
El conocido multitasking, es decir realizar más de una actividad al mismo tiempo, se ha convertido en una realidad que afecta a miles de personas en el planeta. Sin embargo, nuevas investigaciones en neurociencia y psicología citadas por Vogue, revelan que alternar continuamente entre actividades incrementa el estrés y disminuye el rendimiento, mientras que centrarse en una sola acción favorece el bienestar emocional.
En ese sentido, un estudio publicado en la revista Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance demostró que la multitarea reduce la eficiencia hasta en un 40% y aumenta la sensación de fatiga mental.
Según los autores, el cerebro necesita un tiempo considerable para redefinir su foco cada vez que cambia de tarea, lo que eleva el agotamiento diario.

Sentirse agotado al final del día es frecuente, pero un hábito de solo dos minutos puede marcar la diferencia. Cristina Barrous, especialista en nutrición y bienestar, detalló a Vogue una táctica práctica para enfrentar el cansancio: aplicar microparadas conscientes de dos minutos, al menos diez veces al día.
Esta propuesta no solo pretende disminuir la fatiga, sino que cuestiona la creencia de que el cansancio constante es sinónimo de productividad.
Barrous advierte que vivir en piloto automático y evitar las pausas refuerza la normalización del agotamiento, cuando existen medidas sencillas para mejorar la calidad de vida.

El método de Barrous consiste en interrumpir brevemente la rutina para centrarse únicamente en una acción, sin distracciones ni multitarea.
Ejemplos incluyen aplicar crema hidratante prestando atención solo a ese momento, o preparar la cena sin revisar el correo electrónico.
La clave, según la experta, es realizar las tareas con plena conciencia y evitar mezclar actividades, ya que esto suele restar eficacia y sentido a las acciones cotidianas.

La postura crítica ante la multitarea y la glorificación de la fatiga aparece reflejada en otros testimonios recogidos por Vogue. Tim Kendall, expresidente de Pinterest, relató en el documental “El dilema de las redes sociales” que, incluso después de largas jornadas laborales, seguía revisando el teléfono cuando sus hijos requerían atención.
Kendall narró situaciones cotidianas, como estar en la despensa respondiendo correos electrónicos mientras compartía tiempo con su familia, evidencia de cómo la hiperconectividad y la multitarea se han integrado en el estilo de vida moderno.
Pau Rodrigo, experto en desarrollo personal, explicó a Vogue que el cerebro humano alterna entre tareas sin poder realizarlas simultáneamente. Esta alternancia deteriora la eficacia y eleva los niveles de estrés, dificultando la atención plena y afectando el bienestar emocional.

Estos hallazgos publicados por Vogue, coinciden con los resultados de una investigación de la Universidad de Stanford, que indica que las personas que intentan realizar varias tareas a la vez presentan una menor capacidad de concentración y una mayor tendencia a la distracción.
Laura Palomares, psicóloga de Avance Psicólogos, profundizó ante Vogue en las ventajas de realizar las tareas de manera pausada y consciente. La especialista explicó que actuar con prisa lleva al cuerpo y al cerebro a interpretar la situación como una amenaza, lo que estimula la liberación de cortisol, la hormona del estrés.
Un nivel elevado y prolongado de cortisol puede derivar en problemas gástricos, dolor articular e insomnio. En cambio, reducir la velocidad y concentrarse en cada paso permite que el cerebro reconozca un entorno seguro, lo que refuerza la concentración y facilita disfrutar más de las actividades cotidianas.
Adoptar microparadas conscientes ayuda a reducir el cansancio y permite encontrar satisfacción en los pequeños actos diarios, mejorando el enfoque y la relación con el propio tiempo y el bienestar personal.