¿Quién es el pitcher de 6’7” que acaba de llegar a los Marlins? Miami podría haber encontrado oro

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Los Atlanta Braves aprovecharon el receso del Juego de Estrellas para seguir ajustando su roster y realizaron un movimiento llamativo este miércoles por la noche: enviaron al lanzador derecho Michael Petersen a los Miami Marlins a cambio de consideraciones monetarias.

Aunque no se trata de una superestrella, la historia de Petersen y lo que puede aportar a Miami no debe pasar desapercibida.

Petersen llega a Miami: ¿apuesta menor o posible joya escondida?

El anuncio oficial se hizo a través de X (antes Twitter), y tras el intercambio, los Marlins asignaron a Petersen a su filial Triple-A en Jacksonville. El lanzador de 31 años fue recientemente designado para asignación por Atlanta, pero ahora Miami confía en que pueda dar un salto cualitativo dentro de su cuerpo de pitcheo.

Un perfil único en MLB: británico, persistente y con brazo potente

Michael Petersen es el único pitcher nacido en Gran Bretaña que ha lanzado en las Grandes Ligas esta temporada. Aunque su formación beisbolera ocurrió en el Área de la Bahía de California, su nacionalidad lo convierte en una rareza dentro del béisbol profesional.

Su camino hasta la élite no ha sido fácil: fue seleccionado en el draft en cuatro ocasiones (una al salir de secundaria y tres tras la universidad comunitaria), lo que habla de su perseverancia en un deporte tan competitivo.

Su recorrido por la MLB: cinco equipos, mucha experiencia

Desde su firma inicial con los Milwaukee Brewers en 2015, Petersen ha pasado por organizaciones como los Rockies, Dodgers, Braves y ahora Marlins. Aunque solo ha lanzado 26 1/3 innings en Grandes Ligas, sus herramientas despiertan interés: este año su recta se encuentra en el percentil 88 en velocidad, una métrica destacable.

Su ERA esperado de 3.81 en 2025 (en 6 2/3 entradas) sugiere que, con más oportunidades, podría ofrecer resultados estables en el bullpen de Miami.

¿Qué ven los Marlins en Petersen?

Miami lo conoce bien: esta será su segunda etapa con la organización. Al traerlo de vuelta, los Marlins dejan claro que ven en él un potencial que otros equipos quizás no supieron explotar. Su físico imponente (6 pies 7 pulgadas) y su historial de trabajo lo convierten en un proyecto interesante para el staff de desarrollo del equipo.

Este traspaso puede parecer menor en el papel, pero detrás hay una historia que mezcla rareza, persistencia y una pizca de esperanza. Los Marlins apuestan por el perfil bajo, pero de alto potencial, mientras los Braves liberan espacio y obtienen flexibilidad financiera. Solo el tiempo dirá quién salió ganando.

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