hasta el Glaciar de las Lágrimas.
Luego del lanzamiento de la película en las plataformas digitales el pasado 15 de diciembre de 2023, donde el director J. A. Bayona adapta el libro de Pablo Vierci con testimonios reales de los supervivienteS, grupos de visitantes vuelven a trazar esa huella hasta el cerro.
Por eso, la reapertura de la Ruta 220 no es solo una cuestión de conectividad: también es la condición necesaria para retomar las expediciones hacia el corazón de los Andes, donde el tiempo parece haberse detenido desde hace más de cincuenta años.
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