
No es necesario perder a un ser querido para experimentar un duelo profundo. Un análisis de Psychology Today reveló que existen pérdidas cotidianas, muchas veces inadvertidas, capaces de generar procesos de duelo tan complejos como los relacionados con la muerte.
Estos “duelos sin muerte”, conocidos también como microdolores o pérdidas ambiguas, afectan silenciosamente la salud mental. Especialistas y estudios recientes resaltan la importancia de reconocerlos para proteger el bienestar emocional.
En los últimos años, la atención científica hacia el duelo sin muerte ha crecido notablemente. Un estudio publicado la revista Frontiers in Psychiatry amplió el concepto tradicional, sugiriendo que el duelo merece reconocimiento incluso en contextos donde no hay un fallecimiento.
El equipo de investigadores propuso que situaciones como el diagnóstico de enfermedades crónicas, lesiones cerebrales, accidentes cerebrovasculares o trastornos prolongados de la conciencia pueden dar lugar a procesos de duelo profundos, tanto para quienes los padecen como para su entorno.

Pauline Boss, terapeuta familiar, es pionera en el término “pérdida ambigua”, que describe el dolor causado por la desconexión emocional sin una muerte física. Esta perspectiva revela por qué las personas pueden sentir un sufrimiento intenso ante una ausencia simbólica, aunque la pérdida no sea definitiva ni visible.
Por su parte, los investigadores Matthieu Ratcliffe y Louise Richardson, en un estudio referenciado por Psychology Today, sostienen que experiencias como una lesión, el desempleo, la pérdida de capacidades, una ruptura amorosa, un divorcio o la pérdida de bienes personales también pueden desencadenar duelos. Explican: “El duelo y otras experiencias de pérdida comparten una estructura fenomenológica común: se vive la pérdida de posibilidades esenciales para la vida. Por eso, puede concebirse de manera amplia, pero precisa”.

Un informe del Departamento de Psicología de Harvard University coincide en que el duelo no solo se relaciona con la muerte, sino también con “cambios de identidad, roles sociales y proyectos vitales”.
La sociedad suele reservar la palabra “duelo” para la muerte. Sin embargo, muchas personas transitan pérdidas menos evidentes que pueden desencadenar los mismos mecanismos emocionales.
Psychology Today adviertió que estos duelos cotidianos suelen ser ignorados y subestimados, aunque generan un impacto considerable en la salud mental.
La terapeuta Amber Long, citada por el medio, aporta una mirada esclarecedora: “No estás de duelo por la pérdida de una persona. Estás de duelo por la pérdida de una parte de ti. Un momento perdido. Una vida que nunca llegaste a vivir... Este tipo de duelo es real. Es legítimo”, afirmó Long.
Entre las situaciones más frecuentes figuran:
- Amistades que no evolucionaron con la persona.
- Infancia insatisfecha o carente.
- Oportunidades perdidas por auto-sabotaje.
- Descubrir que no se conocía verdaderamente a alguien cercano.
- Años vividos en modo supervivencia.
- Reinvención personal tras cambios importantes.
- Cambio de trabajo tras hallar el propio camino.
- Pérdida de algo o alguien considerado permanente.

Estas experiencias producen un dolor intenso y duradero. La dificultad para identificarlas como duelos legítimos lleva a minimizar el sufrimiento y a evitar la búsqueda de apoyo emocional.
Aceptar que el duelo puede surgir por cualquier pérdida significativa es fundamental para la salud mental. Tanto Psychology Today como los especialistas de Harvard University subrayan que, aunque la sociedad reconoce desde la infancia el duelo por la muerte, la mayoría está menos preparada para afrontar los duelos cotidianos y menos visibles. La ausencia de reconocimiento social puede agravar el malestar emocional.
Coinciden los expertos en que validar todos estos duelos es imprescindible. Reconocer el dolor ante pérdidas no mortales permite iniciar un proceso de aceptación y adaptación semejante al de la muerte de un ser querido. Legitimar estos sentimientos ayuda a evitar restarles importancia y disminuye el riesgo de complicaciones en la salud mental.

Las afirmaciones de Amber Long resumen el valor de reconocer los microdolores y pérdidas ambiguas que forman parte de la experiencia humana.
La evidencia científica, junto con los aportes de especialistas como Pauline Boss, Amber Long, Matthieu Ratcliffe y Louise Richardson, y los informes de Harvard University, refuerza la urgencia de ampliar la comprensión sobre el duelo. Validar los duelos sin muerte contribuye al bienestar emocional y promueve una visión social más empática e inclusiva.