Quienes conocieron la república añoran que el 20 de mayo vuelva a celebrarse en la isla

hace 12 horas 2

La Habana. - El martes 20 de mayo, Mercedes, 82 años, luego de tomarse en el desayuno una taza de té caliente, caminó cuatro cuadras hasta un deteriorado contenedor donde venden el gas licuado en la barriada del Sevillano, municipio Diez de Octubre, al sur de La Habana. Eran las siete de la mañana y alrededor de treinta personas, la mayoría ancianos, esperaban en la cola. Cuenta Mercedes que hace cinco meses que no entra el gas. En una artesanal hornilla eléctrica, cuando el apagón lo permite, suele cocinar la única comida que diariamente está elaborando.

“Mi’jo, la gente está cocinando con leña o carbón, pues la balita de gas cuesta en la calle 20 mil pesos. Mi pensión como maestra de primaria jubilada es de 2,600 pesos al mes -poco más de siete dólares al cambio en el mercado informal- y no puedo comprarla. El gobierno está matando al pueblo de hambre”, afirma Mercedes, mientras intenta protegerse del intenso calor en el portal de una bodega.

Esa mañana, la aburrida prensa estatal publicaba el récord de calor en La Habana con una temperatura de 38,1 grados Celsius. Y anunciaban un déficit eléctrico superior a los 1700 MW. El 60 por ciento del país estará a oscuras.

“Aguántate, que se llevaron la escalera (prepárate para lo peor). Cuando lleguen julio y agosto van a aumentar los apagones. En varias provincias lo que hay son ‘alumbrones’, solo hay luz dos o tres horas al día. Estamos retrocediendo a la edad primitiva”, le dice un vecino a Mercedes.

El peor, Díaz Canel

En la cola para comprar gas licuado se critica con intensidad la pésima gestión del gobernante Miguel Díaz-Canel, una especie de meme andante ridiculizado por un amplio sector de la población. “Se ganó el Oscar al presidente más malo del mundo. En siete años no ha resuelto nada. Cada vez los cubanos viven peor y pasan más hambre. Él y su mujer paseando por Rusia y el hijastro estaba romanceando con Ana de Armas, pero según los últimos chismes, la actriz ya le dio el bate y ahora está con Tom Cruise”, comenta un señor.

De pronto, Mercedes se acuerda de que es 20 de mayo. Solamente ella y tres ancianos más recuerdan la efeméride, el acontecimiento. “Ese día mi familia se ponía ropa nueva e íbamos al Capitolio a celebrar el día que se fundó la República. Era una jornada de fiesta”. Danilo, jubilado de 76 años, cuenta que “el día antes, 19 de mayo, en el colegio íbamos a ponerle flores a la estatua de Martí en el Parque Central. Al día siguiente, visitábamos a los veteranos, como les decíamos a los mambises. El 20 de mayo es el día de nuestra independencia. Está gente (el régimen) lo ha borrado de la historia”.

Sentados en la entrada del antiguo colegio Thomas Alva Edison, en la barriada de La Víbora, varios estudiantes discuten sobre la liga española de fútbol, otros charlan de moda y se pasan audiovisuales del reguetonero Bebeshito. Cuando usted le pregunta la fecha en que nació la República, se miran entre sí, a ver si alguien puede responder.

Jonathan, el más atrevido, se tira a la piscina. “El 1 de enero de 1959”, dice y hace un gesto con sus hombros, por lo tonta que le parece la pregunta. Daniela, es la única del grupo que tiene dudas. “Yo creo que el 20 de mayo se fundó una república, pero eso ya no cuenta, porque Cuba estaba mediatizada. Estaba bajo el control de Estados Unidos. Cuando de verdad fuimos independientes fue en enero de 1959. Al menos eso dicen los libros de historia que nos dan en la escuela”.

Si se hiciera una encuesta entre adolescentes y jóvenes en edades comprendidas de 14 a 20 años sobre el día de nuestra independencia u otros temas nacionales o internacionales, se notará profundas lagunas provocadas por el adoctrinamiento político en todos los niveles de enseñanza y por el plagio de la historiografía de Cuba y el mundo. También les sucede lo mismo a personas mayores de 30 años. De nueve adultos encuestados, seis no sabían la fecha fundacional de la República.

