
Con recetas propias y uso de ingredientes autóctonos, los mixólogos argentinos —desde el norte hasta la Patagonia— consolidan una coctelería marcada por la identidad regional y la experimentación.
En ese sentido, el 1 de julio de 2025, la ciudad de Buenos Aires fue testigo de una jornada cargada de emoción y talento en la que Santiago Angeletti, oriundo de Del Viso, se consagró como el bartender del año en Argentina.
En una noche cargada de expectativa, con la presencia de un público atento y un jurado de primer nivel, Angeletti, de 24 años, demostró su habilidad para combinar creatividad y técnica, lo que le permitió ganar el premio mayor en la edición nacional de la competencia World Class.

El jurado estuvo integrado por los bartenders Ignacio Maggio y Flavia Arroyo; los sommeliers Andy Donadio y María Barrutia; y los chefs Pedro Bargero y Tomás Treschansky. Ellos evaluaron a los diez semifinalistas en base a su técnica, creatividad, carisma y capacidad para sorprender con sus propuestas.
Las pruebas incluían desde la preparación de cócteles con ingredientes sorpresa hasta retos de velocidad y creatividad. La competencia no solo premia la destreza técnica, sino también la capacidad de los participantes para contar una historia a través de sus bebidas.
En una de las pruebas más exigentes, Angeletti se destacó con su cóctel “Umami Sour”, una reinterpretación del clásico Whisky Sour, que combinó whisky, una reducción de jugo de ananá y un blend de vinagres de umeboshi y de torrontés. Esta receta fue la favorita del jurado: se trató de uno de los momentos más aplaudidos de la noche, que le permitió imponerse con solidez en la competencia.

La competencia se llevó a cabo en el bar Pony Line, un espacio donde se vivió una atmósfera vibrante de concentración y adrenalina.
Al recibir el reconocimiento, Angeletti expresó su satisfacción por el logro alcanzado: “Ganar World Class es una alegría enorme por el esfuerzo propio y el de todo el equipo que acompaña, es la coronación del proceso que venimos trabajando en equipo siempre, que es la identidad del 878 (el bar en el que se desempeña)“. También destacó que durante todo el proceso buscó “sentirse cómodo con lo que estaba haciendo tanto en sabores como en técnicas y representar” lo que lo inspira.
Su vínculo con el rubro empezó antes de la barra, según le contó a Infobae: “Ya me gustaba la gastronomía, me gustaba cocinar y pasar tiempo en eso. La hospitalidad es algo que me ayuda muchísimo a trabajar en mí como persona, así que va un poquito de la mano por ese lado”.

Para Angeletti, la coctelería lo cambió profundamente: “Me transformó muchísimo como persona. Es un lugar que te expone, porque estás atendiendo siempre a otros. Compartís mucho con colegas en el día a día, y eso te hace estar en contacto con gente nueva todo el tiempo, que es algo buenísimo. Conocer diferentes realidades y formas de ver las cosas. Eso te enriquece un montón”.
En cuanto a su estilo en la barra, el bartender destaca el equilibrio entre lo clásico y lo experimental: “Me gusta muchísimo hacer cócteles clásicos. La puesta en escena de cócteles más recreativos, en los que haya que interactuar, también me atrae. Me gusta generar mucha charla entre las personas. Los clásicos nunca hay que olvidarlos, y siempre está buenísimo poder atender a alguien con un rico martini o un buen old fashioned”.
Con respecto a sus cócteles predilectos, se refirió al llamado Sazerac, que lleva, entre otras cosas, whisky, perfume, absenta, almíbar y granizado: “Es un cóctel que demuestra la simpleza de tener pocos ingredientes y cómo pequeñas modificaciones súper sutiles terminan generando perfiles diferentes. Todo eso termina hablando muchísimo del corazón del cóctel, que es el destilado”.

La competencia World Class, que fue organizada por Diageo, reunió a bartenders que se destacan en la escena nacional. Por ejemplo, el segundo finalista, José Rochietta (Tres Cuervos, Santa Fe), también brilló durante la competencia, al demostrar su talento y creatividad. Los otros semifinalistas fueron: Fernanda Covaleda (Al Fondo Bar), Felipe Fornillo (Osaka), Ramiro Monteagudo (Le Club Bacan), Marcos Dujmovic (CoChinChina), Ivan Montiel (Pony Line), Abigayl Ferrucho (Bimbi Nilo), Angel Matheus (Tiki Bar, MDQ) y Matías Leonardi (Kona Corner Bar), todos ellos destacados mixólogos que formaron parte de una edición altamente competitiva.
Ahora, Angeletti representará a Argentina en una final global de coctelería que se celebrará en Toronto, Canadá, en septiembre.
Su victoria se suma al legado de bartenders que han llevado la bandera del país en el escenario global, como Pablo Zitarosa, Machi Martínez, Francisco Vaccalluzzo, Maximiliano Salomón y Juan Cruz Oviedo. La consagración de Angeletti resalta el crecimiento de la coctelería argentina, que continúa destacándose a nivel internacional por su creatividad, técnica y autenticidad.
“Representar al país en una competencia internacional es un desafío enorme. Una gran responsabilidad y un orgullo. Estoy súper contento. Es un momento único, que pasa muy pocas veces en la vida. Lo vamos a tomar con responsabilidad y alegría. El desafío es grande y queremos competir. A todos nos gusta competir. Por eso existen estos torneos. Te impulsa a llegar mejor a estas instancias finales. Todo desde el respeto por los colegas y por los íconos de la industria”, valoró el bartender.

Al tiempo que repasó: “Los principios de uno no hay que modificarlos. Sí hay que prepararse súper, súper bien, y disfrutar del proceso, que implica crecimiento personal y también para la coctelería argentina, que está creciendo a pasos agigantados”.
Sobre el presente de la coctelería argentina, Angeletti es optimista: “La coctelería en el país actualmente está creciendo mucho. Creo que hay diferentes casos en los que se está generando una competencia súper linda internamente, lo cual ayuda a subir el nivel”.
“Por suerte, me ha tocado compartir con muchos colegas en los que el compañerismo y las ganas de ayudar al otro son lo que prima. Así que durante este camino siento que en Argentina se están consolidando distintos lazos internos. También noto un crecimiento en la exposición de productos nacionales y propios”, cerró.