El concepto de permanecer en la cama como un acto consciente y significativo ha trascendido las redes sociales para convertirse en una tendencia cultural y de diseño conocida como bed rotting.

Durante la Milan Design Week 2025, este fenómeno se consolidó como un tema central, con la cama transformándose en un símbolo de introspección y redefinición del espacio personal que marcó una tendencia que podría reescribir la relación entre el diseño y el descanso: las camas dejaron de ser únicamente un lugar de descanso para convertirse en un manifiesto de cómo habitamos el hogar y el tiempo.

Este año los diseñadores no solo presentaron camas como piezas funcionales, las transformaron en elementos centrales de instalaciones artísticas y conceptuales, explorando su simbolismo y su capacidad para conectar con emociones profundas.

Estas propuestas presentadas en el evento mundial de diseño más importante del año, reflejan un interés renovado por el diseño de camas, que va más allá de su funcionalidad básica para explorar su potencial como objetos de deseo y confort.

Esta tendencia está vinculada a una tendencia de reconexión con la comodidad, evocando recuerdos de la infancia o momentos simplemente de “dolce far niente”.

Las camas, con sus sábanas desordenadas y texturas suaves, parecen simbolizar un refugio frente a las preocupaciones del mundo exterior, creando espacios para la introspección.
Estas tendencias ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo podemos relacionarnos con nuestros espacios personales, invitando a la reflexión sobre el rol del diseño en nuestras vidas cotidianas.
Aprovechando este punto de quiebre donde el diseño del dormitorio trasciende lo estético y se convierte en una decisión profundamente emocional, Infobae Deco consultó a Melissa Domit, diseñadora de blanquería de autor quien nos comparte las claves para convertir nuestra cama en nuestro refugio personal favorito.

Es importante concebir el dormitorio como un espacio personal y sagrado, donde cada elección, desde las sábanas hasta los colores y texturas, responda a las necesidades de cuidado, autenticidad y bienestar, y transformar el acto de vestir el dormitorio en una experiencia que priorice el confort y la conexión emocional.

La calidad de los materiales es un factor esencial para garantizar un descanso reparador. Más allá de la apariencia, enfatiza que una sábana de buena calidad se distingue por la sensación que proporciona al contacto con el cuerpo, lo que se traduce en durabilidad y placer cotidiano. Este criterio, según la diseñadora, debería ser el punto de partida para quienes buscan crear un ambiente que fomente el bienestar.

Date la posibilidad de jugar con texturas y colores. Materiales como el lino, el percal, el satén y el algodón ofrecen sensaciones únicas, mientras que los colores y elementos decorativos pueden influir en la temperatura y el estado de ánimo del espacio. La clave radica en elegir opciones que reflejen la personalidad y las necesidades de cada uno, alejándose de las imposiciones de las tendencias.

La flexibilidad también ocupa un lugar importante en las recomendaciones de Domit. Contar con alternativas, como juegos de cama adicionales o fundas de almohadones y edredones en distintos tonos y texturas, permite renovar el ambiente y adaptarlo a los cambios en el estado de ánimo o las necesidades diarias. Es una invitación a que te permitas cuestionarte sobre cómo deseás descansar y a explorar opciones que se alineen con tus preferencias.

En contraposición con las normas establecidas por la industria, la cama no debe armarse siguiendo estándares rígidos, como los que se ven en revistas de decoración. La clave del éxito es que la armes con un enfoque más personal y realista, donde los pliegues y detalles reflejen las necesidades y el estilo de vida de cada persona. Esto va a priorizar la funcionalidad y el confort sobre las tendencias pasajeras.

Ya sea de grandes marcas o blanquearía de autor, lo importante es que la textura, calidad, color o patrón elegido conviertan tus horas de descanso en una experiencia única.

Lo ideal es combinar calidez, sensibilidad estética y materiales de alta calidad. Elegir desde esta perspectiva va a hacer que tus ítems no solo cumplan una función práctica, también transmitan una conexión emocional y un sentido de cuidado.
Cada decisión, desde los materiales hasta los colores y diseños, debe responder a esta premisa, convirtiendo el dormitorio en un refugio que invite al descanso y al bienestar.

La Semana del Diseño de Milán 2025 no solo reafirmó el papel de las camas como piezas esenciales del mobiliario, también las posicionó como un lienzo para explorar emociones, estilos de vida y nuevas formas de interacción con el espacio personal.
Desde el lujo maximalista hasta la sobriedad minimalista, las propuestas presentadas este año invitan a reflexionar sobre cómo el diseño puede transformar incluso los objetos más cotidianos en experiencias significativas.
*Foto y Video: Belen Altieri - IWoKFilms