El 26 de agosto de 2022, Luke Bell fue hallado sin vida a los 32 años en un estacionamiento de Tucson, Arizona. El artista había desaparecido durante casi una semana, mientras realizaba una visita junto a un amigo músico. El hecho ocurrió en Estados Unidos y el deceso fue consecuencia de una sobredosis de fentanilo.
Bell, originario de Wyoming y criado en un entorno de naturaleza, había construido una carrera reconocida en la música country, actuando junto a figuras como Dwight Yoakam y Willie Nelson.
La noticia de la muerte de Bell generó impacto en el ambiente musical y llamó la atención de medios nacionales e internacionales. De acuerdo a New York Post, el artista, definido por su estilo honesto y tradicional, había alcanzado relevancia tanto por sus composiciones como por la intensidad de su vida personal.
Tras su fallecimiento, sus temas encabezaron listas digitales y se multiplicaron las reproducciones en plataformas como Spotify.
Bell inició su camino en la música desde pequeño. Su madre, Carol Bell, reconoció desde temprano que Luke mostraba una sensibilidad y creatividad fuera de lo común. Su infancia transcurrió en Cody, Wyoming, entre tareas en el campo familiar y las primeras exploraciones musicales, influenciado por el honky-tonk y los clásicos del country estadounidense.
El artista estadounidense Luke Bell luchó contra el trastorno bipolar y enfrentó dificultades para acceder a tratamiento de salud mental (@lukebellmusic)Según testimonios de allegados recopilados por Rolling Stone, Bell se trasladó siendo adulto a Austin, Texas, y más tarde a Nashville, para buscar oportunidades en la industria musical. Produjo su álbum debut en 2014 mediante una campaña de crowdfunding y poco después abrió conciertos para Dwight Yoakam. Este hito marcó un punto de inflexión en su proyección nacional, validando su propuesta artística ante públicos exigentes.
El 2016 trajo reconocimiento con el lanzamiento de un disco homónimo bajo el sello Thirty Tigers. Bell tejió relaciones con otras figuras de la escena indie country, como Riley Downing y Zach Schmidt, e integró activamente la comunidad creativa de Nashville.
Asimismo, los medios destacaron su autenticidad y su capacidad para combinar tradición y originalidad, situándolo entre los referentes del renacimiento country de la década.
La carrera de Luke Bell despegó tras compartir escenarios con Willie Nelson y Dwight Yoakam, consolidándose en la escena country (@lukebellmusic)Sin embargo, mientras su carrera ascendía, la situación personal de Bell empeoraba. En 2015, la enfermedad y posterior fallecimiento de su padre repercutió de manera profunda en el artista. Bell recibió un diagnóstico de trastorno bipolar y, según su entorno cercano, experimentó dificultades para mantener estabilidad emocional, perdió contacto frecuente con familiares y amigos, y sufrió múltiples recaídas.
La falta de recursos accesibles para el tratamiento adecuado complicó la posibilidad de un acompañamiento eficaz. Carol Bell relató situaciones reiteradas donde la familia buscó ayuda sin éxito, enfrentando trabas administrativas y falta de opciones adecuadas para casos complejos de salud mental.
El álbum póstumo 'The King Is Back' reúne 28 canciones inéditas y destina sus ingresos a programas de salud mental en Wyoming (@lukebellmusic)Bell compuso canciones que reflejaban su experiencia vital, desde el trabajo rural hasta su paso por ambientes urbanos adversos. Temas como “Where Ya Been?” y “Sometimes” evidenciaban interrogantes existenciales y un registro personal marcado por la vulnerabilidad y el humor.
En palabras de músicos que compartieron escena con él, la contribución de Bell radicó en su capacidad para reunir personas y fortalecer lazos de amistad y colaboración artística.
Sus presentaciones solían sorprender a públicos que desconocían su trayectoria. Rolling Stone y The Boot publicaron entrevistas y reseñas que resaltaban el talento narrativo y vocal de Bell. A pesar de las dificultades económicas, el artista procuraba sostener a su banda y cultivar un ambiente comunitario honesto en los márgenes del circuito comercial.
La infancia de Luke Bell en Cody, Wyoming, influyó en su estilo musical, marcado por el honky-tonk y la tradición country (@lukebellmusic)El viaje final de Bell estuvo signado por las sombras de la enfermedad mental, el aislamiento y el consumo problemático de sustancias. La entrada y salida de instituciones, la falta de cobertura médica y el estigma social agravaron un cuadro que ni la voluntad personal ni el acompañamiento materno lograron revertir por completo.
En 2023, su familia, junto a la discográfica y amigos, lanzó el álbum póstumo The King Is Back, una colección de 28 canciones rescatadas de grabaciones previas.
Los ingresos son destinados a un programa de atención psicológica en Cody, impulsado por el legado y memoria de Luke Bell. El objetivo: facilitar servicios de salud mental accesibles a la comunidad local y sensibilizar sobre la importancia de reconocer y tratar los trastornos psicológicos sin prejuicios ni obstáculos burocráticos.
El fallecimiento de Luke Bell generó impacto en la industria musical y aumentó la difusión de su obra en plataformas digitales (@lukebellmusic)Según Carol Bell, madre del músico, compartir la historia de Luke tiene el propósito de ayudar a otras personas y promover cambios en la percepción social sobre la enfermedad mental. “Para muchos, escuchar esta música representa una forma de reencontrarse con el verdadero Luke”, afirmó a Rolling Stone. El compromiso familiar apunta a que el aprendizaje y la empatía trasciendan la tragedia.
Luke Bell dejó, además de una discografía valiosa y reconocida, un mensaje sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de apoyo y acompañar a quienes atraviesan situaciones de sufrimiento psíquico. Su caso ejemplifica los desafíos que enfrentan los artistas independientes en contextos de vulnerabilidad, y subraya la urgencia de respuestas integrales frente a las problemáticas de salud mental.
hace 2 horas
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