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El 'Narco de Narcos' ha sido buscado por EEUU desde la década de los 80. (Infobae México | Jovani Pérez)Rafael Caro Quintero, apodado “El Narco de Narcos” y fundador del Cártel de Guadalajara, comparecerá la mañana del miércoles ante la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York. Ahí se sabrá si la fiscalía de Estados Unidos solicitará la pena de muerte.
En febrero de 2025, Caro Quintero fue entregado por el gobierno de México a autoridades estadounidenses junto a Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy” y otros 20 narcotraficantes.
En aquel entonces, el Departamento de Justicia (DOJ) afirmó que enfrentaría cargos por liderar cárteles de la droga responsables de un tráfico masivo de estupefacientes hacia EEUU y de actos de extrema violencia. Lo anterior incluye el secuestro, tortura y asesinato en 1985 del agente especial de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, atribuido a Caro Quintero.
Rafael Caro Quintero ha sido capturado en dos ocasiones: en 1985 en Costa Rica y en 2022 en Sinaloa (Foto: Mexican Federal Police / AFP)La acusación formal contra “El Narco de Narcos” incluye cuatro cargos: liderar una Empresa Criminal Continua, con diez violaciones, entre ellas una conspiración de asesinato; dos cargos de conspiración para la distribución internacional de narcóticos; y un cargo de uso ilegal de armas de fuego para promover el narcotráfico.
En aquel entonces, los cargos fueron anunciados por John J. Durham, fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, junto a Frank A Tarentino III, agente especial a cargo de la DEA, División de Nueva York, y Michael Alfonso, agente especial interino a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional de Nueva York (HSI).
En palabras del fiscal Durham, “Durante décadas, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes han inundado EEUU y otros países con drogas, violencia y caos, asesinando a tantas personas en su afán de poder y control, incluyendo en el caso de RCQ la brutal tortura y asesinato del agente especial de la DEA Camarena”.
Durham subrayó que el inicio de los procedimientos legales estadounidenses contra estos dos líderes del cártel representaba un avance significativo hacia la justicia, y reafirmó el compromiso de su oficina con la protección de la población frente a la destrucción causada por los cárteles.
La carrera criminal de Caro Quintero comenzó en 1960, cuando sembraba marihuana. (AFP)La trayectoria criminal de Caro Quintero se remonta a la década de 1960, cuando comenzó a cultivar marihuana en México durante su adolescencia. Pronto desarrolló redes y rutas de transporte que le permitieron introducir la planta EEUU.
Posteriormente, amplió sus actividades al tráfico de heroína y metanfetamina, y estableció alianzas con fabricantes colombianos de cocaína para utilizar sus rutas en el traslado del narcótico desde Sudamérica, a través de Centroamérica y México, hacia EEUU.
En la década de 1970, su organización se consolidó como el Cártel de Guadalajara, que más tarde se integró al Cártel de Sinaloa, considerada la organización de narcotráfico más grande del mundo.
El año 1985 marcó un punto de inflexión en la historia del narcotráfico y la lucha antidrogas. Caro Quintero ordenó el secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la DEA, Camarena, convencido de que este había facilitado la incautación de su rancho más grande en Chihuahua, conocido como Rancho Búfalo.
Camarena fue secuestrado y sometido a tortura e interrogatorio durante aproximadamente dos días antes de ser asesinado. Este crimen conmocionó a la opinión pública y a las agencias de seguridad estadounidenses, convirtiéndose en un símbolo de la brutalidad de los cárteles.
Tras el asesinato de Camarena, Caro Quintero fue encarcelado en México en 1985. Sin embargo, entre 1985 y 2013, continuó dirigiendo su organización de narcotráfico, con la colaboración de familiares y socios externos. Durante ese periodo, la organización traficó grandes cantidades de marihuana, cocaína, metanfetamina y heroína hacia Estados Unidos.
En 2013, tras su liberación, Caro Quintero se ocultó en la sierra de Sinaloa, desde donde siguió liderando la organización, protegido por el Cártel de Sinaloa.
El uso de la violencia y la intimidación ha sido una constante en la trayectoria de Caro Quintero y sus asociados. Portaban armas de fuego, incluidas pistolas y fusiles AK-47, para sus actividades de narcotráfico. El propio Caro Quintero poseía una pistola Colt .38 Super con empuñadura de diamantes y la inscripción “R-1” en oro, símbolo de su estatus y poder dentro del mundo criminal.
La persecución de Caro Quintero por parte de las autoridades estadounidenses se ha extendido durante casi cuatro décadas.
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