Qué dijo Greta Thunberg tras ser deportada por Israel

Qué dijo Greta Thunberg tras ser deportada por Israel: “Han cometido un acto ilegal” (REUTERS)

La activista sueca Greta Thunberg acusó a Israel de cometer un genocidio en la Franja de Gaza y de secuestrar a su tripulación, poco después de haber sido deportada por las autoridades a Suecia.

“Han cometido un acto ilegal al secuestrarnos en aguas internacionales en contra de nuestra voluntad, llevándonos a Israel, reteniéndonos en el barco sin dejarnos salir”, comentó Thunberg al llegar a París, donde hizo escala antes de arribar a su destino final.

Sin embargo, la activista enfatizó en que su situación o la de su tripulación no son el eje del problema en estos momentos sino que “la verdadera historia es que hay un genocidio en marcha en Gaza“.

Su experiencia de deportación, sumó, “no es nada comparada con lo que están soportando los palestinos” y exigió, por ello, no solo la liberación de sus compañeros, sino también acciones concretas que conduzcan a un alto el fuego inmediato y la paz en la región.

Así, por ejemplo, señaló que el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de la comunidad internacional es solamente “el mínimo indispensable” y llamó, por tanto, a ejercer una mayor presión.

“Necesitamos mucho más que eso. Cuando existe el riesgo de que ocurra un genocidio tenemos el deber de evitar que eso suceda”, dijo.

Thunberg fue detenida este lunes junto con otros activistas cuando el barco Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad, fue interceptado en aguas internacionales.

El hecho se produjo cuando la nave se dirigía a Gaza con un cargamento de apoyo humanitario destinado a auxiliar a la población.

Según el Ministerio de Exteriores israelí, la tripulación violaba el bloqueo naval impuesto sobre la región, un argumento que ha sido disputado por los equipos legales de la Flotilla. Los organizadores del viaje denunciaron que la embarcación transportaba suministros esenciales para la población gazatí y tenía como fin destacar la crisis humanitaria severa que se vive en la zona.

Greta Thunberg fue deportada este martes

“Me llamo Greta Thunberg y soy de Suecia. Si ven este vídeo, hemos sido interceptados y secuestrados en aguas internacionales por las fuerzas de ocupación israelíes o las fuerzas que apoyan a Israel”, dijo entonces la joven activista, en un video pregrabado difundido por la Coalición de la Flotilla de la Libertad (FFC). “Insto a todos mis amigos, familiares y compañeros a que presionen al gobierno sueco para que nos libere a mí y a los demás lo antes posible”, agregaba en el fragmento.

En las últimas horas, autoridades israelíes confirmaron que Thunberg había sido deportada a Suecia, con escala en Francia, y acompañaron el anuncio con imágenes de la activista abordando el avión en el aeropuerto internacional Ben Gurion. Junto a ella también aceptaron la deportación otros tres activistas, entre ellos el español Sergio Toribio.

No obstante, aún permanecen detenidos en el país ocho miembros del equipo -entre ellos Rima Hassan, una francesa-palestina y actual miembro del Parlamento Europeo-, que se negaron a firmar los documentos de expulsión y esperan la decisión del Tribunal de Revisión de Detenciones por Inmigración sobre su situación legal.

Según precisó la organización Adalah, que asesora en materia legal a la Flotilla, se encuentran actualmente en la prisión de Givon, situada en Ramallah, en el centro de Israel, y están siendo representados por abogados ante la justicia local.

El propósito del viaje de la Flotilla a la zona consistía en desafiar el bloqueo de Tel Aviv sobre en enclave, que lleva ya meses e impide el ingreso de productos de primera necesidad, incluidos alimentos, medicinas y combustibles, por medios que no sean los autorizados por el gabinete de guerra.

Aunque el bloqueo se relajó momentáneamente el 19 de mayo, permitiendo el paso limitado de camiones con harina y productos esenciales, organizaciones humanitarias continúan indicando que la asistencia es insuficiente para satisfacer las necesidades de los 2,1 millones de habitantes de Gaza, ya que la falta de coordinación y logística, las demoras en las inspecciones y la gravedad de la situación en el lugar hacen que se requieran cantidades superiores a las actuales.