
En las celebraciones del Día del Rey en los Países Bajos, realizadas este año en la ciudad de Doetinchem, Alexia de Holanda se convirtió en el centro de atención. La hija mediana de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, que está próxima a cumplir 20 años el próximo 26 de junio, acaparó los flashes y generó una fuerte reacción del público.
Su presencia, según los medios, fue descrita como una sensación, reflejando cómo las denominadas “segundas”, en alusión a las hermanas menores de herederas al trono como Josephine de Dinamarca, están empezando a ocupar un espacio protagónico en las familias reales europeas.
El vestuario que Alexia eligió para el Día del Rey no pasó inadvertido. Mientras su hermana mayor, Amalia de Holanda, optó por una estética más convencional y acorde a las vestimentas reales, Alexia rompió con esa tradición.
Eligió algo más diferente y combinó un top blanco con una campera de cuero negra y una pollera negra con cierto vuelo. A ese conjunto de base neutra le sumó toques de color mediante un bolso granate y unas sandalias con tira al tobillo a juego, en una combinación que reflejó un estilo decididamente personal y audaz.

Alexia se mostró con una imagen que prioriza la naturalidad por sobre el maquillaje elaborado. Su piel, luminosa e hidratada, dejaba ver sin reparos sus pecas. Según la descripción de Hola!, solo añadió un toque de rubor a las mejillas, y se concentró en cepillar sus cejas y aplicar abundante máscara para resaltar las pestañas. Esa mirada definida, pero sin artificios, se alinea con una tendencia creciente entre otras jóvenes miembros de la realeza como Isabella y Josephine de Dinamarca, Ingrid de Noruega o la infanta Sofía.
En cuanto a las manos, también se mantuvo fiel a una estética sencilla. Como la princesa Leonor, Alexia prefiere llevar las uñas sin esmalte, con un largo discreto y bien limadas, reforzando así una idea de belleza basada en el cuidado más que en la exhibición.
Uno de los aspectos más destacados de su imagen fue su pelo. Alexia lució su super melena al natural, con reflejos caramelo y cobrizos que, según Hola!, resaltan su constancia en los cuidados capilares. Su peinado favorito volvió a estar presente. Se trata de un pelo suelto, raya al medio y las puntas ligeramente onduladas hacia afuera, una elección que aporta sofisticación sin rigidez.

Aunque en algunas ocasiones ha optado por semirrecogidos, esta sigue siendo su opción más frecuente, sobre todo para eventos de día como el que protagonizó en Doetinchem.
La comparación con la reina Máxima es inevitable. No solo por los rasgos faciales y las pecas, que madre e hija comparten, sino también por los gestos y la manera de desenvolverse. Hola! destaca cómo Alexia se mueve, saluda y posa ante las cámaras de una forma que recuerda a su madre.
Esa naturalidad combinada con presencia escénica contribuye a su creciente magnetismo público, reforzando la idea de que posee “ese algo innato que la hace especial”.

La reacción del público durante las celebraciones fue muy expresivo. La multitud no dejaba de gritar su nombre y ella respondió acercándose, posando para fotos y sonriendo sin ningún problema.
Según lo relatado por Hola!, Alexia se mostró especialmente receptiva con niños, adolescentes y adultos mayores que querían registrar un recuerdo con ella. Esa conexión directa con la gente alimenta una imagen carismática que la distingue dentro del entorno real, muchas veces regido por el protocolo.