Historia distorsionada

El desconocimiento y las distorsiones históricas de un gran número de cubanos acerca de un acontecimiento tan importante ocurrido el 20 de mayo de 1902, un suceso tan importante, son imputables a Fidel Castro, quien desde que llegó al poder dio una versión de la historia a su conveniencia. Muchos sucesos se obviaron, manipularon o burdamente se borraron. No pocos cubanos dan por hecho que José Martí fue el autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba organizado por Castro el 26 de julio de 1953, que Cuba era una neocolonia de Estados Unidos y que la victoria en Playa Girón (Bahía de Cochinos) fue la primera derrota del imperialismo yanqui en América.

Todos los que nacimos después de 1959 aprendimos la historia en blanco y negro. Es cierto que el nacimiento de la República estuvo condicionado por la Enmienda Platt. Pero hay que ubicarse en el contexto histórico. Cuando usted mira un mapa de principios del siglo XX, una amplia franja de naciones en Asia y África estaban dominadas por sus metrópolis.

El apéndice molesto

Para algunos asambleístas cubanos, fue difícil aprobar una Constitución con ese apéndice de la Enmienda Platt. Pero la Carta Magna de 1901 contenía elementos clásicos de las constituciones modernas en lo relativo a la separación de poderes y derechos individuales. Era una democracia imperfecta. Desigualdades, pobreza extrema, sobre todo en el campo, y gobernantes corruptos que utilizaron al Estado como un trofeo de caza. Más avanzada fue la Constitución de 1940, en cuya redacción participaron representantes de la vida política, social y económica. En 1958, los hacendados y empresarios cubanos eran dueños del 70 por ciento de los negocios.

Pero la ignorancia de un porcentaje amplio de compatriotas en la Isla va más allá del 20 de mayo, día de la República. Una mayoría de estudiantes universitarios, por ejemplo, desconocen los crímenes de Stalin, el Holodomor en la región de la Ucrania soviética que debido al hambre cobró la vida a siete millones de personas. O el Tratado Ribbentrop-Molotov, un pacto con el fascismo alemán, para ocupar a Polonia y los países bálticos. Poco o nada saben de la intervención del Ejército Rojo en Praga o Afganistán. Tampoco que el gobierno cubano, que se denomina antiimperialista, jamás condenó la ocupación de Crimea por parte de Rusia ni que Putin es el culpable de la guerra en Ucrania.

Aquella mañana

Aquella mañana soleada del 20 de mayo de 1902, cuando el General Máximo Gómez, acompañado por José Martí hijo y el presidente electo, Don Tomás Estrada Palma, izaron la bandera cubana, marcó el inicio de la anhelada República. Comenzó un camino largo y complicado, después de más de tres décadas de luchas, conspiraciones y toques a degüello, machete en mano en la manigua insurrecta. A pesar de traiciones, rencillas internas y la muerte de Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo y José Martí, entre otros, nació una patria libre y republicana.

Sesenta y seis años de totalitarismo han desdibujado la historia. Según la narrativa oficialista que se enseña en las escuelas, “los mambises estaban ganando la guerra contra el colonialismo español en 1898 cuando Estados Unidos decide intervenir y, tras una batalla naval en la bahía de Santiago de Cuba contra la flota del almirante Cervera, usurparon la victoria de los insurgentes. Luego España y Estados Unidos pactaron en Paris un acuerdo de paz sin la participación de los independentistas cubanos. Por tanto, el 20 de mayo se fundó la ‘seudo república’, y no hay nada que celebrar". Fin de la historia contada por los manuales castristas.

La República es contada en blanco y negro por la dictadura verde olivo. Sin matices. Como en las películas de cowboys, solo existen malos y buenos. Es en la diáspora donde se celebra la fecha fundacional. Leonardo, contratista de la construcción nacido en Bayamo que reside en Estados Unidos, confiesa que fue en el exilio donde rescató platos olvidados, tradiciones relegadas y fechas patrióticas ignoradas. “De la carne con papa a la champola de guanábana, la música de Celia Cruz y Willy Chirino y la celebración del 20 de mayo, nuestro Día de la Independencia. En Estados Unidos aprendí a honrar al Apóstol, al Martí de verdad, no en apariencias”, dijo por WhatsApp.

En la cola del gas, Mercedes, la maestra jubilada, considera que "el gobierno ha secuestrado la historia de Cuba. Es muy fácil engañar a la gente que no vivió el pasado. El 90 por ciento de la población actual nació y se educó después de la revolución. Espero que antes de morir, el 20 de mayo vuelva a celebrarse en Cuba como lo que es: el día que nació nuestra República”.

Especial

@DesdeLaHabana

Leer artículo completo